La flotilla humanitaria fondeada hasta hoy en las inmediaciones de la isla de Creta, creció como las mareas ante la gravitación de la luna y el sol. Su volumen cualitativo, tanto real como simbólico, emerge como un objetor de conciencia de los pueblos indignados contra el genocidio que está cometiendo Israel en Gaza. La misión que parte en su última etapa hacia la Franja sitiada por aire, mar y tierra, ganó apoyos internacionales, logró que los gobiernos de Italia y España custodiaran su ruta y propone acaso el m