La encuesta del CEOP exhibe que el gobierno de Mauricio Macri y el propio presidente volvieron a caer en números negativos en su evaluación personal. Hoy son claramente más lo que opinan mal o muy mal del primer mandatario que los que opinan bien o muy bien. El saldo es negativo: menos once puntos. Pero además hay muy mala evaluación en dos temas en los que el primer mandatario hizo mucho hincapié en las promesas de campaña: la lucha contra la pobreza y la inflación. En ambos rubros, la opinión pública es muy crítica. 

“Cuando los argentinos tienen que llevar a cabo el balance de lo gestionado por Cambiemos a lo largo de este 2017, la insatisfacción salta a la vista. En tal sentido, se detecta un balance mucho más negativo que positivo, incluyendo a una porción importante de aquellos que lo votaron en las presidenciales de 2015 .Pero lo más grave de esta evaluación, es que también se relaciona en forma directa y contundente con las promesas de campaña. ¿Qué pasó con las promesas? Todo indica que poco y nada. Esta insatisfacción ronda entre el 70 y el 80 por ciento en cuatro indicadores: control de la inflación, combate a la pobreza (el peor índice de insatisfacción), promoción de la igualdad y combate a la inseguridad”.


Evaluación de Mauricio Macri


Nada menos que el 77 por ciento tiene una opinión negativa sobre la gestión de Cambiemos en el combate contra la pobreza. Es un dato casi obvio si se considera que una amplísima mayoría considera que la administración Macri favorece a los más ricos, tal como se verificó en la anterior encuesta del CEOP. El 70 por ciento de los ciudadanos tienen esa opinión. Parece cantado que esa mirada negativa se incrementó mucho con la reforma previsional a raíz de que se hizo público que se le está haciendo un recorte a uno de los sectores más desprotegidos, los jubilados. 

También la gestión en materia de inflación recoge muy malos resultados. Esta misma semana, el gabinete económico tuvo que presentarse en conferencia de prensa para cambiar las metas de inflación. La encuesta se hizo en ese marco y tiene cierta lógica que los números no sean buenos para la Casa Rosada. Es que transcurridos dos años de administración macrista, la suba de precios es similar a que se registraba durante el gobierno de Cristina Kirchner. Para peor, se hicieron públicos inminentes aumentos en una larga serie de aspectos, empezando por el boleto de colectivo y de subte. También se vienen incrementos en nafta, peajes, prepagas, luz, gas, agua. En ese clima es muy difícil que el encuestado tenga buena opinión sobre la cuestión inflacionaria. 

“La política, en cambio, es la única variable con evaluación positiva -señala Bacman-. Fue exitosa durante la campaña electoral al antagonizar con el modelo kirchnerista y la figura de CFK y sigue siendo exitosa, con un fuerte grado de asociación con la justicia, en la lucha contra la corrupción. Obviamente, solo con una vara asimétrica. Una vara que pone en el banquillo de los acusados, y también en prisión,únicamente a funcionarios del gobierno anterior”. 

La combinación de todos los elementos en juego en la opinión pública de todas maneras le redondea un saldo negativo a la Casa Rosada. Mauricio Macri termina 2017 retrocediendo del pico de buenas opiniones que tenía en época de las elecciones y vuelva a tener un 52,8 por ciento de ciudadanos que opinan mal o muy mal del Presidente, frente a un 41,9 que lo ven bien o muy bien. Los números son parecidos a los de fines de 2016 y notoriamente peores que al comienzo de la gestión, en diciembre de 2015, cuando tenía un superávit de veinte puntos entre opiniones positivas y negativas. Hoy tiene un déficit de once puntos.


Combate a la pobreza


Control de la inflación