Toda gran institución tiene un origen y un punto de partida donde se cruzan la voluntad de un grupo de personas y un tiempo histórico que lo hace posible. Este es el caso del Club Atlético Salteño, que tiene como punto de partida el 29 noviembre de 1902, cuando un grupo de jóvenes entusiastas decidió fundar la institución con el espíritu de fomentar la práctica atlética, siendo el primer agrupamiento exclusivamente dedicado a impulsar la naciente disciplina en tierras salteñas.

Esta semilla, que luego trascenderá en el tiempo, será el antecedente directo del club que, tiempo después, adoptaría su nombre definitivo y hasta hoy vigente: Gimnasia y Tiro.

Juegos atléticos 


Para comenzar a hilvanar la historia es importante destacar, a modo de síntesis pre-histórica del naciente Club, que su génesis está vinculada directamente con la expansión de la educación pública, gratuita y universal en Argentina, y con ello la incorporación gradual de la Educación Física como disciplina fundamental en la currícula.

Para lograr este objetivo a nivel país, se desarrollaron en Buenos Aires una serie de cursos teórico-prácticos de ejercicios físicos, realizados entre 1901 y 1906, los cuales estaban a cargo del “padre” de la Educación física en el país, Enrique Romero Brest, y su mentor teórico Pablo Pizzurno.

Estos cursos, según el historiador e investigador de la Educación Física Eduardo Galak, “perseguían la construcción de un posicionamiento sobre ‘qué es ser profesor en Educación Física’ y que se distinguiera de la opuesta propuesta de la Escuela del Ejército”.

Primeros comunicados estatales de fomento a la práctica atlética


Según Galak, “La inclusión en 1901 de la gimnasia como un eje fundamental de la educación, marcó un punto de inflexión en la formación de profesionales de enseñanza de actividades físicas en la Argentina”.

El 21 de septiembre de 1901 el por entonces inspector general de Enseñanza Secundaria y Normal, Pablo Pizzurno, le escribirá una misiva al ministro de Justicia e Instrucción Pública, Juan Eugenio Serú, para presentarle un proyecto de capacitación docente para la enseñanza de actividades corporales, con el explícito objetivo de “formar en breve tiempo maestros de ejercicios físicos, con la preparación teórica y las aptitudes prácticas requeribles para dirigir con acierto el desenvolvimiento físico de nuestros niños y jóvenes de uno y otro sexo”, en un claro intento por profesionalizar y expandir el área.

Estos cursos congregaron, desde 1901, a maestros y profesores titulados, antiguos instructores de ejercicios físicos, alumnos de cuarto año de la Escuela Normal y profesores normales, así como a entusiastas de todo el país interesados en perfeccionarse en esta nueva técnica y disciplina.

Será entonces que desde Salta arribará a Buenos Aires el profesor Victoriano De La Vega, quien asistió a los cursos con la misión expresa de regresar a su provincia y transmitir aquel legado.

Legajo de curso aprobado por De la Vega (Gentileza Eduardo Galak)


De la indagación histórica realizada por Galak, se desprende un legajo del curso teórico-práctico, con más de 125 años de antigüedad, que lo muestra a Victoriano como participante y aprobado en su cursada.

Dichos cursos, de dos meses de duración, combinaban ejercicios y juegos para los grados superiores, mientras que para los grados inferiores los juegos se distribuían y aplicaban con un criterio fisiológico, según crónicas de la época. Además, quienes regresaban a sus territorios tenían la tarea de fomentar la práctica de la educación física no solo dentro de las escuelas en las que impartían docencia, sino también en la sociedad, promoviendo la socialización y la salubridad de la población, así como en lo posible, fundar clubes o asociaciones que continúe propagando la disciplina.

Con este impulso, De La Vega será parte del grupo inicial de propulsores de la creación del Club Atlético Salteño, fundado el 29 de noviembre de 1902, aproximadamente un año después de su experiencia en los cursos impartidos en Buenos Aires.

Acta fundacional del Club Atletico Salteño


El 1° de diciembre de 1902, apenas dos días después de la creación de la institución, los diarios de la época se hicieron eco de la novedad. Según consignaba el periodico El Cívico:  “Nuestra idea sobre formación de un Club Atlético va robusteciéndose y pisando los dinteles de la realidad. El sábado último, por la noche, tuvo lugar una reunión de un buen número de adherentes, en el Grand Hotel, con el propósito de construir un Club, como lo hicieron.”

Lo que relata el matutino salteño es la reunión del 29 de noviembre de 1902 donde se dio la primera y fundacional asamblea. En ella se resolvió conformar la asociación con el nombre de Club Atlético Salteño, cuyos propósitos se detallaban en los estatutos aprobados esa misma noche, y responden a los valores incorporados por De la Vega.

Durante diciembre de 1902, primeros días de existencia, la comisión directiva sesionó provisoriamente en el local de la Escuela Benjamín Zorrilla (siempre con impronta dentro de los muros escolares) mientras se buscaba un campo de juego que “reúna las mejores condiciones higiénicas y de comodidad para practicar ejercicios”.

El 26 de diciembre de 1902 se anunciaba una reunión abierta al público invitando “al pueblo en general, siempre que simpatice con los propósitos que persigue dicho Club”. Para fin del mes, la institución ya contaba con cuarenta socios activos.

Eventos deportivos y sociales en las instalaciones del Club


Continuando con el derrotero del naciente Club, el 3 de enero de 1903 se designaron dos jóvenes para cobrar cuotas y se imprimieron 300 ejemplares de los estatutos, al tiempo que se aprobó la moción de "organizar un partido de foot ball" para el domingo siguiente, mostrando un rápido y sostenido crecimiento.

Este primer encuentro se realizó el 4 de enero de 1903 y, según el periódico La Montaña, se disputó, “entre el edificio de la ex Escuela Normal de maestros y de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos”.

La crónica dirá: “Construido un rectángulo con estacas unidas por cordeles, se formó un partido de foot ball. La lucha fue reñida y risueña a la vez. En el calor del juego se produjeron algunos accidentes ligeros que han contribuido para que fuera más agradable y entretenido el partido”.

El match (primero en la historia del naciente Club) duró media hora, triunfando el bando capitaneado por Victoriano de la Vega y ya prometiéndose un nuevo encuentro para el domingo siguiente: “El primer ensayo ha entusiasmado a los socios, es que lo han hecho, y seguramente los demás que no han asistido, tan luego que hagan sus primeras armas, seguirán por la misma corriente”, arengaba el periodico salteño.


Durante febrero de 1903, el Club organizó varios partidos de fútbol y recibió los primeros implementos para practicar cricket, ampliando sus disciplinas y mostrando un franco y sostenido crecimiento. De hecho, el 14 de febrero, en un terreno contiguo a la Sociedad Italiana, se realizó una jornada abierta al público con football, cricket, croquet y pelota sueca, poniendo todos los elementos a disposición de los vecinos.

El 15 de marzo de 1903 el diario La Montaña alentaba la participación al naciente Club: “Es necesario convencerse que los pueblos que abandonan el cultivo de la fuerza física van en camino de su degeneración física e intelectual; porque no solamente el músculo se atrofia sino también el sistema nervioso se debilita y la inteligencia se agota: mens sana in corpore sano. Los pueblos fuertes son los que hacen culto de la gimnasia, incorporándola a su educación pública y privada”.

Ese mes también se recibieron cartas oficiales de adhesión: el intendente Alsina ofreció su cooperación, y el gobernador Pedro López celebró la creación de la organización, destacando su valor educativo y moral. El 28 de marzo, además, el Club Atlético Salteño recibió la invitación del Club Atlético Tucumán para participar en un torneo en la capital vecina, desafío que fue aceptado con entusiasmo.


Para abril de 1903 las crónicas publican oficialmente la invitación del club tucumano (fundado dos meses antes que el salteño y persiguiendo los mismos objetivos) para disputar un partido el 9 de julio, coincidiendo con la celebración de la independencia de la patria.

Mientras se preparaban para el encuentro en la provincia vecina, la institución recibía importantes invitaciones, como la del 23 de mayo, cuando fueron convidados a la inauguración de la céntrica e icónica Plaza Güemes de la capital salteña.

Finalmente, el 9 de julio de 1903 la comitiva del Club Atlético Salteño arribó a Tucumán, donde, según los relatos plasmados en el diario La Montaña, tuvieron una recepción “magnífica, desde el principio nos hicieron comprender que nos habían llamado para triunfar, cualquiera que sea el resultado de la partida de football”.

Este encuentro será entonces el primer enfrentamiento interprovincial de fútbol de la historia disputado entre salteños y tucumanos, marcando un antes y un después en la vida deportiva de ambas provincias.


Antes de cumplir un año, la institución ya contaba con personería jurídica, un logro excepcional que le permitirá una necesaria formalización ante las autoridades provinciales, así como estar preparada para expandir sus fronteras simbólicas, jurídicas y, por ende, territoriales.

Y así sucederá el 22 de marzo de 1904, cuando el Estado Nacional cedió en favor del Club los terrenos actuales de la sede central de Gimnasia y Tiro sobre la calle Vicente López, edificios y terrenos pertenecientes a la antigua Guardia Nacional donde, sobre todo, se practicaba tiro hacia el cerro ubicado al este.

Edificio de la Guardia Nacional cedido al Cub Atlético Salteño


Apenas cuatro días después de este gran evento, se formalizará el cambio de nombre: Club Atlético Salteño quedará atrás y surgirá (como un ardid para justificar la tierras obtenidas) el Club de Gimnasia y Tiro, manteniéndose la misma personería jurídica, patrimonio y socios, siendo el predecesor natural y jurídico del pionero Club fundado en noviembre de 1902.

Así, la existencia del Club Atlético Salteño, aunque breve (apenas un año y cuatro meses), fue decisiva para el desarrollo del deporte en la provincia. Resultó de hecho el primer espacio donde se jugó al fútbol de manera organizada, uno de los primeros en obtener reconocimiento legal, y el primero en vincularse formal y deportivamente con instituciones de otras provincias.

Más de un siglo después, la continuidad jurídica y espiritual entre el Club Atlético Salteño y Gimnasia y Tiro no es solo una formalidad, es la expresión viva de una herencia deportiva, social y cultural que aún perdura en cada rincón de la memoria colectiva del pueblo salteño.