Otro año más donde la producción teatral de las artes escénicas locales se reparte entre nuevas propuestas y el afianzamiento de algunas búsquedas de grupos más consolidados, mientras continúan y se acrecientan las estrategias para resolver los ya históricos problemas de las salas, la invisibilidad de los artistas rosarinos, rémoras de las administraciones públicas que en gran parte continúan sin resolver.

"El teatro independiente es una parte fundamental del ADN cultural de Rosario, creo que hay que darle a las salas y a la gente que hace teatro el apoyo que necesitan para desarrollar y difundir su arte", dijo una consecuente luchadora como la ex‑concejala Carola Nin, que fue autora de diferentes proyectos y un puente entre la comunidad teatral local y la clase política.

Esas palabras con las que Nin iniciaba el lanzamiento, a principios de este año, del "Mes de la Asociación de Teatros Independientes de Rosario en Buenos Aires", actividad realizada conjuntamente con Atir (Asociación de Teatros Independientes de Rosario), se inscriben en el marco de diferentes actividades que movilizaron a una buena parte de los teatreros locales.

Nin destacó, en esa oportunidad, la ventaja que da el trabajar con organizaciones como Atir, que centraliza el trabajo de varios grupos locales, acordando la selección, que incluyó una obra por sala. De esas, finalmente cinco propuestas viajaron para presentarse en el porteño Teatro Gastón Barral, perteneciente a la Fundación Uocra.

Otra modalidad que se está imponiendo en los últimos años es la presentación de la temporada teatral, a manera de una conferencia de prensa, organizada conjuntamente por Atir y la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario, lo que muestra en parte el intento por visibilizar tanto el trabajo de los artistas locales como los lugares donde se desarrollan estas actividades.

"Cuando pienso en la cooperación, pienso en Atir, una asociación que puede existir y desarrollarse gracias a este concepto de cooperación, haciendo que estos espacios sigan existiendo y puedan ser visibilizados por los medios. En especial por algunos compañeros periodistas que han sido en su vida teatristas y entienden y valorizan mucho más nuestro trabajo", dijo el reconocido director teatral Walter Operto en ocasión de lanzar la temporada 2017 desde la sala La Nave.

De alguna manera las palabras de Operto sintetizaban las expectativas históricas que los teatreros independientes rosarinos vienen alentando desde varias generaciones y que apuntan a fortalecer desde la producción y la difusión la necesidad de un auténtico compromiso por parte de los organismos oficiales.

En sus breves años de gestión, Carola Nin presentó cerca de 200 proyectos, todos relacionados con las necesidades de los hacedores de la cultura local, una rara avis de la política que propuso y consiguió la eximición del pago del Derecho de Registro e Inspección (Drei) y de la Tasa General de Inmuebles (TGI), a las salas de teatro.

"El Concejo aprobó esta iniciativa y eso no sólo ayuda a las 11 salas de teatro independiente que tiene hoy Rosario y a su público, sino a cientos de actores, músicos y trabajadores", dijo Nin, mientras bosqueja un balance de su actividad fundada en la voluntad política y el compromiso.

Uno de los grupos de mayor trayectoria en la ciudad, Esse Est Percipi, recibió un doble reconocimiento a su producción tanto teatral como editorial: el libro Esse Est Percipi 20 años en la construcción teatral desde Rosario y la obra Vittorino Pacheco, recientemente re‑estrenada, fueron declarados De Interés Municipal por el Concejo.

Este año también fue declarado Periodista y Artista Distinguido de la ciudad de Rosario el histórico dramaturgo, director y colega Walter Operto. La edición 16 de los tradicionales Premios "Gordillo" --que llevan el nombre de una de las batalladoras de la historia del teatro rosarino, creadora y precursora de esta movida--, el director Eduardo Ceballos (Director y Dramaturgo Distinguido) y el Grupo La Estación, fueron también de la partida, gracias a la iniciativa de la ex concejala.

 

Gentileza Guillermo Turín Bootello
Miguel Bosco interpretando a Saverio, en la notable adaptación de Santiago DeJesús.

 

 

La movida teatral arranca en verano

Siguiendo la modalidad de los últimos años, la cartelera local desafió el estigma veraniego y las altas temperaturas y con el impulso del exitoso Un Verano Fresquito (organizado por el Teatro Municipal La Comedia) se lanzó a una diversidad de movidas teatrales como La Santa Fe en el Rayo, ciclo de teatro de verano organizado por El Rayo Misterioso, y Formatos de todos lados, del Teatro de La Manzana. Estas propuestas coincidieron en una programación que mixturó las estéticas teatrales de plazas que tienen mucho en común como Rosario y Santa Fe.

La actriz y directora Laura Copello, responsable de La Manzana, dijo a este diario que la iniciativa surgió a partir de haber quedado seleccionada esa sala dentro de el programa Escena Santafesina del Ministerio de Innovación y Cultura, en la categoría Programaciones. La propuesta "pretende ser un espacio en el que, además de mostrar sus obras, los artistas puedan contar cómo es producir en cada lugar de origen y así poder debatir acerca de los diferentes formatos de producción", dijo Copello.

En otros formatos y a mediados de este año, el Centro Cultural La Nave presentó la edición 2017 del ciclo de obras breves Historias Mínimas, que en su cuarto año de realización integró 15 elencos con diferentes obras teatrales. De esta forma, en una noche el espectador pudo ver tres obras, una a continuación de la otra, de diferentes directores y temáticas, pagando un precio popular por la entrada. El formato teatral consistió en obras breves de 20 y 30 minutos, muchas de ellas estrenos, de diversas poéticas, representadas por grupos de la ciudad de Rosario y localidades vecinas.

 

Gentileza Guillermo Turín Bootello
Severo Callaci, figura del teatro local, en "El ángel de la valija".

 

 

Un teatro que integra poéticas

Este año, La Comedia Municipal de Teatro "Norberto Campos" produjo una de las propuestas de mayor solidez en lo que va de las cinco ediciones que generó desde sus comienzos: Saverio, el cruel (o la farsa del Coronel), adaptada y dirigida por Santiago DeJesús.

La propuesta, basada en el texto de Roberto Arlt (uno de los grandes escritores argentinos de todos los tiempos, cuyas obras teatrales no registran en esta ciudad muchas versiones recordadas), vuelve a poner en valor la creación de La Comedia Municipal, que también opera como puente entre las dramaturgias locales, nacionales e internacionales y el público.

Dejesús confió en un elenco integrado por actores como Miguel Bosco, responsable de un Saverio armado a partir de su particular estilo de actuación, María Belén Ocampo en el complejo rol de Susana, saliendo y entrando con solvencia de los momentos más complejos, y una dúctil Gabriela Bertazzo, que da cuenta con talento de Julia y Simona.

Sosteniendo esta estructura dramática, Nicolás Carlos Terzaghi como Pedro, Micael Genre Bert componiendo a Juan y a Irving Esse, y Ludmila Bauk como Luisa, completan un equipo actoral que sostiene los diferentes registros que propone la dirección.

La escenografía de Lucas Comparetto y Guillermo Haddad y la música original compuesta por Atilio Basaldella son el soporte necesario para una versión que cobra dramática vigencia frente a los acontecimientos que acontecen en nuestro país y en el mundo.

Uno de los objetivos prioritarios de esta joven Comedia Municipal fue la recuperación de una franja mayoritaria del público que se mantiene alejada de las producciones locales. Precisamente en esta 5ª edición los reglamentos priorizaron la posibilidad de generar espectáculos diseñados para ser presentados en diferentes barrios rosarinos, y en espacios no convencionales, más allá del tradicional estreno en la sala oficial del Teatro La Comedia.

 

Una contienda épica

La Batalla del Parque España fue uno de los acontecimientos inéditos que constituyó una experiencia única y efímera. Una obra épica conformada por más de 100 actores, un coro y una marioneta gigante, que contó con la dirección general de Paula Manaker, Tania Scaglione y Federico Tomé.

La propuesta se abrió desde el comienzo a toda la comunidad, invitando a los que querían participar de los talleres abiertos para construir la impresionante Grete, una marioneta, coordinados por Ange Potier.

Todo resultó innovador: las tradicionales conferencias de prensa fueron transformadas en un Conversatorio entre los periodistas y algunos integrantes del elenco, en un itinerario que desembocó en una marcha que acompañó a Grete por las calles de la ciudad, hasta la esperada contienda en la explanada del Parque España y en el interior del Teatro Príncipe de Asturias.

 

"Grotesca Suit criolla", de Colectivo Bondi.

 

 

Una suit para el grotesco nuestro de cada día

Otro de los trabajos destacados del 2017 fue Grotesca. Suit Criolla, que posiciona al grupo Bondi‑Colectivo Teatral, dirigido por Hernán Peña y Cielo Pignatta, como uno de los colectivos más jóvenes y creativos de la escena local. Bondi, que debutó el año pasado con una impactante versión de Antígona Vélez, de Leopoldo Marechal, reaparece con un auténtico homenaje al grotesco criollo a partir del despliegue de 19 actores, actrices y músicos que dan cuenta de varias historias que tienen que ver con inmigrantes y seres que deambulan buscando una identidad.

Al recalar en tiempos de grandes frustraciones, como aquellas de los años 30, el público puede evocar la inminencia de un nuevo grotesco en estas épocas que se parecen tanto y que Grotesca. Suit Criolla evoca a partir de la vertiginosidad de una puesta que no da respiros.

Surgido de los talleres de la Comedia de Hacer Arte, el grupo Bondi demuestra que se puede trabajar en forma independiente con una cantidad importante de integrantes, tratando de llegar a la profesionalización del oficio sin bajar la calidad ni la intensidad de las propuestas estéticas.

 

Medina y el regreso de las Litófagas

El director y maestro teatral Oscar Medina volvió a sorprender con una remake de una de las obras más emblemáticas del teatro rosarino: Litófagas, escrita por el creador del Rayo Misterioso, Aldo El-Jatib.

Una vez más, Medina confía en la capacidad de sus discípulos, como lo hizo en los 90 con aquellos inolvidables Pablos (Palavecino y Razuk) ahora reemplazados por dos nuevas revelaciones actorales: Leandro Doti y Mauro Lemaire.

Una puesta con la magia con la que el director de Bodas de sangre seduce al espectador y que recae una vez más en el cuerpo de sus actores‑litófagas, envueltos en diferentes vestimentas que irán encapsulándolos como a gusanos que pronto romperán esas mortajas para volar como crisálidas, mientras las escobas siguen barriendo un espacio tan misterioso como fatídico.

 

Rody Bertol y El Arbolito rojo

El Arbolito rojo (La vida civil de los actores), manifiesto del grupo Rosario Imagina --también distinguido este año junto a su director, el histórico Rody Bertol--, marcó un punto de inflexión y reflexión acerca de la historia personal del director, secuenciado a partir del formato ensayo.

Como una especie de homenaje también a su maestro Alberto Ure --que destacaba la fuerza transgresora de los ensayos, donde los actores se transformaban, según sus palabras, en "una tribu perdida, cruzando un territorio ajeno"--, Bertol y su elenco nos reciben a la entrada de su estudio de la calle Salta, donde se ensayaron gran parte de sus obras.

Allí, a manera de una ceremonia íntima, se produce una especie de confesión entre actores y público, a través de los recuerdos de Bertol, transformados en disparadores dramáticos.

 

Leandro Doti y Mauro Lemaire protagonizan "Litófagas", dirigida por Oscar Medina.

 

 

Un encuentro poético

Otra de las jóvenes figuras del teatro local (que viene consolidando sus búsquedas como actor, docente y director teatral) es Severo Callaci, que deslumbró al público con El ángel de la valija, unipersonal construido y dirigido con Sergio Mercurio (El titiritero de Banfield). En este espectáculo Callaci interpreta a Ezequiel Sanguinetti, un tipo común hasta el momento en el que se le encomienda una tarea muy especial: "ser un ángel".

Este desafío impulsa al protagonista a recrear diez personajes, narradores a su vez de una historia entre el cielo y la tierra, el apego y la libertad, una auténtica maratón teatral que permite armar y desarmar esos seres que salen eyectados del cuerpo del dúctil Callaci.

 

Mirando a los ojos de la muerte

Finalizando el año y en el marco de la celebración de los 25 años de La Manzana, llegó Bailemos sobre las cenizas, Hamlet, un espectáculo estrenado en Jujuy con el sello del director Ricardo Arias, basado en un texto de la escritora Elena Bossi, e interpretado por el itinerante actor y director Rodolfo Pacheco.

"No les voy a contar ni a explicar Hamlet. Voy a hacer un ritual, pequeñas ceremonias para enfrentar a la muerte, mirarla a los ojos. Hamlet me ayuda", dice el actor en una inquietante ceremonia donde el público es invitado a un sueño íntimo, una confesión que tiene mucho del biodrama y que retornará el año próximo a la misma sala.

A comienzos de este año, el creador del grupo Producciones la Vuelta del Siglo realizó en la misma sala cuatro funciones de un auténtico y ancestral ritual anticipando la realización del carnaval jujeño, incluyendo la obra Jueves de comadres, del reconocido Jorge Accame.