Organismos de derechos humanos, agrupaciones políticas y vecinos del barrio Centenario de la capital santiagueña escracharon anoche al represor Antonio Musa Azar, condenado cuatro veces a perpetua por delitos de lesa humanidad y por el denominado doble crimen de La Dársena, y ahora beneficiado con prisión domiciliaria.

Encabezados por la agrupación HIJOS, los manifestantes llegaron a la puerta de la casa donde se encuentra Musa Azar para advertir allí a los vecinos que "al lado de su casa está viviendo un asesino" y asegurar, con cánticos, que "como a los nazis les va a pasar, adónde vayan los iremos a buscar".

En medio de un fuerte dispositivo de seguridad, a cargo de efectivos de la policía provincial, los manifestantes pudieron llegar y expresar su malestar a pocos metros de la casa del represor, ubicada en avenida Moreno y Andes. Musa Azar cumple cuatro penas a prisión perpetua, tres de ellas por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura y otra por los asesinatos de las jóvenes Leyla Nazar y Patricia Villalba.

"La prisión domiciliaria con la que se benefició a un genocida como Musa Azar, que fue condenado cuatro veces a prisión perpetua, constituye un atropello a la sociedad, los derechos humanos y una clara violación a tratados internacionales", dijo Francisco Figueroa, representante de HIJOS. El dirigente dijo que "hoy se benefician a los genocidas, atacan las políticas de derechos humanos y se niega la existencia de los 30 mil desaparecidos en la última dictadura militar" por lo que los organismos de derechos humanos deben continuar "con el reclamo de Justicia".

Por su parte, la ex presa política Alcira Chávez cuestionó a la Justicia "por el otorgamiento de prisión domiciliaria a un genocida que debe cumplir las condenas en una cárcel común y si está enfermo, trasladarlo al hospital de Ezeiza". "Estos escraches van a continuar todas las semanas, porque tamaña decisión judicial pone en riesgo a los vecinos, militantes de organizaciones de derechos políticos y sus familias, porque al estar en su domicilio, sigue actuando y persiguiendo a la gente", añadió.

Musa Azar -quien durante los gobiernos de Carlos Juárez y su mujer, Mercedes "Nina" Aragonés, se desempeñó como secretario de Seguridad- recibió en la feria judicial el beneficio de la prisión domiciliaria otorgado por el Tribunal Oral Federal de Santiago del Estero. La excarcelación fue solicitada por el hijo del represor, el abogado defensor Moisés Azar, quien argumentó la edad (tiene 81 años) y su estado de salud.

El pedido fue aceptado por los jueces Domingo Batule, Abel Fleming y Carlos Lascano, integrantes del Tribunal que a fines de 2017 lo condenó a 22 años de cárcel por la denominada "Megacausa 3" por delitos de lesa humanidad, junto a otros 11 imputados. Según la defensa, Antonio Musa Azar, considerado el jefe de la denominada "Gestapo santiagueña" que operó antes y durante la dictadura, padece problemas de salud derivados de su diabetes y afecciones cardíacas.

El fin de semana, también en rechazo a la concesión del beneficio de prisión domiciliaria, distintas manifestaciones y escraches tuvieron lugar en la ciudad de Mar del Plata para repudiar la presencia allí del represor Miguel Etchecolatz, ex mano derecha durante la última dictadura cívico-militar de Ramón Camps, entonces jefe de la Policía bonaerense.