Austeridad fiscal, altas tasas de interés y un ingrediente secreto: fuerza de voluntad. Con esa fórmula propone controlar la inflación el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. “Tenemos muy pocas herramientas para luchar contra la inflación pero una voluntad de hierro, vamos a derrotarla”, alentó el funcionario desde España a donde viajó a incentivar la llegada de inversiones extranjeras. En enero los precios subieron 1,8 por ciento, que marcó un mal debut para el cumplimiento de la meta del Banco Central del 15 por ciento anual. Los precios mayoristas registraron un alza del 4,6 por ciento, preanunciando posibles traslados adicionales a los minoristas en los próximos registros. “Estamos atravesando los peores meses de inflación porque estamos generando la suba de los precios de los servicios regulados, que es inevitable para terminar con el gasto en subsidios y converger a precios de mercado”, indicó ayer el titular del Palacio de Hacienda al referirse al impacto de los tarifazos de los servicios públicos previstos. “La inflación va a bajar en los próximos meses, trabajamos para lograr el objetivo”, prometió Dujovne. Durante su exposición, el funcionario minimizó los riesgos asociados al creciente nivel de endeudamiento externo y anticipó como inminente la firma del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. 

El evento encabezado por Dujovne fue convocado por Nueva Economía Forum, una usina neoliberal financiada por distintas firmas españolas beneficiadas por el auge privatizador de los noventa. El mismo escenario ya había sido utilizado por el presidente Mauricio Macri y el ex ministro Alfonso Prat-Gay. El desplazado funcionario utilizó el espacio para “pedir disculpas por los abusos de todo tipo que han sufrido los capitales españoles en Argentina”. Dujovne no llegó tan lejos. A lo largo de su intervención enfatizó la necesidad de nuevas inversiones españolas, promocionó los beneficios para las empresas previstos en la última reforma fiscal, celebró el proceso de desregulación financiera y enumeró un listado de sectores productivos donde existen “oportunidades” para los capitales extranjeros. 

“Si el Gobierno es reelecto, en 2021 encontraremos el equilibrio en nuestras cuentas públicas”, afirmó Dujovne al dar por hecho una candidatura de Macri en las próximas elecciones presidenciales. “Si no tenemos resultados en el corto plazo, se nos va a hacer difícil mantenernos y ejecutar estas políticas”, expresó el funcionario para quien el creciente peso de la deuda, la carga de intereses y la fuga de capitales no representan un riesgo para la sustentabilidad de las cuentas externas. “Queremos tener una inflación similar al resto del mundo. Para eso tenemos un banco central independiente que sigue un esquema de metas de inflación que está haciendo una tarea titánica”, lanzó el funcionario.  

La presentación del ministro de Hacienda en el Hotel Ritz de Madrid estuvo patrocinada por el Grupo Abertis. La empresa es el principal concesionario de autopistas del mundo. Está presente en catorce países y en Argentina explota la concesión de más de 200 kilómetros. Lo hace a través de dos empresas: el Grupo Concesionario del Oeste que está a cargo de la Autopista del Oeste y Ausol que tiene la concesión de la Panamericana y la General Paz. En la segunda empresa convivieron durante casi dos décadas con la familia presidencial, hasta que el año pasado el Grupo Macri se desprendió de sus acciones. Recibió 19,7 millones de dólares por la venta del 7 por ciento de la empresa que estaba controlada por Sideco. La transacción se hizo a mediados de 2017. Entonces, los sucesivos aumentos en los peajes que triplicaron el costo desde el recambio presidencial estuvieron acompañados por una mejora del 394 por ciento en el precio de las acciones de la firma. La operación fue denunciada por la entonces legisladora Margarita Stolbizer, lo que dio lugar a una investigación contra el presidente por presuntas negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública para beneficiar a su familia. La causa quedó a cargo del juez federal Daniel Rafecas.   

“En 2015 decidimos dejar atrás doce años de populismo que generaron enormes distorsiones económicas y culturales. Estuvimos totalmente cerrados. Perdimos la credibilidad. Hemos entrado en default no solo en 2001 sino otra vez en 2014”, diagnosticó Dujovne que hoy termina su gira española. La única grieta en el pujante relato de la economía local ofrecido por el funcionario cambiemita fue la sequía que, según estimó, restará hasta 4000 millones de dólares de las exportaciones agroindustriales en 2018 (ver aparte). 

La presentación de Dujovne estuvo precedida por una breve intervención de la secretaria de Estado de Comercio, María Luisa Poncela. La funcionaria de Mariano Rajoy celebró “los ajustes” emprendidos por el gobierno de Macri. Desde su perspectiva, medidas como la apertura comercial, la reforma previsional y la normalización del vínculo con el FMI ofrecen confianza a los mercados internacionales”. Al referirse al acuerdo entre el Mercosur y la UE, Poncela consideró que “estamos en un punto muy cercano a cerrar el acuerdo, aspiramos a cerrarlo en las próximas semanas”.