En los años treinta, el pionero de la abstracción Emilio Pettoruti soñó con un museo itinerante que recorriera las plazas en un camión, al que llamó El Vagón de Arte. La idea era que este transporte pudiera exhibir obras en pueblos y ciudades de la provincia de Buenos Aires, acompañado de material educativo y personal especializado. 

El plan nunca se concretó, pero quedó como antecedente de un deseo: imaginar el museo más allá de sus muros y sus obstáculos (edificio, presupuestos, gestiones, intereses individuales, etc.). Hoy, casi un siglo después, el Museo del Devenir retoma esa imaginación de un museo en movimiento, sin sede fija, que se arma y desarma según los territorios que lo reciben. Su propuesta, atravesada por la performance, el video y la fotografía, encuentra un eco histórico en aquel proyecto modernista de Pettoruti, aunque desde otro lugar político: el de las disidencias cuir, indígenas, travestis y subalternas.

Hace una semana, el Museo del Devenir abrió su primera muestra en el Centro Cultural de España en Buenos Aires, con una exposición que tiene el espíritu de un manifiesto artístico y político. Itinerante y sin sede fija, el MdD nació hace exactamente un año en Tilcara, Jujuy, durante la tercera edición de la residencia de creación NOA. Allí, el curador Guad Creche propuso imaginar un “museo marica” en la región donde había nacido y a la que estaba regresando a vivir luego de largos años de trabajo en Buenos Aires.

En ese contexto conoció a Sharon Renata Mendoza, una activista trans que durante años fue directora del santuario de la Virgen del Abra de Punta Corral. Sharon había prometido confeccionar tres vestidos para la Virgen —un rito local de tres años de duración— a cambio de ayuda divina en sus estudios de modista. Cumplida la promesa, pasó de coser los vestidos sagrados a coser las banderas de la Marcha del Orgullo. Su salida del clóset, transmitida en la radio local, marcó un punto de inflexión para la creación del museo.


“Cuando escuché su historia supe que era el corazón de la muestra”, cuenta Creche en diálogo con SOY. Con la colaboración de Mayra Nieva, registró en video una entrevista filmada entre el santuario y la residencia artística. Esa pieza, junto con las banderas confeccionadas por Sharon, se convirtió en el eje de la exposición. Estas se despliegan por el CCEBA como grandes insignias de la comunidad LGBTIQ+ norteña.

Desde allí, el Museo del Devenir fue tejiendo una red con otrxs artistas del norte argentino —sobre todo de Salta y Jujuy—, que trabajan con fotografía, performance y video. Los formatos digitales no solo responden a una elección estética, sino también a una necesidad práctica: obras que pueden viajar en pendrives y desplegarse en cualquier institución que reciba al museo. El MdD también abre el juego sobre qué puede ser —o no ser— considerado una obra de arte. Sus propuestas parten de condiciones materiales concretas: artistas que crean piezas efímeras, gestos insertos en rituales o procesos irrepetibles. No hace falta llegar a un objeto terminado; basta con registros en fotografía o video para dar cuenta de esas acciones. Al hacerlo, el MdD cuestiona los parámetros de “calidad” que históricamente han dejado afuera a muchxs artistas y prácticas.

La muestra reúne producciones de Cuerpes (Exequiel Ramos, Martín Soria y Natalia Lorenzetti), Duen Neka’hen Sacchi, Ivana Salfity, Mar Pérez, Mario Llullaillaco, Masi Mamani, Matías de la Guerra, Matisto, Quillay Méndez, Rosario Mitre, Sharon Renata Mendoza y Tiziano Cruz. En ellas se percibe un interés por el sincretismo entre rituales ancestrales y estéticas contemporáneas, la moda, la presencia de cuerpos marrones y todos aquellos imaginarios que rara vez llegan a Buenos Aires. Son producciones que nacen desde los territorios y los cuerpos disidentes, atravesadas por la identidad, el activismo, la fantasía y la denuncia del extractivismo.

Un museo no tiene por qué ser solo un regulador del mérito, la consagración o la calidad. También puede convertirse en un espacio de conversación y debate. El Museo del Devenir se plantea como una plataforma para visibilizar modos de sentir y pensar desde las disidencias del norte, con la intención de transformar los criterios de lo que se entiende como “buen” o “mal” arte. En última instancia, su gesto es claro: cuando no te sentís representado por el arte, lo más poderoso puede ser inventar tu propio museo.

Museo del Devenir se puede visitar de lunes a viernes de 10 a 19 h, sábados de 12 a 18 en el CCEBA, Paraná 1159. Entrada libre y gratuita.

La muestra estará acompañada de dos actividades:

Viernes 24 de octubre – 18 h.
Programa doble de performances:

  • El último rito” a cargo de Quillay Méndez y Masi Mamani.
    Invitada: Aldana Bello

  • Machito” a cargo de Martín Soria

Viernes 28 de noviembre – 18 h.
Conferencia performativa:
WAWASKUNA - [en el río un niño se despide de su madre]” a cargo de Tiziano Cruz.