El gobierno de El Salvador, presidido por Nayib Bukele, dictaminó la prohibición del lenguaje inclusivo en las escuelas públicas de su país. Esta nueva restricción se suma a las estrictas normativas de vestimenta y cortes de pelo anunciadas en el pasado mes de agosto.
"Desde hoy queda prohibido el mal llamado 'lenguaje inclusivo' en todos los centros educativos públicos de nuestro país", anunció Bukele en su cuenta oficial de la red social X, ex Twitter, a la vez que citaba una publicación de la militar y Ministra de Educación, Karla Trigueros. La funcionaria había sostenido que "garantizamos el buen uso de nuestro idioma en todo material y contenido, además de proteger a la Primera Infancia, niñez y adolescencia de injerencias ideológicas".
Además, la responsable del área educativa del país centroamericano expresó que "palabras como 'amigue, compañere, niñe, todos y todas, alumn@, jóvenxs, nosotrxs' o cualquier otra deformación lingüística que aluda a ideología de género no será admitida". Esta medida abarcará a las más de 5100 escuelas públicas de El Salvador, así como a las dependecias públicas de dicho ministerio, a los materiales de estudio y a "circulares, documentos administrativos, correspondencia" de acuerdo con la responsable de la cartera.
Nayib Bukele gobierna en su nación desde el año 2019, pero antes de obtener la investidura presidencial decía sostener las luchas del colectivo LGBTIQ+, promesa que se desgastó velozmente. En el mismo sentido se propuso una estrategia que consiste en un mayor control y disciplina del sistema educativo tras su reelección el año pasado, por lo que no es la primera transformación retrógrada y podría no ser la última.
Ya en 2024 había ordenado que el Ministerio de Educación quite toda temática de género presente en libros y guías, mientras que este año, en la última Conferencia de Acción Política Conservadora admitió que ve con buenos ojos "que la currícula no lleve ideología de género". Contra este tipo de medidas y posturas el gremio de docentes Frente Magisterial Salvadoreño denunció la "militarización" de su sistema educativo.