Las primeras veces que Milo J se paró sobre escenarios, su proverbial timidez lo hacía evitar el contacto visual con el público. "Daba el show de costado, directamente". No podía mirar a la gente, no me salía", recuerda ahora ante Página/12... sin mirar a los ojos a los entrevistadores hasta que entra en confianza. Y no deja de ser una rareza, dado el desparpajo con el que este artista de 18 años oriundo de Morón se plantó desde su aparición en la escena "urbana" y con el que hoy se desmarca de cualquier etiqueta con La vida era más corta, su tercer álbum de estudio. A ver, ¿cómo se define a un disco en el que Milo J utiliza al folklore argentino (y latinoamericano) como herramienta principal para construir un sonido personal y distintivo? Uno donde prácticamente no rapea sino que canta, y donde aparecen las voces de Nicki Nicole, Mercedes Sosa, Soledad, Trueno y hasta Silvio Rodríguez? Y donde zambas y samba, carnavalitos, chacareras, murga uruguaya, samples de chaya, coplas, tango y música litoraleña se cruzan sin prejuicios entre sí y con recursos de producción propios del trap.

"Estuvo un poco planeado, la verdad", arranca Milo a explicar las razones detrás del álbum. "Ya estaba obsesionado con el folklore, pero de escucharlo, de mostrarle temas a todos mis amigos productores. Hice temas que eran corridos tumbados y hace un montón los pasé como a rasgueo de zamba, para divertirnos nosotros, los de la banda. Al folklore lo escuchaba de chico como todo pibito, está ahí, pero ya más de grande me llega por el Foco (rapero de Morón que colaboró varias veces con Milo), que me muestra varias canciones, así, al azar. Un poco de Cuti y Roberto (Carabajal), un poco de Horacio Guarany… Y quedé loco, quedé fascinado y me puse a indagar".

-¿Qué te fascinó?

-Horacio Guarany, particularmente. Sus letras. Bah, la voz del chabón también me pareció una locura, pero las letras... Siento que el folklore está tan metido que ya suena de fondo, ni le prestas atención a lo que dicen los temas, y hay cada letrón que te vuela la cabeza. Creo que eso fue lo que más me llegó. Curiosamente, siento que yo seguía un patrón de melodías y cosas cuando hacía música urbana -hago, también, pero cuando hacía solamente música urbana- que las encontraba en el folklore. Ciertas terminaciones, ciertas bajadas y subidas. Me sentí bastante identificado.

De vuelta a la génesis del disco, con la aparición de Tatool, productor que trabajó con Trueno, Duki y Nicki Nicole, además del propio Milo J. "Él me planteó 'Che, ¿y si hacemos un camp de un mes o tres semanas y hacemos temas así?'", recuerda el cantante y rapero. Y aunque ya estaba pensando en 166, el trabajo que publicó el año pasado, dijo "probemos" a la propuesta de juntarse a componer y desarrollar ideas. "Ahí lo llamamos a Santi Alvarado, que es un multistrumentista y productor que trabajó con muchos artistas de folklore. Entonces, de día hacíamos La vida era la más corta y de noche, 166". Esos dos discos convivirán pronto sobre el escenario más grande que Milo J haya pisado hasta ahora: el 18 de diciembre se presentará en Vélez.

Los antecedentes de La vida era más corta pueden rastrearse en las miradas del rock argentino hacia el folklore, pero más cerca en la aproximación del trapero Ysy A al tango, del español C Tangana a la música de su país en El madrileño, del borinqueño Bad Bunny a la bomba y la plena en Debí tirar más fotos, y de Kendrick Lamar con el jazz en To Pimp a Butterfly. "Siento que el artista para ser introspectivo o dar consigo mismo en un disco tiene que volver a una raíz, a un núcleo", explica Milo J. "Y eso por default te va a llevar a tu folklore. En el caso de Kendrick, por ejemplo, hace poco sacó GNX, que es tipo el hip hop que se hace en Compton. Es como un trapcito más recto. O lo que hizo Beyoncé con el country (en Cowboy Carter). Sí siento que más en estos últimos tiempos el artista tiene la manía de dar con su raíz, con su núcleo, para dar consigo mismo, también".

-Llama la atención que esa vuelta a la raíz sea en un momento tan oscuro del país en varios sentidos.

-Estamos en un momento rarísimo -no sé si oscuro, pero rarísimo-, hay que hacer muchas sociologías, porque si no te volvés loco. O te volvés loco haciendo sociología. Pero siento que se coordinaron muchas cosas sin querer.

-¿No te parece extraño que necesites tanto de encontrarte a vos mismo cuando tenés solamente 18 años?

-No sé si es una necesidad , quizás es más una curiosidad. Siento que muchos pibes de 18 tienen la misma incógnita en sus vidas. Estamos en un momento rarísimo y muy algorítmico también, como que todo sigue en la corriente. Entonces, al que se ve en tercera persona y más o menos ve lo que está pasando, le debe estar pasando lo mismo. Y quería usar el folklore como recurso para transmitir el mensaje, porque si tu mensaje es hacer folklore porque sí, no sé realmente qué llega. El mensaje era valorar un poco más la vida, por eso se llama La vida era más corta, también. El disco maneja un pesimismo constante. 

-Pero antes dijiste que no sabías si estos eran tiempos oscuros… ¿En qué diferenciás la oscuridad del pesimismo?

-No necesariamente el pesimismo viene arraigado a la oscuridad que sea que esté pasando el mundo ahora. Soy una persona muy enroscada, me hago mucho la cabeza por cualquier boludez. Siento que eso también lo reflejé en el disco. No sé, son un par de exageraciones bien logradas, bien retratadas, y creo que mucha gente se puede sentir identificada con eso, más que nada. Por eso digo que hay que valorar un poco más el ahora, el presente, disfrutar un poco más el momento. Siento que ese es el mensaje que quiero transmitir.

-Hablás de pesimismo y está la muerte dando vueltas por el disco en temas como "Niño" y "Recordé". Curioso, porque hubo compositores que más o menos a tu edad reflexionaban también sobre la mortalidad. Charly García hizo "Canción para mi muerte", Luis Alberto Spinetta arrancaba "Barro tal vez" diciendo "Si no canto lo que siento me voy a morir por dentro".

-Es terrible, es terrible. A mí me llama mucho la atención de los compositores de antes, que no los veo tanto los de ahora, cómo arrancaban los temas. Vamos a un ejemplo tipo, no sé, Joaquín Levinton (de Turf). "Pasos al costado" arranca "Nunca dormí tan poco, tal vez viva demasiado". Dejate joder, boludo (risas). Y yo nunca le había prestado atención por el ritmo, pero la letra es terrible. "No reconozco el punto justo donde hay que frenar". Ya está, me mató. Y recién arrancó. Son las primeras cuatro frases del tema. Se lo dije a Joaquín: "Amigo, no podés arrancar un tema así". Andá a saber lo que me contestó...

-¿A vos te preocupa que se te entienda de entrada?

-A veces querés transmitir el mensaje y a veces querés que suene lindo, buscás palabras lindas para mensajes boludos. O son mensajes súper profundos y capaz que no se entienden a primera vista. No sé, no lo pienso tanto. Pero sí admiro mucho eso de los compositores de antes.

-Más allá de la utilización del folklore y la música popular, el disco trabaja con el sample, el reciclaje y la edición, o sea que es muy hiphopero en su construcción.

-Sí. Y también viene muy arraigado a lo que incorrectamente le dicen música urbana esto de que no tengo una cronología sino que retrato distintas historias con un mensaje en común. Esa idea sí la tuve clara desde un principio: no quería seguir una cronología. De hecho, el nombre del disco completo que le iba a poner, pero era larguísimo, es La vida era más corta como historia no lineal y testimonio de los otros cuerpos.

-¿Podés diseccionarlo?

-Lo de "historia no lineal" es por esto de que no sigo una cronología. Y "testimonio de los otros cuerpos" es por este mensaje de que siento que varias emociones, varias historias se juntan en una misma presencia, que es este personaje que yo planteo en el disco. Y es un poco el mensaje del tema que fue el adelanto del disco, "Debajo de la piel", de no sentirse propio.

-¿Es un personaje? Porque dijiste que vos eras muy enroscado.

-Uso recursos míos para encarnar un personaje, pero me hago el boludo (risas). Pero sí, es un personaje.

-En el disco cantás y casi no rapeás. ¿Cómo te autopercibís? ¿Cantante, rapero, trapero?

-No sé, creo que cantautor. El rapero no deja de ser cantautor y el trapero tampoco. Sí en un momento para el marketing y todo eso se me metió en la música urbana, obviamente, con una escena que en ese momento existía y hoy ya pasó a ser otra cosa.

-¿No existe más la música urbana?

-No, es que está mal está mal dicho música urbana porque... ¿Por qué es urbana? ¿Por qué urbanizar un movimiento? Es raro decir "música urbana". Está mal dicho. Les da paja al clasificar artista por artista... y lo entiendo. Hubo un tiempo en el que más o menos todos hacían lo mismo.

-Pero vos dijiste que había una escena.  ¿No existe más?

-No. Si se fijan, lo mismo que estoy haciendo yo, lo están haciendo todos: están buscando su camino. Si ven lo que hace Tueno, Wos, Dillom o Emilia, todos hacen algo distinto.

-Neo Pistea volvió a las raíces del trap.

-Neo Pistea es el papá. Neo Pistea no volvió a las raíces: siempre estuvo ahí. Y me parece perfecto. Es el trap. Pero ya no hay una escena como tal y es también una forma de madurar de todos los pibes. Ya no se sabe qué música puede llegar a ser comercial. Y esto está buenísimo, también. En consecuencia, varios artistas buscan su propio sonido y formar su propio público. Ya no quieren que lo escuche todo el mundo: quieren tener su público que lo vaya y lo siga a todos lados. El fronteo ya no garpa tanto...

-¿Los artistas hablan de esos temas?

-Muchos productores, muchos artistas hacen mucha sociología sobre lo que está pasando porque les interesa saber qué les pasa a su público. Incluyéndome, de hecho. Tampoco es un análisis, pero sí como que siempre hablamos mucho sobre eso, filosofamos sobre la sociedad. Pero es loco como ya no sabés qué puede llegar a ser mainstream y qué puede llegar a ser under. O lo que antes era mainstream ahora es un nicho de under que tiene un público específico y viceversa. Sí, hablamos mucho de eso.

-¿Y cómo creés que va a tomar este disco tu público que está acostumbrado a 166?

-De hecho, ya vi un par de críticas a que vuelva el Milo de antes, que vuelva el Milo de flequillo... Pero si se sacan los prejuicios de encima, les va a gustar. Si no, no. Si van con prejuicio, a una primera escucha puede sonar raro. Y lo entiendo, yo también lo entiendo a mi público: cambio cada dos por tres. Esto ya lo pasé, de hecho. Ya me pasó con 111, que fue lo que saqué después de la sesión con Biza, cuando todo el mundo esperaba el álbum urbano de Milo J. Por eso no me molesta tampoco. Hago música para quien esté dispuesto a escucharla.

El "lado B" del disco

Versiones e invitados especiales

La vida era más corta tiene una especie de parte B en la que Milo J se corre de la composición. Ese segmento comienza con "Radamel", que en realidad es una versión de “Zamba para un bohemio guitarrero”, de Cuti y Roberto Carabajal, hecha mano a mano con el joven cantor santiagueño con cuyo nombre se bautizó al tema. Los Carabajal aparecen en "El invisible”, que habla de un cartonero, aunque para el rapero puede tener un sentido más amplio: "Toda persona marginada del sistema se puede sentir identificada con este letrón del Cuti. Justo él lo ejemplificó por el lado del cartonero, que capaz que es más visto. Es el invisible que se ve. El invisible que está, pero lo sacan".

El final es con Mercedes Sosa en una versión de "Canción del jangadero". "La voz de la Sosa es de una grabación con la Sole. Lo grabaron en un camarín del Gran Rex, creo que era por las dudas de que la Sosa no llegara a cantarla con la Sole. Al final sí llego, está el video en Youtube y todo. Y esa grabación que hicieron en el camarín quedó en protools sin usar. Esto fue 2007, creo. Yo tenía seis meses de edad... Pero bueno, muchos años después viene un muchacho, se llama Milo J, le va a mostrar su disco a Sony y Afo Verde se vuelve loco. Afo tira 'hay una sesión de la Sosa inédita' y al otro día se la manda a Tatool. No, era para largarse a llorar cuando escuchamos. Estuvimos produciendo el tema semanas y semanas, y lo último que hice fue grabar. Fue dificilísimo, la verdad. De hecho, pensé muy seriamente en dejar solo la voz de la Sosa".

Entre los temas "prestados" está otra de las joyas del disco, esta sí salida de la pluma de Milo J y con otro invitado de lujo. "'Luciérnagas' lo compuse la noche que falleció mi abuela, se lo dediqué a ella. Era muy fanática de Silvio Rodríguez, dato no menor. Yo falté a su funeral porque no quería afrontar esa situación y al otro día me mandé al estudio con la letra hecha. Le buscamos la melodía, todo, lo grabamos, lo estructuramos, toda la sequence. Y como arranca medio arpegio, medio trova, dijimos 'Uh, esto re va para Silvio Rodríguez'. En joda, porque el chabón es inalcanzable, francamente: no colabora con cualquiera. Y salimos a buscarlo por distintos lugares, por distintos amigos, por distintos contactos, por todo. En algún momento el chabón se iba a enterar de que lo estábamos buscando, por lo menos para que escuchara la canción, ni siquiera para que se sumara. Pero le llegó y le gustó mucho la melodía. De hecho, me mandó un audio de WhatsApp -reenviado, obviamente, no tengo el número de Silvio Rodríguez- en el que me preguntaba qué era 'cebar' y un par de términos más. Le contesté con un video de dos minutos explicándole todo lo que necesitaba saber, y lo grabó y me mandó las voces".

Homo Argentum

Personaje muy real

En la controvertida película Homo Argentum, Milo J se estrenó en la actuación haciendo de un desplazado. "No me costó tanto porque necesitaban a alguien de mi carencia física, para no entrar en detalles, y además que fuera tímido. ¡Era perfecto para mí!"", se ríe. "Lo que sí se me cruzaba mucho por la cabeza es que hay gente que vive eso todos los días. Hubo cierta parte de mi vida que viví mano a mano con esa gente como si fuese mi familia. Yo estaba en un club que se llama Fénix, un club completamente de barrio cuya función no era entrenar a los pibes sino que no estuvieran en la calle. De hecho, tengo varios amigos de ahí hoy en día que están muertos, presos o tienen todos los dientes paqueados. Es terrible, pero sí viví muy al lado de ese mundo siempre. Sé que no lo parece por la música que hago, pero es una realidad con la que estoy muy familiarizado. No necesariamente por eso hice bien el personaje, igual, pero no es que no tengo idea tampoco. Costar, costó, porque no soy actor y la verdad que soy bastante vergonzoso ya de por sí como persona. (Guillermo) Franchella lo hizo muy fácil también, por suerte. Fue una experiencia que me enseñó mucho".

Prohibición

Conocer un espacio de memoria

En febrero de este año, Milo J organizó una escucha pública de la edición ampliada de 166 en el Espacio Memoria y Derechos Humanos Ex ESMA, pero debió suspenderse porque el gobierno de Javier Milei no sólo presentó una medida cautelar ante la justicia sino que mandó tropas de varias fuerzas policiales para evitar que se realizara. "Francamente, no sé por qué lo hicieron", reflexiona ahora el rapero. "Sí fue un acto de provocación meter 20 mil pendejos en un espacio de memoria y que se enteren de cosas que no habían visto en su vida, seguramente. De parte del gobierno, eso lo entiendo, pero mientras se están prendiendo fuego partes del país, no nos olvidemos de eso. Tuve que irme de gira después de que pasó eso y la pasé como el culo. Fue tristísimo tener que presentar el disco primero fuera de mi país. La verdad, ni quiero acordarme de eso porque lo pasé re mal. Pero lo remonté como todo en mi vida: haciendo música. Terminé de producir el disco después de eso. Es así, es mi forma de expresarme, la verdad. No me arrepiento, igual, de haber querido hacer un show gratis para la gente. Nunca me van a sacar las ganas. En algún otro momento lo voy a hacer".

FAlkore

Ponerse la escarapela

La relación de Milo J con el folklore tuvo un inesperado cruce que resultados todavía más impensados. El rapero ya era fan de FA!, el ciclo/plataforma creado por Mex Urtizberea al que acuden artistas para correrse de sus repertorios habituales, por eso no dudó un instante en decir qué sí cuando le propusieron participar. Allí hizo "Negra murguera", de Bersuit, en compañía de la murga uruguaya Agarrate Catalina. "Hicimos esa sesión y quedó la buena onda con Mex. Es un chabón con el que combino increíblemente. Me siento muy reflejado en él y ese siente muy reflejado en mí. Dato no menor, cumplimos los dos el 25 de octubre. Iba a comer asado a la casa. No saben la tortilla de papa que hace ese tipo, man (risas)".

La relación prosperó y en un momento Milo se sumó a la dirección creativa de FA!, al punto de aportar el contacto de (y convencer a) artista como Tiago PZK de participar. "en los shows en Chile, jodiendo, se nos ocurrió lo de FA!lklore", recuerda. "Era un chiste, pero con mi vieja nos miramos y se nos ocurrió lo mismo al mismo tiempo. Y ahí como que arrancamos a formular la idea para llevársela a Mex, porque era crear una plataforma distinta dentro de una plataforma que ya existía. No sé, fue loquísimo la verdad. Más que nada para la gente de Buenos Aires. El primero fue re loco y hacer un Movistar Arena, 35 veces más loco. Piensen que los artistas folklóricos más conocidos a lo largo de todo el país vienen a Buenos Aires y hacen un teatro. Eso es rarísimo. Nunca lo entendí. Y ver en un Movistar Arena que las 15.000 personas cantan los himnos del folklore que son los temas... Vos decís, ¿por qué? ¿Por qué tuvo que venir FA!lklore para lograr un Movistar de Arena y que pase esto? En el camino me hice muy amigo de un par de los artistas. Fue un recorrido muy lindo. Me hice muy amigo de Cuti y Roberto. De hecho, tengo una casa ahí en La Banda, y mateamos y guitarreamos siempre. Bueno, de la Sole, antes de juntarnos a grabar también me hice muy amigo. Y conocí a varios de mis ídolos. Creo que eso es lo que más me llevo.

-¿Cómo surgió tu relación con Soledad?

-A la Sole yo la conocí a la 16 y hablábamos de cómo vivíamos las cosas a esa edad. Es una persona increíble, es "la tía Sole". Nada, es muy crack. Esa mina es como el Obelisco. Es como la milanesa, es como Maradona, no sé, sarpado. Merece más reconocimiento del que tiene. No sé, tiene que hacer un River, algo así. Y vuelvo a lo que decía del folklore, lo que se merecen estos artistas. Igual, este año está pasando algo con el folklore, más allá de lo de FA!lklore. En La Voz hay muchos cantantes muy buenos, estuvo el homenaje a Mercedes Sosa de (la plataforma de streaming) Olga, Cazzu también hizo cosas folklóricas... Es loco, justo este año nos pusimos la escarapela.