Mezcla de manual de historia futbolera y delicioso álbum de figuritas en una cuidada y lujosa edición, Atlas de camisetas, de Cune Molinero y Alejandro Turner es un libro destinado a ocupar un lugar preferencial en la biblioteca de los amantes del más popular y el más apasionante de los deportes.

Molinero, egresado y docente de la escuela TEA. productor ejecutivo de Caiga quien caiga entre otros éxitos televisivos y Alejandro Turner, licenciado en ciencias de la comunicación, dramaturgo, guionista y docente le dieron forma a sus propias investigaciones y a las de Sebastián González Gándara y Agustín Martínez (también periodistas y productores televisivos y radiales) y pueden exhibir con orgullo esta joyita.

“Había una doble tarea pendiente contar la historia y el presente en nuestro fútbol a través de sus colores y reunir la mayor cantidad de casacas del fútbol argentino en un solo lugar. Los amantes de este juego tenemos camisetas cuya sola presencia nos toca una parte intangible de nuestro ser. Un estímulo visual que trae hacia nosotros una ola vertiginosa de recuerdos, sensaciones, felicidades, ilusiones y desgracias”, dicen en el prólogo los autores, anticipando lo que el lector sospecha desde la tapa; que hará una recorrida fascinante.

Lo bueno del Atlas es que uno lo puede desplegar respetando o no el orden alfabético de los clubes; se puede empezar por la era del amateurismo; por las vestimentas de los arqueros; las camisetas prestadas; los clubes fusionados o la selección nacional y en todos los casos se descubrirán historias sorprendentes y se revelarán múltiples curiosidades.

Abrir el Atlas es como desenvolver el paquete en el que nos llegaban a los pibes de barrio las camisetas que habíamos comprado con la venta de rifas y el esfuerzo de todos. No es difícil imaginar que cada uno de los veteranos lectores futboleros que se tope con este libro experimentará emociones similares. 

La recorrida de los clubes se abre con Argentinos Juniors. Se reproduce textualmente: “En 1904 dos clubes de barrio de la ciudad de Buenos Aires decidieron unirse: Uno era Mártires de Chicago, en obvia alusión a los líderes anarquistas condenados a muerte en 1887 en Estados Unidos; el otro, Sol de Victoria. Este nombre alude a una metáfora muy usada en la fraseología socialista de entonces. El club nacido de esta unión fue Asociación Atlética Argentinos Juniors. Su nombre era algo más largo, pero lo acortaron para que entrara en el primer sello. Argentinos usó en principio la camiseta verde y blanca de Mártires, pero enseguida adoptó la roja y blanca que viste hasta hoy. Y no hace falta aclarar que el rojo viene de los ideales socialistas de sus fundadores. Por aquellos días Alfredo Palacios era elegido como primer diputado socialista de América. Ochenta años después una noche en octubre del 85 América sería de Argentinos Juniors”. El texto de Argentinos sirve para ejemplificar con claridad que la historia del fútbol corre en vías paralelas a la historia del país. 

El capítulo titulado “Rarezas” es uno de los más jugosos. Ahí se recuerda que “aun antes de las camisetas alternativas fabricadas a pedido de un mercado creciente”, los clubes vestían camisetas que parecían de otros, como por ejemplo una a cuadritos rojos y negros de Estudiantes de la Plata de 1930 o una roja y negra como la de Newell’s que River utilizó en el 58.

Hay espacio en el libro para casacas audaces como una de Banfield con varias bandas atravesando el pecho, una rosa de Boca o una con forma de saco que usó Barracas Central, entre muchas otras. Es muy interesante detenerse en las camisetas usadas como homenaje. Armenio disputó varios partidos del Nacional B con el rostro de Menem en su camiseta, Sportivo Barracas y Tristán Suárez lucieron en el pecho la figura de Néstor Kirchner, tiempo después de su muerte; San Lorenzo homenajeó al Papa Francisco y varios clubes recordaron que las Malvinas son argentinas. 

Las sorpresas esperan a la vuelta de cada página de esta maravilla editada por Planeta.