Miles de personas se movilizaron del Congreso a Plaza de Mayo para reclamar la liberación de los militantes detenidos tras la represión policial desatada ante las protestas contra la reforma previsional. También repudiaron la decisión del Poder Judicial de otorgar la prisión domiciliaria al genocida Miguel Etchecolatz y otros represores y el “paquete de reformas contra los trabajadores y el pueblo”.

“Mi detención demuestra que, en este país, reclamar no es considerado justo.” Las palabras de César Arakaki, el militante del Partido Obrero detenido desde fines de diciembre, fueron leídas en la Plaza de Mayo ante miles de personas que marcharon convocadas por el Encuentro Memoria Verdad y Justicia (EMVyJ) para repudiar la detenciones a “los nuevos presos políticos de Mauricio Macri”, la decisión del Poder Judicial de otorgar la prisión domiciliaria a Etchecolatz y otros represores, y el “paquete de reformas contra los trabajadores y el pueblo”. “Violencia es responder con palos y gases a los reclamos sociales, violencia es obligarnos a convivir con los genocidas nuevamente, violencia es saquear los bolsillo de los jubilados y de quienes reciben la asignación universal por hijo”, enumeró el documento de los organismos y señaló que la pelea seguirá contra la reforma laboral.  

“Libertad a todos los detenidos por luchar, no al ajuste, no a la represión”, cerró la carta enviada por Arakiki a los miles que marcharon a Plaza de Mayo con el reclamo de “libertad a todos los presos políticos” como consigna principal. 

Los miles que marcharon reclamaron también por los cinco manifestantes detenidos durante “la cacería desatada por la Gendarmería el 14 de diciembre” que siguen con prisión preventiva.