Las historias de asesinos seriales generan rechazo, pero también una atracción difícil de explicar. Expertos en psicología y criminología coinciden en que el público se siente impulsado por una mezcla de miedo y curiosidad: queremos entender lo incomprensible. En Conversaciones con asesinos: Las cintas de Ted Bundy, por ejemplo, el carismático homicida utiliza su propia voz para narrar su vida y sus crímenes, revelando cómo manipuló a la prensa y a la opinión pública con una frialdad aterradora.

Esta combinación de horror y fascinación ha convertido al true crime en un fenómeno global. Netflix lo sabe y ofrece una variedad de títulos que exploran las zonas más oscuras del comportamiento humano, desde las confesiones íntimas hasta los testimonios de los sobrevivientes.

Basadas en hechos reales: cuando el terror supera la ficción

Entre las producciones más impactantes del género se destaca Mindhunter, la serie creada por David Fincher que reconstruye los inicios de la unidad de perfiles criminales del FBI. Inspirada en casos reales, muestra cómo los agentes comenzaron a estudiar la mente de asesinos seriales para anticipar su comportamiento.

También figura Acosador nocturno: En busca de un asesino en serie, que revive el miedo que paralizó a Los Ángeles en los años 80 por los ataques de Richard Ramírez. Por su parte, Monster: The Jeffrey Dahmer Story, protagonizada por Evan Peters, combina drama y horror para retratar con crudeza la historia del “Caníbal de Milwaukee”.

En el catálogo de Netflix también se pueden encontrar títulos como Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile, donde Zac Efron interpreta a Ted Bundy, y The Serpent, que reconstruye la vida del asesino Charles Sobhraj, un depredador que acechó a turistas por el sudeste asiático en los años 70.

Impacto en la audiencia y en la cultura popular

El auge del true crime ha trascendido la pantalla. Series como No te metas con los gatos: Un asesino en internet demostraron que la audiencia puede convertirse en parte activa de las investigaciones, utilizando las redes sociales como herramienta de justicia colectiva.

Más allá del morbo, estos títulos revelan un interés genuino por comprender los mecanismos del mal y las fallas de los sistemas judiciales. Netflix logra que el espectador no solo sienta miedo, sino que también reflexione sobre la delgada línea entre la empatía, la repulsión y la fascinación.

Las producciones sobre asesinos seriales no son simples relatos de horror: funcionan como un espejo incómodo que refleja nuestras obsesiones más profundas. Desde Ted Bundy hasta Jeffrey Dahmer, Netflix continúa explorando el lado más oscuro del ser humano y recordándonos que, a veces, los monstruos más aterradores no salen de la ficción.

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