En su editorial, la periodista y conductor de La García, Cynthia García, analizó el “ciclo de violencia” que giró alrededor de la expresidente Cristina Kirchner durante toda su trayectoria en la política y que tendrá este miércoles, cuando se conozca el veredicto del tribunal federal sobre la causa que investiga el intento de magnicidio en su contra, un nuevo episodio, ya que no se ahondó sobre la rama política e intelectual del atentado en un juicio que fue escasamente cubierto en los medios de comunicación.
El editorial de Cynthia García
Hoy se va a conocer el veredicto por el intento de magnicidio contra la expresidenta Cristina Kirchner. Y quería hacer eje en un par de cuestiones. Primero, la naturalización de todo lo que le ocurre a Cristina. La naturalización de la violencia que se ejerció sobre ella sobre todo su mandato. Hemos naturalizado esa violencia. Y me incluyo como sociedad. Aquí le cabe a cada cual el saco que se quieran poner, o no.
Pero, como comunidad, la violencia que se ejerció durante todos los años que fue mandataria, funcionaria, política en ejercicio, porque ahora está proscrita y no puede ni siquiera eso, fue un ciclo de violencia. La constante alrededor de violencia fue el crecimiento proporcional de la violencia a su hacer político. Mientras más arremetía contra los poderes, de la manera en la que se pudo, en la que no hubo otro gobierno que confrontó con los núcleos de poder en Argentina y en la construcción de la Patria Grande, que implica plantarse frente a los injerencistas del monomundo que pretende Estados Unidos en su decadencia imperialista, más crecía la violencia.
Cristina fue parte de esa trama. Y la trama tiene distintos contenidos. Porque es lo que contiene una narrativa, hechos, sucesiones de construcciones de sentido. En proporcionalidad a su ejercicio político, a su transformación en términos de lo que hizo Cristina, para transformar la vida de las grandes mayorías hacia mejores lugares de poder adquisitivo. Por ejemplo, de poner la política de Derechos Humanos como política de Estado.
El intento de magnicidio no lo hemos presenciado. Lo tenemos de oídas. Fuimos viendo algunas de las declaraciones. Pero quedó a un costado. O eso es lo que percibo. Quedó a un costado la acusación y todo el debate oral del juicio. Hoy se van a escuchar las últimas palabras de los acusados y el Tribunal se va a expresar. Se pidieron condenas de hacer 15 años para Sabag Montiel y Brenda Uliarte Y digo que está naturalizado, porque ese intento de magnicidio que tuvo como autores materiales a Sabag Montiel y Brenda Uliarte, que fueron desentrañadas de manera lateral a la atención pública, pero nunca se profundizó sobre la pista política.
Y esto también se naturalizó. Cuando hablo de naturalizar hablo de una sociedad que ve pasar las cosas por al lado. No nos hemos detenido lo suficiente. No hemos hecho lo suficiente. No nos hemos detenido en lo que implica este intento de magnicidio, este veredicto que se conocerá hoy. Que será, además, visto por Cristina desde la prisión domiciliaria.
Ayer hacía zapping sobre la televisión y la coyuntura y editorialistas, para explicar a Espert, recurrían a Cristina. Para explicar el contexto, decían, qué hablan de Espert si Cristina... siguen ejerciendo violencia. Ese es el dato de la época. La violencia que se arrojó sobre las espaldas de Cristina Kirchner no fue del todo visibilizada. No fueron toneladas de pruebas que la llevan a la condena, sino que, peor aún, es el intento de muerte cívica que implica la inhabilitación para ejercer cargos públicos de por vida.
Cristina está condenada de por vida mientras este sistema de justicia corrupta funcione, mientras que no haya un claro de luz, mientras exista la proscripción, tiene una inhabilitación de por vida. Desde ese lugar, desde esa violencia, va a observar el veredicto de lo que se investigó de la naturalización del intento de atentado contra su vida. Es una parte lo que pase en los tribunales de Comodoro Py. Donde los acusados van a poder decir sus últimas palabras antes de que el tribunal federal dé a conocer el veredicto. La otra parte va a quedar oculta. La otra parte va a quedar oculta. Y va a seguir siendo la conexión política parte de la tonelada de violencia que ha sido la constante sobre la expresidenta y esta sociedad la ve pasar.