"Milei no se aguanta más. La salida es anticapitalista", propone el Nuevo MAS (Movimiento Al Socialismo) de Santa Fe, que lleva como primer candidato a diputado nacional a César Rojas. "No se puede esperar más, el nivel de destrucción, de descomposición social que hay, de desempleo progresivo, es alarmante, entonces no podemos esperar al 2027 para ver qué hacemos", señaló a Rosario/12 el docente, músico, militante de izquierda y activista LGBTIQ+. El Nuevo MAS Van por un salario inicial de 2.000.000 de pesos para los trabajadores, y plantea un manifiesto anticapitalista."Somos una nueva generación de jóvenes que expresa una renovación en la política y la izquierda. Somos trabajadores que viven de sus salarios, y somos parte de la pelea de los trabajadores, las mujeres, la juventud, la diversidad, los derechos humanos y democráticos como una amplia mayoría de la sociedad progresista", expresa.
Rojas nació en CABA pero se crió en Concepción del Uruguay, Entre Ríos. "Vengo de una familia trabajadora: mi viejo, albañil; mamá, empleada y ama de casa", sostiene en diálogo con este diario. Los estudios en arte lo llevaron de nuevo a Buenos Aires. "Empecé a estudiar, coincidía con la primavera democrática, y había toda una efervescencia de participación social y fue muy importante para mí y para muchos la figura de Miguel Ángel Estrella, su militancia por los derechos humanos, con personas vulnerables y el arte. Así que gran parte de lo que hice en la primera juventud tuvo que ver con eso, el arte y la música, la escritura, en esos contextos de vulnerabilidad", repasa.
Fue tallerista docente en el Hospital Borda; en la Fundación “Música Esperanza”, con la que iban a los barrios, cárceles; y en la Fundación “Esclerosis Múltiple Argentina”. Estudió actuación en el Instituto de Arte del Teatro Colón, egresó de la Escuela Metropolitana de Arte Dramático de Buenos Aires, y estudió canto y piano en la UNR; es miembro fundador de Trabajadores de la Lírica de Rosario (TLIR) y del Centro para el Arte Lírico (CAL). En la actualidad es docente de música y pianista acompañante especializado en la preparación de cantantes de ópera.
-Además tenés activismo y militancia...
-Desde los 90 soy activista del movimiento LGBTIQNB+. En 2001conozco a la izquierda trotskista y comienzo a militar en el MAS. Eso me permitió conocer a referentes del feminismo, del movimiento LGBT como Lohana Berkins, Diana Sacayán, participar también de la conformación de Las Rojas, agrupación de género del MAS; y participar de las luchas por el Matrimonio Igualitario, la Ley de Identidad de Género y también con Manuela Castañeira -referente nacional del Nuevo MAS- fuimos parte de la lucha por el derecho al aborto legal. En 2011 me tocó ser candidato a jefe de gobierno en CABA, en la campaña con Manuela, y pusimos el eje en el tema del derecho al aborto, en aquel momento. En 2012, a Rosario me trajo la militancia. Acá retomé estudios de música y entré en contacto con el medio musical rosarino, que tiene mucha riqueza y también una tradición de organización colectiva, como en pandemia, cuando fundamos Trabajadores de la Lírica de Rosario.
-¿Cómo se conforma esta lista?
-Somos docentes, activistas como Ayelén Velizan (segunda candidata) que es activista ambiental y de género, hay trabajadores nodocentes de la universidad, trabajadores del arte y la cultura, estudiantes. No vivimos de la política, sino de nuestro trabajo y tratamos de organizarnos para aportar una salida para los trabajadores, las mujeres, la juventud.
-Entre las propuestas hacia el Congreso hablan del tema del salario y de un manifiesto anticapitalista...
-La coyuntura es muy compleja, donde se anudan varias crisis. La más visible es la del gobierno; pero hay una de larga data que es orgánica. Argentina no avanza. Se ensayaron varios intentos como el estatismo peronista, versiones neoliberales como el macrismo y la de los 90. Y ahora, con el anarcocapitalismo de Milei. Por otro lado, socialmente, Argentina tiene una trayectoria de lucha y de resistencia enorme. Decimos que hay dos agendas: la de la calle y la del Palacio. Pero hay un problema de representación entre esas dos agendas. Esta campaña quisimos ponerla al servicio, en primer lugar, del salario, que es lo más urgente. Todo laburante tiene dos trabajos o tiene un trabajo informal, precarización laboral en los jóvenes. Entonces nos parece que lo central es un salario que fijamos, en relación a la canasta básica, que son 2.000.000 de pesos; y una jubilación de 1.500.000 de pesos.
-También hablan de un manifiesto anticapitalista...
-Presentamos un programa anticapitalista que queremos que sea parte de la discusión, que sean los trabajadores quienes tomen en sus propias manos la organización. Una discusión más de fondo. En primer lugar está el tema del salario y después posicionamientos políticos que son imprescindibles y una discusión que es de dónde tienen que salir los fondos, por ejemplo para salarios, que empieza por afectar los intereses de los que más tienen, de los grandes explotadores, los que más se han beneficiado con la fuga de capitales, los que no pagan las retenciones... Esa es la verdadera casta. Si no afectamos las ganancias de los grandes capitalistas, no hay forma de encontrar una salida. Eso tiene medidas políticas macroeconómicas como romper con el Fondo Monetario Internacional, desconocer el pago de la deuda, romper relaciones con Trump y con el imperialismo genocida que está llevando esta masacre en Palestina. Y, sobre todo, poner en manos de los propios laburantes cuáles son las salidas de fondo. Y un plan escalonado pero global.
Si efectivamente algunas cosas se pudieron frenar, los ataques del gobierno, y se pudo votar por ejemplo la Ley de Financiamiento Educativo, fue porque había miles movilizados en las calles. Ese es también nuestro perfil distintivo, que las instituciones se mueven si hay fuerza por abajo. Así fue en cada una de las últimas luchas históricas que hablamos, el Matrimonio Igualitario, el Aborto legal. Esa fuerza está, pero tiene que encontrar un canal y portavoces en el Congreso. Requiere una inteligencia estratégica, de que el Congreso sea una bocina para amplificar, una tribuna, una trinchera para esa agenda de abajo y esa perspectiva de una Argentina distinta que merezca la pena vivirse.
El candidato a diputado nacional sostuvo: "Hay que plantear la necesidad del debate político e ideológico, porque la ideología tiene efecto. Milei y toda su ideología de odio contra la diversidad y hacia las mujeres, a los derechos conquistados de las mujeres, habilita la ola de femicidios terrible que estamos atravesando. Además de haber desmantelado todo lo que se había conseguido, los planes, programas contra la violencia de género, la ESI, lo que empieza con las palabras pasa a los hechos. Es un gobierno de una ideología reaccionaria, misógina, machista. La sociedad necesita los debates, porque hay una degradación del debate político. Y Pullaro, en Santa Fe, no sale a decir barbaridades, pero en los hechos desmantela, desfinancia, y está en todo lo que es por ejemplo la política represiva de Bullrich".