El centro de Turín quedó paralizado anoche por una manifestación  antifascista reunida en la calle para protestar en contra de un acto de campaña del candidato al primer ministro del movimiento ultraderechista  Casapound, Simone Di Stefano. El líder extremista se había reunido con  trescientos seguidores en la sala de conferencias del Hotel NH en la avenida Vittorio Emanuele II. Mientras tanto 500 opositores intentaron en vano llegar al hotel. La multitud lanzó botellas, piedras y petardos contra el cordón de seguridad de la policía, que respondió con gases lacrimógenos y con el uso masivo de carros hidrantes, lo que obligó a retroceder repetidamente a la manifestación antifascista formada por miembros de los movimientos sociales, estudiantes y militantes de grupo feminista y antisitema Poder al Pueblo. La manifestación, que llevaba carteles con el lema “Turín es antifascista”,  intentó romper el bloqueo por lo menos tres veces, pero siempre fue rechazada por la policía y los carabinieri. El resultado fue de tres oficiales heridos y dos manifestantes detenidos. Después de los disturbios los manifestantes marcharon por el centro y recibieron aplausos de algunos residentes.

El candidato por la Liga del Norte (LN) Matteo Salvini no tardó en criticar a los manifestantes. “Estos tipos hacen lo que quieren: si uno fuera a la casa de sus padres y les haces pagar los daños, verás que se quedan en casa,” señalo. Por su parte Di Stefano fue lapidario: “Son sólo cuatro idiotas”. 

Mientras tanto, en Perugia, tres militantes de CasaPound y dos de Poder al Pueblo fueron investigados por un choque que se produjo en esa ciudad durante la apertura de las campañas electorales semanas atrás. Y en Mantua, nueve personas fueron acusadas de reconstituir el partido fascista, ilegalizado tras la caída de Mussolini durante la II guerra mundial.

Además de criticas a los antifascistas, Salvini, candidato por la LN para las elecciones del 4 de marzo en Italia,  expresó ayer su deseo de “cambiar las reglas” en la Unión Europea (UE) y adelantó que la moneda única “no es un dogma” irreversible. 

En un encuentro con la prensa internacional en Roma, Salvini explicitó cómo será la Unión Europea (UE) por la que aboga si gana los comicios, a los que concurre en la coalición de derecha de la que también forma parte Forza Italia (el partido del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi), a la que los sondeos dan como ganadora aunque sin mayoría. 

A juicio de Salvini, esa UE será “una comunidad de pueblos que respetan algunas elecciones nacionales”, por lo que abogó por revisar algunas normativas y tratados que, en su opinión, “en la actualidad bloquean el desarrollo” en el continente. 

“Estamos preparados para razonar con todos los demás países europeos acerca de una eventual salida coordinada y acordada de algunos esquemas o vínculos que ahora bloquean el desarrollo en Europa”, dijo. Cuando se le preguntó si defiende la salida de Italia del euro, dijo que un referéndum al respecto no es factible al no estar amparado en la Constitución pero defendió que la moneda única “no es un dogma, no es la Biblia, no es irreformable, no es como alguno dice, ‘irreversible’”.