En la Provincia de Buenos Aires es donde más mujeres mueren por ser mujeres. Del 2008 al 2016 fueron asesinadas en el paredón del machismo 766 bonaerenses, según el último informe del Observatorio de Femicidios “Adriana Marisel Zambrano”, coordinado por La Casa del Encuentro y solo 90 en el 2016. En España, con una población equivalente a la de toda la Argentina, en el mismo año, hubo 44 femicidios, según cifras oficiales rescatadas por el sitio Feminicidio.Net, por lo que la magnitud de los asesinatos por violencia machista en la provincia es altísima y el doble que en un país donde el tema es prioridad en la agenda pública. En toda Argentina, entre el 2017 y el primer mes del 2018, se produce un femicidio cada 29 horas, según datos del Observatorio de la violencia contra las Mujeres de Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá). El gran problema es que las mujeres denuncian, pero, después, quedan desblindadas de protección ante agresores con una violencia recrudecida y dispuestos a todo.

En este marco, el 24 de enero, la Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal presentó una aplicación para usar desde teléfonos inteligentes y denunciar desde la pantalla. El anuncio resaltó que no se va a tener que ir a una comisaría frente a la violencia de género y que ellas –o sus vecinos– pueden presentar casos de lesiones, intentos de femicidio y abuso sexual a través de la aplicación móvil Seguridad Provincia. Aunque no todo es virtual: la víctima tienen cinco días para ratificar el mensaje en la fiscalía correspondiente. “Hasta ahora, las mujeres van a la comisaría y hasta tienen que enfrentar situaciones en las que en vez de tomarles las denuncias, la policía les sugieren que desestimen el caso”, afirmó Vidal.

La subsecretaria de Género y Diversidad, Agustina Ayllón explica a Las12: “La app es una herramienta que permite el acceso a la justicia en caso de violencia de género. Es una vía de recepción adicional a los existentes (comisarías, juzgados de familia, hospitales, etc). Es beneficioso para la mujeres que sufren violencia ya que pueden hacer su denuncia, especialmente aquellas que tengan acceso difícil o nulo a una comisaría de la mujer, como puede ser el caso de quienes estén internadas, que vivan en lugares lejanos a una comisaría o fiscalía (en cuyo caso sólo deberían hacer un traslado), que vivan en poblaciones pequeñas y no quieran que se haga pública su situación y sólo concurren a ratificar evitando el paso por la comisaría”. Ella también considera que la contención interdisciplinaria que necesitan muchas víctimas se puede prestar en las fiscalías y aclara que no es para casos de riesgo. “Al abrir la aplicación lo primero que se ve es un mensaje que aclara que esta app no es para casos de emergencia y si se considera que existe riesgo debe comunicarse al 911. Y en caso de necesitar medidas inmediatas de protección debe dirigirse al Juzgado de Paz, Familia o Comisaría más próxima a su domicilio”. 

Por su parte, la docente e investigadora en género y políticas públicas Laurana Malacalza apunta: “Aunque evita el paso por las comisarías cuando se denuncian estos delitos la puesta en funcionamiento de esta aplicación refuerza la denuncia en forma individual, sin el acompañamiento de equipos interdisciplinarios de profesionales para realizar la atención y la contención en el momento de la toma de la denuncia. No en todas las comisarías de la mujer existen equipos de profesionales. Sin embargo estos escasos recursos humanos tampoco están disponibles para acompañar, contener y hacer un seguimiento de los hechos que se denuncian”. 

La abogada especialista en violencia contra las mujeres Claudia Perugino objeta: “Es otra medida de Cambiemos para hacer ‘como sí’. En el anuncio reconocen que las comisarías revictimizan. Entonces hay que capacitar a las y los policías y no naturalizarlo. Además, la mayoría de las víctimas son de barriadas populares y no tienen acceso a esos celulares. No tienen ni crédito, ni señal, ni wi-fi, ni pueden accionar el botón antipánico desde su celular. Les dicen a las mujeres que salgan a denunciar pero después están indefensas”. 

Un grave problema es la falta de implementación de la Ley de Patrocinio Jurídico Gratuito que debería garantizar que todas las víctimas tengan acceso a un abogadx. Perugino crítica: “No hay patrocinio jurídico gratuito y no alcanza con hacer convenios con abogados recién recibidos. No se puede dejar a las víctimas indefensas”. Por su parte, Malacalza subraya: “La puesta en marcha de la aplicación no soluciona un grave problema en el acceso a la justicia de las personas víctimas de violencia de género y familiar: la multiplicidad de trámites judiciales que deben impulsar a partir de una denuncia. Utilizando la app la denuncia solo se hace efectiva con la ratificación en sede judicial por ende, no evita que la mujer concurra a la fiscalía a realizar esta gestión, ampliar los hechos, gestionar la prueba. La aplicación tampoco permite comunica los hechos al fuero de familia para solicitar las medidas de protección, como sí lo realiza la comisaría cuando toman la denuncia aunque con muchas demoras, es cierto. Por ende, quien utilice la app deberá además que poner en conocimiento de la situación de violencia a un juzgado de familia o de paz para que se inicie una causa donde pedir medidas de protección. Y, la mayoría de los juzgados de familia y de paz, exigen hacer esta denuncia previamente en la comisaría”.