El médico Jorge Roitman fue secuestrado el 2 de diciembre de 1976 por una patota de la dictadura que lo llevó al Chalet, el centro clandestino que funcionaba en el Hospital Posadas. Allí trabajaba Roitman y allí despidieron ayer con aplausos sus restos, que tras ser encontrados en el mismo hospital fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense.

De Roitman se sabía que había sido secuestrado en su casa de Ramos Mejía y trasladado al Chalet, centro clandestino de detención de la dictadura y hoy sitio de la memoria y espacio de la Dirección de Derechos Humanos del hospital. Se sabía también que no había resistido las sesiones de tortura a las que fue sometido, pero no se tenía rastros de sus restos.

El 8 de noviembre pasado no obrero que hacía una zanja para un desagüe de una nueva construcción en el fondo del predio del Posadas encontró unos huesos. Entonces, intervino el juez federal Daniel Rafecas, quien investiga los crímenes de lesa humanidad cometidos por el Primer Cuerpo del Ejército durante la dictadura cívico militar, entre ellos los que tuvieron lugar en el Hospital Posadas, y le pidió al EAAF que identificara los restos.

Roitman fue enterrado a 60 centímetros de la superficie, cerca de una fila de palmeras que hay en el predio. La coincidencia entre los restos hallados y las muestras depositadas en el banco del EAAF por Alejandra y Diana Roitman, hija y hermana del médico, respectivamente, dio un grado de probabilidad de parentesco del 99,99 por ciento.

El cortejo con los restos de Roitman pasó ayer por el Posadas. El médico fue despedido allí por la comunidad del hospital con un caluroso aplauso, al grito de “Jorge Roitman presente, ¡ahora y siempre! 30.000 compañeros detenidos desaparecidos presentes, ¡ahora y siempre!”