Si para ver qué es un vedette hombre hay que ir a ver Como nunca (que el 19 de enero comenzará su segunda temporada en el bar Work de Palermo), para saber cómo veranea un vedette hombre hay que preguntarle a Juampi Mirabelli. Ni en La Feliz, ni en Carlos Paz, Chihuahua, con nombre de perra y tonadita uruguaya, esa es la playa. Los paparazzis de este suplemento sorprendieron al vedette entre médanos y a puro baño de Ananá Fizz. Aquí reproducimos la conversación a calzón quitado.

¿Es verdad que es el paraíso del nudismo?

 -Hay gente desnuda pero según los que van desde hace muchos años cada vez hay  menos gente que se anima. Los que más se desnudan son los heterosexuales y los homosexuales mayores que ya están de vuelta de todo. Los putos jóvenes musculosos no se sacan el traje de baño ni por un revolcón conmigo. Yo por supuesto me desnudé porque no puedo tener marcas porque en el teatro se ve muy mal, y como el 19 de enero ya volvemos a hacer funciones y agregamos una función por semana tengo que estar espléndido. 

¿Hay hoteles que son exclusivamente para hombres? Si uno alquila una habitación, ¿conviene alquilar para uno solo o compartida? 

-Yo no fui a ningún hotel porque quise hacer un canje y no me lo quisieron dar. Y me parece que siendo la revelación del 2017 en materia de vedetismo lo merecía. Pero un amigo me contó que el hotel nudista que hay tiene un régimen bastante militar, que los dueños son muy obsesivos del orden y que no te dejan hacer nada. Parece que durante las noches las maricas se cruzan de cuarto a cuarto y hay degustación de poppers. El desayuno es continental. Entendelo como quieras.

¿Cómo es la noche en Chihuahua? 

-El máximo flash lo dan las noctilocas que se pasean en el auto buscando un compañero. Hay que tener cuidado porque hubo robos. A un amigo que no voy a dar el nombre le dejaron los bolsillos pelados y le llevaron las llaves del auto. Nosotros en casa hacíamos “La fiesta de la pinocha” que consistía en hacer un fogón, prender Grindr y empezar a invitar caballeros dispuestos a jugar por el título de “Rey de la Pindonga”. Este año se lo llevó un reparador de aires acondicionados uruguayo. Creemos que el año que viene el evento será más masivo. La primera princesa de la fiesta de la Pinocha fue un rugbier de Zarate de 24 años con un culo para la ovación. ¿Se dice así?, ¿o para desovar?

¿El trago del verano?

-Fernet. No falla. O vino tinto con gaseosa de pomelo que intenta ser un tinto de verano español: riquísimo y te mama como a una cerda. Hay un solo parador que es el de Loti, rico y buenos tragos, pero como todo en Punta del Este no está al alcance de la loca de barrio. Así que el mejor parador fue mi sombrilla y heladerita con amigos. Para comer hay dos mercaditos con comida casera en la entrada a la playa y, si tenés dinero, andá a sentarte en lo de Loti que ella se encarga de sacártelo todo.

¿Te topaste con otras celebridades?

-Con La One lo intentamos pero la playa tiene dos accesos y yo estaba cerca del chiringo y ella, en la otra punta. Pero me contó en varios audios cómo fueron sus baños de mar de “fin de año” y de “primero de año”. Me encontré con: Julio Bocca (¡se lo ve fabuloso!), Gerardo Romano (sembrando la duda) y a Robertita Funes (dejando en claro que es un trolazo). El resto es reparto. 

¿Cómo le siguen llegando mensajes de La One después de que se filtrara aquel histórico de “Hola Juampi, querido, adorado, mucho chongo como nunca”? 

-La One me perdonó desde el primer momento en el que se filtró el audio, jamás estuvo enojada. Es más, el audio que se filtró es de los más naifs que me ha enviado. Chihuahua es a la única playa a la que va. No le gusta ir a los paradores sponsoreados por los chetos de Buenos Aires. A ella le gusta estar relajada y que no le rompan las pelotas (textuales palabras). La gente en Chihuahua es como los cordobeses o los brasileros: No van a la “te digo, le digo, le dije”, ni se quieren casar de blanco en la Catedral.

¿Cómo es la concurrencia habitué?

-Hay familias heteronormadas y con cierta apertura mental, solteros, casados, chetos de todo tipo. Hay por ahí un cura gay de una Iglesia muy importante de la zona de Casa Rosada. No la Catedral, otra… un cura snob que busca chicos de buena posición social, un imbécil. Muchos chicos guapos del departamento de Maldonado, algunos ofrecen sexo por precio módico. Uno de mis amantes era de Florencio Varela y también me “encariñé” con una pareja de mendocinos hermosos e interesantes. 

¿Qué hacen los curiosos?

-Se paran sobre el médano y desde ahí cazan a sus presas. Un día un tipo que afirmaba ser heterosexual tuvo un brote psicótico y lo tuvieron que internar. Hay mucho soltero, pero también muchas parejas. Lo notable de éstas es que se permiten incorporar a otros o tener cada uno sus historias. Por suerte mis mendocinos me dieron murra los dos juntos. 

Además de “estar pensando siempre en eso”, ¿qué hacen los bañistas gays en Chihuahua?

-Charlan, charlan, charlan. Charlan hasta por los codos. Creo que de todo lo que se charla solo un 20 por ciento de lo que se dice es relevante. Todo lo demás son frivolidades. 

¿Los puntos flojos de Chihuahua?

-El aplauso al atardecer. El primer día pensé que me aplaudían a mí. Pero no. Es como cuando la gente aplaude en el cine. También un día caminando por la orilla me encontré pensando en que un día se acabará todo. Porque todo se acabará. Y me encontré una cana en un testículo. Muy bajón. 

¿Alguna postal inolvidable?

-Cuando llegué divisé entre médanos a una señora desnuda y a tres  maricuelas escuchando canciones de Fangoria. Era una noche de mar calmo, entonces, aparecen noctilucas (unos bichitos de luz que están en el agua y brillan cuando te tocan la piel). Era como estar en un videoclip. Jugué a ser Beyoncé y Sara Montiel. Me desilusioné al darme cuenta de que era yo. 

¿Tiempo máximo recomendable para la estadía?

-Después de tres días de ver siempre a la misma gente te empieza a dar la sensación de estar en un crucero cargado de los mismos putos. Implementamos la norma de no saludar a cada uno cada día, sino hacer un saludo general. Ahora estoy en mi habitación esperando volver.