El portal de Internet StubHub de la multinacional EBay vende populares a 2.238 pesos y plateas hasta 17.863,60 (así, con centavos) para el partido del año: la final de la Supercopa argentina que jugarán Boca y River el 14 de marzo en Mendoza. Lo hace cuando todavía la AFA no le fijó el precio a las localidades ni las sacó al mercado. Torneos y Competencias –la organizadora que tiene los derechos del evento– sostiene que es nula su relación con aquella empresa. También la imita Viagogo, una compañía con sede en Suiza que anuncia valores un tanto menores. Una general a 1710 pesos. El abuso comercial, por decirlo de un modo elegante, podría tipificarse como delito si se encuadrara en la ley 5174 de la ciudad de Buenos Aires. En 2015 se promulgó con la modificación del artículo 91 que sostiene: “Quien revende, por cualquier medio, con fines de lucro, una o más entradas para un espectáculo masivo, de carácter artístico o deportivo, es sancionado/a con multa de dos mil (2000) a treinta mil (30.000) pesos o dos (2) a diez (10) días de arresto”.

La reventa es un problema grave en la Argentina, en España existe un vacío legal y en países como Estados Unidos o Francia se reguló la operatoria en base a ciertas exigencias. Por ejemplo, que no se traspasara cierto porcentaje de sobreprecios o que la organizadora de un partido otorgue su consentimiento. En el caso de la final de la Supercopa del 14-3, los valores -si te toma en cuenta el de una popular en la Superliga a 320 pesos- son casi un 710 por ciento más altos. Una general para la tribuna de River, StubHub la anuncia a 2.238 pesos, con la opción de pagarla en doce cuotas de 309,24 centavos. Una popular para el sector de Boca se ofrece a un precio ligeramente inferior: 2229 pesos.

La empresa difunde sus servicios en su página web www.stubhub.com.ar invitando a comprar o vender “desde la comodidad de tu casa” y “con un par de clicks, de forma fácil y segura…” . De esa manera se transforma en el vehículo entre dos particulares donde uno puede haber desistido de su compra original, ser revendedor o integrante de una mafia incipiente que visualizó como una oportunidad las prestaciones que ofrece el portal. Le cobra un porcentaje del diez por ciento al vendedor y un 15 al comprador.

Así explica la compañía cómo se puede colocar una entrada general que valdría 320 pesos en la Superliga, incluso 1.000 en la Supercopa y ella lo comercializa a 2238: “Publicar en StubHub es muy sencillo. Busca en nuestra web el evento para el que tenés entradas, hacé click en la opción vender y rellená toda la información posible sobre tus localidades. Indicanos cuánto querés recibir por ellas, así como la cuenta donde deseás que te sea ingresado el pago. Una vez anunciadas, no tenés que preocuparte por nada más. Nosotros te avisamos cuando un usuario haya comprado tus entradas y te indicamos cómo gestionar el envío”.

El gigante de comercio virtual EBay adquirió StubHub en 2007. Pagó por ella unos 350 millones de dólares y la extendió por el mundo. La envergadura de la reventa por Internet puede explicarse con el caso de España. Ticketbis operaba en ese país, creada por dos empresarios de origen vasco. En 2016, StubHub pagó 165 millones de dólares para quedarse con ese negocio. Allá las situaciones abusivas y fraudulentas son moneda corriente. Abogados especializados en el tema las han analizado y cuestionado. Además dudan de que la compra-venta virtual sea cien por ciento segura. Uno de los puntos débiles que encontraron es que se carece de una tecnología infalible para detectar entradas falsas.

Joaquín Sabina denunció a Viagogo porque vendió entradas para un concierto suyo en La Coruña que no había anunciado. El precio era de 560 euros por cada una, cuando los promotores del cantautor no las venderían a más de 90. España no es el único país donde estas compañías han tenido problemas. El periodista mexicano Gerardo Vázquez de León del diario El Universal denunció el 18 de diciembre del año pasado cómo a su colega Pablo Urquiza le vendieron un billete falso en StubHub. Fue para un partido por la Premier League entre Manchester City y Tottenham. Se lo habían cobrado 436,36 dólares.

En el caso de Argentina y la Supercopa, PáginaI12 consultó a Torneos y Competencias. La productora negó una relación comercial con StubHub. En la AFA dijo una fuente del área de prensa que “la organización de la final se tercerizó con TyC, ellos se ocupan de todo y hasta sugieren el precio de las entradas”.

StubHub ofrece plateas para la Supercopa argentina a precios exorbitantes. Tienen valores que van desde los 9.600 pesos a 17.863,60 para facilitar el cambio. Está bien que se trate de la segunda final oficial de la historia entre Boca y River, que el estadio Malvinas Argentinas sea uno de los más lindos del país, que se levante en un entorno agradable para la vista, pero los precios son un despojo. La compañía garantiza en su plataforma virtual que las localidades son originales y que pagará el 100 por ciento de su valor si hubiera una devolución. También ofrece enviarlas “a tu casa, oficina u hotel”. De manera gratuita, al menos. Con la privacidad necesaria y sin conocer al vendedor, o sea, quien las adquirió en primera instancia.

En su autorretrato (“Acerca de nosotros”) señala que más de 300 mil clientes confiaron en StubHub, que tienen oficinas en las principales capitales del mundo y un equipo de más de 350 profesionales “trabajando para brindarte el mejor servicio”. Ya ofrecen esos buenos oficios para el Mundial de Rusia invitando a preparar la camiseta de la selección argentina y viajar a Moscú y San Petersburgo. Son hábiles comerciantes para hacerlo. Apelan a la pasión popular que despierta el torneo de la FIFA: “Los titanes de fútbol internacional, están con ganas de comerse el mundo. Ellos saben lo que quieren, ganar. Vos tenés que estar ahí para alentarlos, conseguí tus entradas para ver a la Selección Argentina en el camino a la Copa del Mundo que tendrá lugar en Rusia a través de StubHub”.

La compañía vende una entrada para Argentina-Islandia a 7781 pesos o para el partido con Croacia a 8096. Estas localidades al menos ya tienen el precio oficial fijado por la FIFA. Para la primera ronda de la Copa salen 210 dólares cada una, unos 4.200 pesos al cambio actual. A medida que se acerque junio, vaya a saber cuánto costarán.

Es cierto que el Código Civil permite comerciar casi cualquier cosa. La libre circulación de bienes, inmuebles o muebles, es norma. Incluso que una ley local como la 5174 no debería contradecir al Código. Pero cuando el producto que se vende es el fútbol, suele ser una víctima propicia de los especuladores. Si la AFA delegó en TyC la organización de la Supercopa argentina, la empresa dice que no tiene relación con StubHub y el Estado mira para otro lado, queda claro quién impone las condiciones del negocio. La reventa es una de sus caras más groseras.

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