El mar también tiene fronteras. Al menos, así lo determinan los tratados del mar actualmente vigentes, cuya jurisdicción acepta la mayor parte de los países del mundo. Estas normas establecen líneas invisibles que delimitan las porciones de mar sobre las que cada estado tiene soberanía. De acuerdo con estas normas, Israel no tenía ningún derecho a asaltar las embarcaciones de la Flotilla de la Libertad el pasado 1 y 2 de octubre.

No es la primera vez que esto ocurre. Contando con esta última, de las 21 expediciones que ha realizado la Coalición Internacional de la Flotilla de la Libertad, el ejército de Israel ha asaltado o atacado 16. En 2010, la incursión de los militares se saldó con el asesinato de nueve activistas turcos que se opusieron al abordaje.

En otras ocasiones, los barcos han sido saboteados por drones. Los últimos ataques de este tipo tuvieron lugar el 24 de septiembre, cuando varios barcos fueron alcanzados por proyectiles y sustancias químicas cerca de Creta. El anterior ataque tuvo lugar en el puerto de Sidi Bou Said (Túnez), es decir, en aguas bajo la soberanía del país africano. En mayo, un ataque con drones averió el motor del Conscience, el barco con el que los activistas de la Flotilla planeaban zarpar hacia Gaza. En el momento de los impactos, el navío se encontraba en el límite de las aguas territoriales de Malta.

Todos estos ataques se produjeron en puntos en los que Israel no tenía soberanía. De hecho, Tel Aviv nunca ha reconocido la autoría de estas agresiones. Tampoco la ha negado, pese a las acusaciones de los activistas de la Flotilla y a los hallazgos de una investigación periodística que coloca al Estado sionista como principal sospechoso de los ataques. Ahora bien, ¿son ilegales estos ataques? ¿qué leyes infringen?

Nociones básicas: Mar Territorial, aguas contiguas y ZEE

Para responder a estas preguntas hace falta definir algunos conceptos sobre derecho marítimo. Lo primero que hay que saber es que el término "aguas internacionales" no es un concepto jurídico, sino una forma coloquial de referirse a las zonas marítimas de libre navegación. Es decir, aquellas por las que cualquier barco tiene derecho a viajar siempre que se cumplan determinados requisitos. Estos varían según la distancia que lo separan de la línea de costa del estado más cercano.

Así, el trozo de mar que hay entre la costa de un país y las primeras 12 millas marítimas -22,2 kilómetros- es el Mar Territorial de dicho estado. Este tiene completa soberanía sobre él, lo que convierte a esta porción de agua en parte de su territorio. En él, el estado ribereño puede disponer del subsuelo, del lecho marino y del cielo que lo cubre. Si la Flotilla hubiese entrado en dicho perímetro, Israel habría tenido legitimidad para intervenir en sus aguas. Pero la Flotilla nunca entró en su mar territorial.

A partir del kilómetro 22,2 hacia dentro del mar comienzan lo que se entienden como "aguas internacionales". Estas están compuestas por las aguas contiguas, la Zona Económica Exclusiva (ZEE) y, por último, alta mar. Las aguas contiguas de cualquier país son la masa de agua que se encuentra entre el límite final del Mar Territorial y las próximas 12,2 millas. Es decir, entre el kilómetro 22,2 y el 44,4 desde la línea de costa. En esta porción de mar, el país ribereño podría ejercer su soberanía únicamente para cuestiones aduaneras, de fiscalidad, inmigración y protección del medio ambiente.

Tras las aguas contiguas se encuentra la zona económica exclusiva (ZEE),que abarca desde el inicio de las aguas territoriales hasta las 200 millas náuticas. Es decir, 370,4 kilómetros mar adentro desde la línea de costa. El país ribereño puede hacer uso de estas aguas únicamente para explotar sus recursos. A veces, dos o más países vecinos llegan a acuerdos para disponer de los recursos de la ZEE de uno de ellos. Por el momento, no ha trascendido que Israel o Egipto hayan cerrado un acuerdo de este tipo, que en cualquier caso no permitiría a Israel realizar maniobras militares en él, salvo que El Cairo lo permita. De hecho, la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR), uno de los tratados más relevantes sobre derecho marítimo internacional, establece que ningún país puede realizar maniobras militares fuera de su mar territorial. Ni EEUU ni Israel firmaron nunca este acuerdo.

Razón 1: No se encontraban en sus aguas territoriales

Según las últimas coordenadas registradas por los dispositivos de geolocalización de la Global Sumud Flotilla, la mayor parte de las embarcaciones detectadas entre el 1 y el 2 de octubre se encontraban, o bien en la zona económica exclusiva de Egipto, o bien en sus aguas contiguas o en las de la Franja de Gaza. Según las últimas informaciones, únicamente el Mikeno, uno de los 44 barcos que componían la expedición, logró entrar en el mar territorial de Gaza. Sobre estas aguas sólo tendría soberanía Palestina, cuya autoridad se encuentra dividida entre Hamás -defenestrado después de dos años de genocidio- y la Autoridad Nacional Palestina.

El Mikeno se ha convertido así en el primer barco en 26 años que ha logrado navegar libremente por el mar territorial gazatí, rompiendo el bloqueo ilegal impuesto por Israel a la Franja de Gaza en 2006. La última vez que un barco logró esta hazaña fue en 2009, cuando el incipiente proyecto de la Flotilla de la Libertad logró arribar a las costas gazatíes.

La Asamblea General de las Naciones Unidas, así como otros organismos de la ONU consideran ilegal el bloqueo israelí que pesa sobre la tierra, el mar y el aire de los gazatíes. De hecho, esta estrategia ha asfixiado a los pescadores palestinos, que sólo podían alejarse un par de millas de la costa para pescar. En la mañana del 2 de octubre, debido a las distracciones generadas por la Global Sumud Flotilla, los pescadores gazatíes han podido salir a pescar más allá de esos límites por primera vez en años, tal y como ha informado una de las observadoras a bordo del barco de apoyo legal de la expedición.

Razón 2: No se cumplían las excepciones recogidas en la ley

Dentro de todas las fronteras marinas, la ley internacional exige el cumplimiento de unas normas básicas, como no comprometer la seguridad del estado ribereño. Israel ha alegado en otras ocasiones que el hecho de que la Flotilla navegara por "sus aguas" ponía en peligro sus objetivos militares. Ejemplo de ello fue el asalto del Madleen en la zona económica exclusiva de Egipto el pasado mes de junio. Entonces, Tel Aviv aseguró que el asalto se había llevado a cabo por sospechas de que la Flotilla estuviera realizando maniobras de contrabando.

Sin embargo, este argumento sigue chocando con otro hecho, y es que la Flotilla nunca llegó a entrar en aguas sobre las que Israel tuviera algún tipo de soberanía. Como ocurriera con el Madleen, la mayoría de los barcos de la Global Sumud Flotilla se encontraban en la zona económica exclusiva de Egipto cuando fueron interceptados. Sólo el Mikeno navegaba aguas palestinas, no israelíes.

Tampoco tuvo lugar otra excepción recogida en la CONVEMAR y que hace referencia a que un estado puede detener a otro en los casos en los que el pabellón bajo el que navega la embarcación -es decir, el país de la bandera que hondea en el mástil del país- lo permita. Los barcos de la Flotilla llevaban banderas españolas, británicas, griegas e italianas, entre otras. No ha trascendido que ninguno de estos países haya permitido a Israel asaltar sus barcos.

Razón 3: La Flotilla llevaba ayuda humanitaria

La CONVEMAR y el Manual de San Remo sobre el Derecho Internacional aplicable a los conflictos armados en el mar -ambos documentos no vinculantes pero referentes en lo relativo al derecho del mar- reconocen la necesidad de abrir corredores humanitarios que permitan hacer llegar a la población civil objetos básicos para su supervivencia. Dado que la Flotilla de la Libertad cargaba ayuda humanitaria, de acuerdo a ambos escritos, sus barcos no deberían haber sido detenidos.