A fines de abril de 2016 retomó la conducción de la filial argentina del HSBC. Gabriel Martino había sido removido por el Banco Central en septiembre del año anterior por la investigación de las 4040 cuentas de argentinos por unos 3500 millones de dólares, a diciembre de 2006, filtradas de la sucursal Ginebra, Suiza, la mayoría sin declarar al fisco. En ese listado figuraba Martino. El gobierno de Cambiemos rápidamente lo reivindicó. Es un hombre de estrecha relación con el presidente Mauricio Macri. Como muestra de esa fidelidad fue nombrada la abogada del HSBC María Eugenia Talerico como vicepresidente de la Unidad de Información Financiera (UIF), organismo encargado de investigar el lavado de dinero. Quien había sido desplazado de la conducción del HSBC por sospecha de lavado pasó a tener las espaldas cuidadas en Argentina. La casa matriz de la entidad no tuvo esa opción para liberarse de la carga de haber facilitado la evasión, fuga y ocultamiento de millones de dólares de clientes acaudalados en varias plazas financieras. En el último balance global se vio obligada a previsionar 1500 millones de dólares para cubrirse ante eventuales multas y sanciones de los organismos de regulación de Estados Unidos y Europa.

El pedido de indagatoria a titulares argentinos de cuentas no declaradas en el HSBC Ginebra presentado por el fiscal Claudio Navas tiene un capítulo especial dedicado a los banqueros de la filial local del HSBC. También a la vinculación del HSBC Argentina con las “casas de representación” en el país HSBC Bank USA y HSBC Private Bank (Suisse), entidades que fueron el vehículo para la fuga de capitales investigada. El fiscal advirtió que las tres entidades comparten domicilio, primero en la calle Juana Manso 205, 7° piso, y después en el edificio de Florida 229, 10° piso. Además de Gabriel Martino, el fiscal Navas menciona en su investigación a Miguel Estévez, vicepresidente y ejerciendo varios cargos directivos en firmas del grupo HSBC Bank Argentina y como representante legal en el país del HSBC Bank USA y HSBC Private Bank (Suisse). En un detallado recorrido sobre la coincidencia de ejecutivos, tareas, domicilios y cuentas, el fiscal busca probar la estrecha vinculación que existe entre las tres entidades en lo que denominó “un andamiaje permanente orientado a, primero, facilitar el desvío de fondos y, en otra fase, ocultar su posterior tenencia y sucesivas aplicaciones”.

Martino y otros ejecutivos del HSBC tienen una ventaja con respecto al banco en Estados Unidos y Europa: no debe previsionar un monto millonario ante la eventualidad de pagar una multa reconociendo la existencia del delito a cambio de interrumpir la acción judicial. Ser uno de los banqueros preferidos de Macri es suficiente para liberarse de esa carga.