Desde el año 2024 se han realizado encuentros de defensoras territoriales y de sanadoras comunitarias promovidos desde Feministas del Abya Yala, como estrategia política y pedagógica de reflexión colectiva sobre nuestras experiencias de cuidado. Experiencias que rechazan las dimensiones liberales e individualistas. Que son colectivas, comunitarias, y que parten de la convicción de que el poder capitalista, en sus proyectos extractivistas, coloniales, racistas, patriarcales, adultocéntricos, han venido atacando a las defensoras de los territorios, tanto de modo directo, por la vía del desalojo, la represión, como con la creación de situaciones insostenibles de estigmatización, y condiciones de vida imposibles para las niñeces y de las comunidades.

En el año 2024 hubo un taller de diálogo sobre experiencias de sanación comunitaria, realizado en el contexto del 37° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries, realizado en San Salvador de Jujuy, los días 11, 12, y 13 de octubre, con la presencia de hermanas sanadoras de distintos pueblos originarios, y compañeras dedicadas a la salud popular. Luego se realizaron otros encuentros similares en el Espacio Alina Sánchez, en Villa Giardino, Córdoba, en donde se está construyendo un territorio donde se pueda pensar la formación feminista y la salud comunitaria, recuperando el ejemplo de Alina Sánchez, médica internacionalista formada en la Escuela Latinoamericana de Medicina de Cuba, que falleció en Kurdistán el 17 de marzo de 2018 en un accidente automovilístico, cuando participaba en la creación de un sistema de salud para el movimiento de Kurdistán, que uniera los saberes aprendidos en Cuba, la medicina popular, y los saberes de los pueblos.

Este encuentro tuvo en el centro la denuncia de los desalojos que vienen sufriendo las comunidades mapuche a un lado y otro de la cordillera, y los ataques que vienen recibiendo las machi, quienes cuidan la salud y la espiritualidad de las comunidades y de los pueblos, las defensoras de los territorios como Julia Chuñil, mujer mapuche que lleva 10 meses desaparecida en Chile, sin ninguna respuesta del gobierno más que la persecución a su familia y comunidad, como relató fuertemente conmovida Lis, su nieta, quien participó de los diálogos, y como lo hizo también la Machi Betiana Colhuan, integrante de la comunidad Winkul Mapu, que tiene una gran cantidad de integrantes de la misma judicializadas/os y criminalizadas/os, y varias lagmien (hermanas) que estuvieron presas, y están perseguidas actualmente, corriendo el riesgo de volver a prisión. En el territorio conocido como Chile, en esos mismos días, fue agredida la Machi Millaray, duramente atacada por su defensa del río Pilmaiquen.

Pueblo Chorote, pueblo Aymara, pueblo Mapuche y pueblo diaguita, con hilos milenarios de resistencia. Foto: Susi Maresca.


Chile tiene una enorme cantidad de presos políticos mapuche, y a pesar de que el gobierno se presenta como progresista, la criminalización de los pueblos originarios es parte de sus lógicas políticas al servicio de las políticas extractivistas.

En el caso de Argentina, la persecución a las comunidades no se detuvo con los gobiernos kirchneristas, y en algunos casos como la comunidad Winkul Mapu, fueron desoídas sus demandas de regreso al Rewe, territorio sagrado donde poder realizar la experiencia espiritual de la Machi Betiana. Fue en ese territorio en cuya recuperación fue asesinado Rafita Nahuel, primo de la Machi, durante el gobierno de Mauricio Macri, y hasta el día de hoy no hay justicia.

Encuentro de Mama Yaku

Nos cuenta Nina Lou, integrante del pueblo diaguita: “A partir de estos días compartidos entre la comunidad Indio Colalao y comunidades del valle de Choro Moro, comunidades indígenas diaguitas del valle de Tafi, Quilmes, Casas Viejas, el Mollar, La Angostura, hemos elaborado un informe que pone el acento en las violaciones a derechos humanos, a derechos territoriales de mujeres, niñas, personas con discapacidad. Algunos de los aspectos que hemos podido encontrar son los resabios y continuidades de la última dictadura cívico eclesiástica militar, donde observamos la protocolización de los territorios, el expolio de los bienes culturales, la represión, violencia y terrorismo de estado que aún siguen operando en nuestros territorios. Encontramos daños territoriales que surgen de la protocolización y el despojo. Podemos nombrar la Reserva Federal de la Defensa, la Reserva La Angostura, la Ciudad Sagrada de Los Quilmes, el traslado de los Menires, conocidos por nosotros como huancas o piedras largas. Los daños en los cuerpos estuvieron presentes a partir de la desaparición forzada, las torturas físicas, simbólicas, pero también espirituales al pueblo diaguita. Encontramos que todas estas violencias sufridas por nuestro pueblo no solo no se han sanado, sino que se continúan perpetrando, y son la base para los genocidios que todavía vivimos. Hablamos de soberanía y de justicia para señalar que hoy quienes nos aquejan son los extractivismos territoriales, espirituales y simbólicos. Podemos mencionar como ejemplo la megaminería, el extractivismo inmobiliario, el extractivismo turístico, base del despojo de la forma de vida ancestral de los pueblos. Identificamos impactos directos en los cuerpos y las cuerpas de las niñas, mujeres y personas con discapacidad. Los desalojos son una forma de violación a los derechos humanos. Es una negación al derecho a nacer, parir y vivir en el territorio. Niega las instituciones ancestrales, prohíbe la vida en comunidad y la crianza mutua con las demás especies. Son violencias que se ejercen desde las instituciones estatales, se silencian y se niegan, y así se perpetúan”.

Los ataques a las comunidades originarias, las amenazas de desalojo, fueron denuncias centrales en el reciente Encuentro de Sanadoras y Defensoras Territoriales realizado en Tucumán, del 19 al 22 de septiembre. Este encuentro de Sanadoras y Defensoras de Mama Yaku (Mamá Agua), fue organizado por la Unión de los Pueblos de la Nación Diaguita - Tucumán, la Red de Acción por el Buen Vivir, el Frente Popular Dario Santillán Corriente Plurinacional, Feministas Comunitarias Antipatriarcales Qollasuyu, el Feminismo Comunitario Antipatriarcal de Bolivia, Pañuelos en Rebeldía y Feministas del Abya Yala.

Fue impactante la presencia de Margarita Cruz, integrante de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, quien estuvo detenida desaparecida en el campo de concentración de la Escuelita de Famaillá. Como se sabe, en Tucumán se adelantó un año la instalación del terrorismo de estado, a través del Operativo Independencia. El genocidio de la última dictadura pudo ser pensado en relación al genocidio de los pueblos originarios, y a los modos en que el pueblo diaguita fue y es reprimido y perseguido hasta nuestros días. Se analizó la continuidad en la búsqueda de negar y desaparecer a un pueblo, la invisibilización de sus experiencias y de sus luchas, la negación de su voz. También se compartieron experiencias de resistencia a tanta crueldad. El pueblo tucumano, las comunidades diaguitas, siguen teniendo dificultad para dar testimonio del terror, pero siguen conservando memoria de sus rebeldías.

Sobre el golpismo en Abya Yala, reflexionó Adriana Guzmán, del Feminismo Comunitario Antipatriarcal de Bolivia, quien denunció la reciente liberación de los autores del golpe de estado racista en ese país, y reflexionó que fueron las Feministas del Abya Yala, junto a compañeras feministas de distintos pueblos del continente, y compañeras como Margarita Cruz, quienes en medio del golpe, llegaron a brindar solidaridad, experiencia, y acompañamiento, rompiendo las fronteras de la soledad.

Nos decía finalmente Nina Lou, sobre las sugerencias del encuentro: “Escuchamos correr el agua, y así nos proponemos reconectar, sanar y defender. El dolor que sentimos nace de la profunda conexión espiritual que las comunidades tienen entre sí y con lo que las rodea. Los apropiadores desarman el río, matan los animales, pasan las topadoras por arriba de las casas y de los maíces de la huerta. Los primeros en sentir este despojo, esta violencia, son las comunidades, los niños, las niñas, las mujeres. La indiferencia de la sociedad abona la injusticia y es tan ciega que ni siquiera se da cuenta que el río que nace en la cumbre, es el agua que debe alimentar a las ciudades. Nuestro dolor nace de las violencias que se ejercen entre nosotras, pero de ese mismo dolor florece la resistencia. Preferimos sentir, a vivir anestesiadas por un capitalismo que nos deshumaniza y nos desconecta. Por eso las propuestas que levantamos durante el encuentro son: hacia el doce de octubre, proponer un plenario intersectorial entre distintos movimientos sociales, para discutir las bases de las violaciones y la dictadura que vivimos en la actualidad. Promover el reconocimiento de un decálogo de derechos de los niños y las niñas indígenas, realizando denuncias internacionales para reconocerlos. Juicio ético a la justicia racista y colonial. Fuerza espiritual como nuestro sostén. No estamos solos ni solas. Cada una de nosotras está sostenida por miles de ancestros y ancestas, y la tierra en sintonía con nosotras. En los encuentros comunitarios, sostener una educación desde nuestro lenguaje simbólico. La vida es un impulso más grande que lo humano, es la fuerza que cada quien siente. La democracia es el mandato de los pueblos, no de los gobiernos. Lo que necesitamos hacer, lo que les invitamos a hacer, es decidir soberanamente dónde vamos a poner nuestra fuerza y a dónde vamos a desobedecer.”

Fue un acuerdo que el próximo encuentro se realizará en Corrientes, en el marco del Encuentro Plurinacional que se realizará del 22 al 24 de noviembre, donde se compartirán nuevas experiencias y se seguirá ampliando la red de abrazos y solidaridades.

Las autoridades ancestrales de los territorios convocan a hermanxs del Abya Yala a buscar un cauce común que nos permita resistir los desalojos en Indio Colalao y en la comunidad de Tafi, así como el intento de despojo en Quilmes, que se conecta con la ruta del IRSA, y la avanzada extractivista en el centro geopolítico del NOA: Tucumán. Será un encuentro tejido con las asambleas sociambientales, los movimientos sociales y Feministas.

El encuentro estuvo acompañado en todo momento por los sikus, la ceremonia, el canto, la fuerza de las piedras, el color de las flores, el alma de las ancestras. Se miró a los ojos al miedo, pero también a la esperanza. Las niñas y niños estuvieron en el centro de los diálogos, abrazos, sonrisas. El tiempo del dolor, se vistió de esperanza.