El mercado tuvo este lunes un día de fiesta. Tras las elecciones legislativas del domingo, que confirmaron el apoyo político al oficialismo y despejaron dudas sobre la continuidad del programa económico de ultra ajuste, los activos argentinos volaron y marcaron una jornada histórica en Wall Street y en la plaza local. Bonos en dólares con subas de hasta 25 por ciento, riesgo país desplomado casi 40 por ciento y acciones disparadas hasta 50 por ciento fueron el reflejo de los inversores pocas veces visto en los últimos años.
La presión cambiaria se descomprimió y el humor en el plano financiero dio un giro radical respecto a la cautela previa a las elecciones. Sin embargo, una vez superado el furor incial, queda ver cómo se moverá el dólar y si el gobierno esta en condiciones de sostener las bandas cambiarias.
Cambio de expectativas
El shock político se tradujo en un cambio de expectativas en el mercado y los dólares financieros reaccionaron a la baja. El Contado con Liquidación cayó más de 6,6 por ciento hasta los 1463 pesos, mientras que el MEP retrocedió 6,3 por ciento a 1451. El blue acompañó la tendencia con una baja de 80 pesos en la jornada y cerró a 1465 pesos, marcando la mayor caída diaria en meses.
En el segmento mayorista, el tipo de cambio se desplomó a 1435 pesos tras haber rozado el techo de la banda cambiaria la semana pasada. Sin embargo, con el correr de las horas la baja inicial se moderó y el dólar rebotó parcialmente desde su mínimo intradiario, con algunas cotizaciones que habían perforado los 1400 pesos, lo que sugiere que no se trató de una dinámica lineal sino de una corrección tras la dolarización previa a las elecciones.
Uno de los datos llamativos de la jornada fue la postura del Banco Central: no intervino para comprar reservas pese a la fuerte oferta privada registrada en el mercado. Esto llamó la atención de operadores que habían especulado con la posibilidad de que la autoridad monetaria aprovechara el contexto para recomponer el nivel de dólares en las arcas de la autoridad monetaria.
De todos modos, en el Gobierno insisten en que se mantiene el esquema de bandas cambiarias y aseguran que, lejos de relajarlo, continuará funcionando como ancla del programa antiinflacionario.
La sorpresa de los bonos
El fenómeno del día fue el salto extraordinario de los bonos. Los títulos soberanos bajo legislación extranjera treparon más de 20 por ciento en Wall Street: el Bonar 2035 saltó 24,8, el Bonar 2038 subió 24,5 y el Global 2035 se disparó 20,9. Ese rally llevó a un desplome histórico del riesgo país, que llegó a hundirse casi 40 por ciento hasta los 652 puntos básicos, el menor nivel desde mayo. Fue una jornada que los operadores de la City describieron como un “rally sorpresa”.
Las acciones argentinas también fueron protagonistas del festejo financiero. en Wall Street, los ADRs de bancos y empresas locales volaron hasta casi 50 por ciento. Grupo Supervielle subió 49,6, BBVA 42,2, Galicia 40,6 y Banco Macro 39,5. En Buenos Aires, el S&P Merval marcó la mayor suba diaria en 30 años con un salto de 21,7 por ciento en pesos y 30,7 por ciento en dólares. El rebote fue acompañado por una fuerte suba del volumen operado que se explicó por una ola de compras.
Los analistas coinciden en que el mercado está leyendo que el Gobierno ganó aire político y margen de maniobra para avanzar con reformas de corte ortodoxo, principalmente las reformas laborales, previsionales e impositivas. Informes de bancos como Morgan Stanley y JP Morgan recomendaron comprar activos argentinos tras el resultado electoral, señalando que “el ciclo de recuperación financiera puede sostenerse si se consolida la gobernabilidad”.
Deuda en pesos
En paralelo, el Tesoro encara esta semana vencimientos por casi 11 billones de pesos en medio del clima de euforia. El resultado electoral cambió el escenario: si antes se temía un rollover bajo, ahora se espera una renovación más holgada. Sin embargo, persisten desafíos estructurales, entre los que figuran sostener la desinflación, recomponer reservas y definir cómo continuará el programa financiero en 2026 cuando vencen importantes compromisos de deuda.
El día después de las elecciones dejó un frenesí en el mercado de activos bursátiles y una menor presión cambiaria. No obstante, los próximos días serán clave para confirmar si este lunes fue el inicio de un nuevo ciclo de carry trade y optimismo entre los inversores o una reacción de corto plazo. Por lo pronto, la señal fue que el mercado volvió a apostar por los activos locales.


