El presidente Javier Milei y sus funcionarios dedicaron la tarde del jueves a sacar pecho por los números que arrojó la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, que dice que la pobreza en Argentina alcanza al 31,6 por ciento de la población en el primer semestre del año, la cifra más baja desde el 2018. En los municipios, se ve otra cosa.

No solo la Universidad Católica Argentina (UCA) a través de su Observatorio de la Deuda Social, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) cuestionaron la metodología y los datos que dio el organismo nacional, sino que desde las comunas bonaerenses del conurbano y el interior dieron cuenta de una compleja situación social que golpea a los más vulnerables.

El ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque, dijo que no hay articulación alguna con su par nacional, Sandra Pettovello, quien maneja los hilos de Capital Humano. Por ejemplo, tal contó en Gelatina, la Provincia le pidió suplir el 30 por ciento del presupuesto que demanda el Servicio Alimentario Escolar (SAE), unos 200 mil millones de pesos, pero Nación definió enviar 75 mil millones en tres cuotas, aunque de la segunda solo depositó la mitad. “Tres empanadas”, describió el funcionario.

“Se ha incrementado la solicitud de asistencia alimentaria, se ve un efecto muy complejo en las poblaciones vulnerables”, dijo a Buenos Aires/12 el secretario de Desarrollo Social de La Plata, Nicolás Carvalho. En esa línea, enumeró a los adultos mayores que cobran la jubilación mínima y están en “situaciones de pobreza extrema”; personas y asociaciones de discapacidad, que “están pasando por momentos muy bravos porque se complica mucho el pago de prestaciones”; niñez y adolescencia con problemas de consumo muy agudos. “O sea, hay cuestiones cualitativas que a lo mejor no salen en la medición de la pobreza, pero que se fueron agudizando en los últimos tiempos”, dijo.

A ello sumó la situación habitacional compleja que hay en la capital bonaerense. “En los últimos diez años fue la ciudad con mayor cantidad de asentamientos, incluyendo el asentamiento más grande de Latinoamérica, que es la de Planeadores. Eso deja aproximadamente 5.000 familias en condiciones habitacionales imposibles. El Municipio empezó a trabajar ya y va a presentar pronto un plan a mediano-largo plazo para trabajar a fondo con esas familias. Pero ahí sí se percibe situaciones realmente de una vulnerabilidad extrema en asentamientos y viviendas precarias”, detalló.

Desde Moreno, distrito del oeste del conurbano, la titular de Desarrollo Social, Lis Díaz, dio cuenta ante este medio que “la demanda de alimentos tuvo un aumento del 400 por ciento en promedio en 2024” y especificó que “el salto más importante se dio cuando hubo aumento de tarifas en abril y mayo del año pasado”.

La comuna a cargo de Mariel Fernández brinda asistencia alimentaria a familias vulnerables, personas con discapacidad, adultos mayores, personas celíacas, al tiempo que ofrece apoyo nutricional a esta población, al tiempo que asiste a espacios comunitarios como comedores, merenderos y ollas populares.

En números, mientras en febrero de 2024 la comuna entregó 1857 bolsones de alimentos distribuidos en 6 puntos de encuentro, para el mismo mes pero de este año, repartió 7.788 bolsones en 23 sitios. En agosto del año pasado, los puntos de encuentro ya eran 21 y recibieron 5.209 bolsones; en agosto de este año, los puntos de entrega ascendieron a 25 y la cantidad de bolsones a 9.260.

En el análisis que hicieron desde una comuna kirchnerista de la Tercera sección, desde donde prefirieron mantener la reserva, subrayaron que cada vez que se llevan a cabo acciones en los barrios, la gente manifiesta el malestar por la situación económica. “Dicen que no les alcanza la guita, con lo cual los datos de pobreza no sé de dónde lo sacan, claramente están metiendo mano a los números, porque no hay forma de sostener que eso sea real desde el momento que después van a votar y los matan en las urnas. Si la gente la estuviera pasando bien, si hubiera 10 millones de pobres menos, como dicen ellos que hay, la situación sería otra. Ni ellos se la creen”, evaluó un funcionario.

Desde Coronel Suárez, distrito de la Sexta sección electoral, la titular de Desarrollo Social, Marina Vigato, describió que en el distrito incrementó la demanda de asistencia, especialmente algunos meses después de los despidos masivos en la fábrica de calzado deportivo Dass, que ocurrió en el verano de este año.

En el área evaluaron que “inmediatamente no se percibió esa demanda porque la gente cobró la indemnización, pero hoy hay una demanda terrible de empleo. El fondo de desempleo se reduce, la indemnización se consume y el trabajo no aparece”.

“Otra demanda que vemos bastante es en los jubilados. Llegan por problemas para acceder a la alimentación y pagar el alquiler de viviendas”, marcó. “El monto que cubría la ayuda de alquiler en 2020 cuando asumí era el 40 o 50 por ciento del alquiler, pero en ese momento eran 8 mil pesos; hoy los montos de alquiler son totalmente diferentes, el que pagaba 19 hoy paga 800 mil. Esa ayuda entonces es obsoleta porque el Presupuesto no se incrementó”, lamentó.

Javier Vicente está a cargo de la Secretaría de Desarrollo de la Comunidad de Villa Gesell y describió que la comuna “atraviesa un complejo escenario económico” debido a los comercios cerrados y la construcción frenada, ante lo que surgen las “respuestas comunitarias”. Tal describió el funcionario de Gustavo Barrera a este medio, “los índices de consumo se contrajeron y la falta de trabajo se hace sentir con mayor crudeza en ciudades turísticas como la nuestra, cuyo motor productivo principal está vinculado a los servicios”.

En ese plano, sostuvo que en distintos barrios de la ciudad costera se multiplicaron los merenderos y comedores, impulsados por vecinos, espacios que son sostenidos muchas veces con recursos solidarios y se volvieron un sostén indispensable para cientos de familias.

“La Municipalidad de Villa Gesell, en articulación con la Provincia de Buenos Aires, acompaña estas iniciativas con un enorme esfuerzo, a pesar de la reducción de programas sociales dispuesta por el gobierno nacional. Desde abril, los ingresos de las familias que reciben ayuda alimentaria cuentan con un incremento mensual del 15 por ciento, buscando sostener el acceso a alimentos básicos. Además, se mantienen diversos programas de asistencia como el traslado de aproximadamente 180 personas por mes hacia Mar del Plata para la realización de prestaciones médicas de alta complejidad”, marcó Vicente.

A eso se sumó el operativo “Estar Cerca”, que incluye visitas y acompañamiento a vecinos y vecinas que no pueden trasladarse hasta la Secretaría para articular la entrega de medicamentos, la gestión de programas sociales y la atención a adultos de tercera y cuarta edad, así como a personas con movilidad reducida.

En tanto, en Bahía Blanca, la Municipalidad elaboró un informó junto al CONICET y la Universidad del Sur, que de cuenta de que una de cada cuatro personas de esa ciudad viven en hogares en “pobreza multidimensional intensa o severa”, esto representa al 25,6 por ciento de la población, que son más de 84.000 personas.

La encuesta que la Municipalidad utiliza como parámetro de acción se publicó a finales del año pasado y sostiene que la tasa de pobreza multidimensional en barrios vulnerables casi duplica a la tasa en barrios no vulnerables, al tiempo que la intensidad de la pobreza también es mayor; mientras que por fuera de barrios vulnerables también se identifican personas en hogares multidimensionalmente pobres.

Uno de los datos más impactantes tiene que ver con la inseguridad alimentaria que afecta a un 14 por ciento de la población bahiense. En concreto, se trata de hogares donde por falta de dinero u otros recursos, al menos uno de sus miembros come menos de lo que debe comer, se quedan sin alimentos; sienten hambre y no comen o, en el extremo, pasan un día entero sin comer.