El tenis argentino transita otro año relevante con el acceso del equipo argentino de Copa Davis al octogonal final. Los protagonistas del plantel capitaneado por Javier Frana, precisamente, transitaron en otra etapa por las canchas del Racket Club cuando disputaron el Buenos Aires Challenger.

El campeonato está cumpliendo su décima edición, y la directora del mismo, Gabriela Larrosa, explicó el trabajo que realizan desde la organización para llevar adelante el evento. "El Buenos Aires Challenger siempre fue un torneo muy lindo, y a los jugadores argentinos les gusta participar, ya que se encuentran en su país y con su público. A mí me toca participar del certamen desde el 2017, y el objetivo es sumar algo nuevo año tras año", le cuenta Larrosa a Página/12.

El área de marketing es un punto en el que se hace mucho hincapié, teniendo en cuenta los factores que pueden ser atractivos para el público. "Estamos convencidos -dice Larrosa- que el tenis de primer nivel va integrado con una opción de entretenimiento para el espectador. La gente no se queda todo el tiempo mirando un partido, y entonces necesita que pase algo más". Y añade: "El año pasado modificamos el patio gastronómico, y ahora lo volvimos a renovar, con una puesta que eleva el nivel. Además, lo agregamos contenido como el 'Primavera Day', que fue el domingo pasado, con una gran disc jockey como Celeste Arrabal. Esa acción la repetiremos este fin de semana".

La cancha principal del Racket Club. Imagen: Prensa Buenos Aires Challenger


-¿Cómo se arma un torneo de esta magnitud?

-Lo primero que hacemos es pensar el torneo, y cada año dejamos claro las cosas que queremos hacer. En marzo se empieza a organizar, hablando con los sponsors y los proveedores, y desde junio se hace el trabajo más riguroso. Desde un mes antes ya estamos en el club ordenando todo. Lo primero que se hace son las tribunas cabeceras, y luego las carpas de la organización. El tiempo de preparación es largo.

-¿De qué manera seducen a las empresas para que participen?

-Hay empresas que nos acompañan hace mucho tiempo porque quieren pertenecer. Siempre está bueno lograr el acercamiento de otras nuevas, pero primero fidelizamos a los que están desde el principio. Nos importa mucho las relaciones. Si hay un rubro que queda descubierto, se busca en base a eso.

-¿Los jugadores argentinos también sienten pertenencia con el certamen?

-Los jugadores que vienen es porque les gusta participar. Y el jugador que gana este Challenger, luego tiene un año muy bueno. Es un envión muy grande para ellos. Y se sienten muy a gusto en este lugar. Por ejemplo, Juan Manuel Cerúndolo es la primera vez que fue a la gira de Asia, y sintió nostalgia por no poder estar acá. Ellos lo quieren al torneo.

La tarea en conjunto con la Asociación Argentina de Tenis (AAT) es permanente, y para este año fueron invitados chicos de diferentes escuelas de la disciplina, y también se realizó una entrega de diplomas a los que participaron en los torneos interclubes de menores en el primer semestre, ya que muchos de los que juegan son sus ídolos. En ese aspecto, Larrosa destaca que "con la Asociación se comparte el mismo objetivo, que es el desarrollo del tenis en el país. Nosotros tratamos de que ellos también puedan visibilizar su trabajo, que es muy arduo. Y con la Asociación de Tenistas (ATP) también coordinamos la semana que vamos a tener en el año, y el intercambio es muy bueno. Se trata de que sea cómodo para los jugadores por los viajes, y esté todo regionalizado". 

El púublico se acerca para ver tenis. Imagen: Prensa Buenos Aires Challenger


La particularidad de este Challenger es que en todas sus ediciones contó siempre con un jugador argentino en el encuentro decisivo. Los cuatro últimos campeones se ubican  actualmente en el top-100 del ranking mundial. En los casos de Mariano Navone, Sebastián Báez y Francisco Comesaña, la obtención del torneo fue el despegue de un crecimiento constante en el escalafón. El cuadro principal del certamen lo integraron tenistas de 32 nacionalidades, y en total participaron 136 jugadores.

La proyección del campeonato mantiene en constante compromiso a Larrosa, quien ya está planificando ideas "para seguir optimizando varias cosas, como el patio comercial. A los auspiciantes les encantar estar acá y ser parte del torneo, y todos son de rubros distintos. Entre todos tratamos de llevar adelante estrategias útiles". Y va más allá: "La idea es que pueda venir la familia, y la estrategia de precios es accesible. Lo más lindo es ver la tribuna llena. Nosotros observamos otros torneos y buscamos propuestas innovadoras para atracción del público".

La directora, que se define como "muy obsesiva" con su trabajo, se desplaza todo el día por el predio para no dejar pasar ningún detalle. Ella reconoce que se siente "orgullosa y agradecida a la empresa Torneos. Me gusta la responsabilidad que me dieron de ser directora desde 2024, cuando me designaron para ejercer este rol". El Challenger de Buenos Aires, bajo su mando, sigue en pleno crecimiento.

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