El dólar cerró a 19,31 pesos, con un incremento de 15 centavos. Las presiones en el mercado cambiario volvieron a tomar ritmo en la última semana. Existen inversores que apuestan a dolarizar carteras por la incertidumbre sobre las variables macroeconómicas. Economistas de la city ya adelantan en sus informes algunas variables para 2018 que despiertan temor entre los grandes fondos. Aseguran que este año podría marcarse un rojo fiscal de 6 puntos del PIB, una emisión monetaria de más del 20 por ciento, un déficit de cuenta corriente mayor a 4 puntos del PIB y un endeudamiento del Banco Central cercano a los 2 billones de pesos. Pocos se animan a especular acerca de cómo puede terminar el experimento de las Lebac, en donde el Gobierno obliga al Central a bajar la tasa, y la autoridad monetaria se trata de desmarcar ofreciendo al mercado nuevas letras con un vencimiento a cortísimo plazo.

Las tasas de interés en pesos siguen altas pero con una tendencia a disminuir, lo que motiva a los inversores a dolarizarse. El rendimiento de las Lebac en el mercado secundario se ubicó a 33 días en un 27,1 por ciento. Se negociaron cifras equivalentes a 845 millones de dólares en ese segmento. Las tasas de Lebac más largas estuvieron en 25,4 por ciento. La tasa en pesos que se pactan entre bancos, lo que se conoce como call money, se ubicó en 27,0 por ciento. Este instrumento alcanzó un volumen equivalente a 170 millones de dólares. Se trata de rendimientos que bajarían a medida que pasen las semanas y el Central acate la orden del Poder Ejecutivo de ir convergiendo a una tasa del 20 por ciento. En lo que refiere al mercado de futuros, se operaron 466 millones de dólares, de los cuales un 70 por ciento fue entre los plazos de enero (negociado a 19,19 pesos) y de febrero (19,44 pesos). 

El dólar minorista subió siguiendo al tipo de cambio mayorista (cotización con la que se manejan las grandes entidades financieras, inversores de gran tamaño, empresarios exportadores e importadores). El mayorista se ubicó en 19,01 pesos, al avanzar unos 12 centavos, con lo que acumuló en la semana un alza de 30 centavos. En la plaza del dólar paralelo, en tanto, se registró un blue a 19,69 pesos, en tanto que el dólar implícito en la compraventa de los bonos (contado con liqui) cerró en 19,0 pesos. 

Más allá de la demanda puntual de dólares de esta semana, en los últimos meses el apetito del mercado por la divisa viene en ascenso. Ayer el Banco Central difundió su informe de balance cambiario, en el que precisó que en diciembre hubo más de 1.000.000 de personas que compraron moneda extranjera, cuando el promedio de los cuatro meses anteriores se ubicó en 800.000 individuos. La fuga de capitales bruta por la compra de billetes y divisas sumó en diciembre cerca de 5500 millones de dólares, en tanto que acumuló 47.000 millones a lo largo del año pasado. 

Otro elemento que viene impulsando la demanda de dólares en el mercado cambiario es el turismo de los argentinos que salen al exterior. En diciembre se registró una compra de divisas bruta por este sector de 1030 millones de dólares, al tiempo que se acumuló una salida de 12.663 millones de dólares en 2017. Se trata de un sector que es fuertemente deficitario. Para 2018 se espera record de visitantes argentinos en las playas de Uruguay, Brasil y Chile. Precios en dólares más baratos, para restaurantes, salidas de esparcimiento y hospedajes, permiten compensar los pasajes. Las familias no lo dudan y privilegian pasar el verano en el exterior. 

En cuanto a las reservas internacionales del Banco Central, se ubicaron en 63.224 millones de dólares, con una baja de 154 millones. La autoridad monetaria no consigue sumar reservas que no provengan de la deuda externa que emite el Tesoro. En enero, cuando incorporó 8000 millones de dólares, lo hizo por la emisión del Ministerio de Finanzas en los mercados internacionales. Pero las divisas que se consideran genuinas, porque llegan a partir del superávit comercial y la inversión extranjera orientada a la economía real, no sólo no suma a las arcas del Central sino que resta. El déficit comercial está entre los más elevados desde mediados de los noventa. Y la inversión extranjera no compensa la salida de dólares por utilidades de las multinacionales.