El gobierno del presidente  Trump dio hoy marcha atrás con otra política que había marcado el mandato de su antecesor, Barack Obama, y eliminó la norma interna del Departamento de Justicia que recomendaba a los fiscales federales no interferir con los procesos de legalización de la marihuana en varios estados y no procesar casos por tenencia o consumo personal. A sólo tres días de que California se sumara a la lista de estados que legalizaron el uso recreativo de marihuana en los últimos años –Alaska, Colorado, Nevada, Oregon y Washington, parcialmente Maine y pronto Massachusetts–, el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, anunció que el gobierno federal volvió a recomendar a los fiscales federales hacer cumplir las leyes federales. “Es la misión del Departamento hacer cumplir las leyes, mientras las directrices previas minaban este cumplimiento”, afirmó en un comunicado Sessions. En 2013, el entonces fiscal general de Obama, Eric Holder, había emitido un memo interno que recomendaba “utilizar los limitados recursos de investigación e instrucción para enfrentar las amenazas más importantes de la manera más efectiva, coherente y racional”.