El Gobierno nacional dio un nuevo paso en su avanzada contra los sindicatos. A través de una Resolución publicada hoy en el Boletín Oficial, el Ministerio de Trabajo anuló la “cuota solidaria” que la Asociación Bancaria, conducida por Sergio Palazzo, percibía en concepto de aporte de los trabajadores del sector no afiliados a ese gremio.

La razón que se esgrime en la Resolución 2-E/2018 de la cartera que encabeza Jorge Triaca -quien sigue de vacaciones tras el escándalo desatado luego de que una ex empleada lo denunciara por tenerla “en negro”- es que el descuento solidario sería una suerte de “afiliación forzada” o “compulsiva”.

El texto firmado por el director de Asociaciones Sindicales de la cartera laboral, Horacio Bernardino Pitrau, indica que el descuento voluntario “resulta atentatorio contra la libertad sindical” y, por lo tanto, “no corresponde seguir reteniendo” a los trabajadores ese dinero que es girado al sindicato.

Lo que pagan los afiliados es la “cuota sindical”, mientras que la denominada “cuota solidaria” que se recibía la Asociación Bancaria es un aporte acordado en las negociaciones salariales del sector, entre el gremio y las cámaras de bancos privados y públicos. Otros gremios como la UTA, Utedyc y la UOM tienen aportes similares.

La medida le asesta un golpe a los ingresos de la asociación liderada por Palazzo, quien también es referente de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) y uno de los dirigentes más críticos de las políticas neoliberales de la administración de Cambiemos. Se da además en medio de la paritaria de los bancarios, en la que las cámaras empresarias por ahora ofrecen un escaso 9 por ciento de aumento anual.

El año pasado, su gremio torció el brazo de Triaca cuando este se negó a homologar un acuerdo salarial acordado entre las empresas y la Bancaria. La CFT, en tanto, es un movimiento integrado por distintas organizaciones gremiales que acompañaron e impulsaron las medidas de fuerza más combativas a las iniciativas del Gobierno contra los trabajadores y los sectores más vulnerables.

Lo que hizo el gobierno con la resolución oficializada hoy fue intervenir en ese acuerdo sobre la base de dos razones. La primera, que la vigencia del aporte solidario tenía una temporalidad que, de acuerdo a las paritarias que lo establecieron, ya habría vencido. Y la segunda, que se trata de un descuento en contra de la voluntad de los trabajadores no afiliados.

Sobre el primer punto, la resolución indica que la cláusula que sostiene la cuota solidaria “es lógico” que deba “tener una limitación temporal” y que “la falta de esa limitación” constituiría “una configuración temporal lesiva que (…) implicaría una carga destinada a lograr una compulsiva afiliación”.

“No puede imponerse a los trabajadores no afiliados aportes que respondan a causas distintas, sin compromiso de la libertad sindical”, indica la norma a la vez que considera que detrás de esa contribución “podría implicar de hecho casi una afiliación forzada respecto de quienes no se han asociado voluntariamente al sindicato”.