La líder francesa de extrema derecha, Marine Le Pen, fue  acusada de tuitear imágenes que representan propaganda y violencia del Estado Islámico (EI). Los cargos fueron emitidos contra el Frente Nacional por la distribución de imágenes violentas, dijo la oficina del fiscal en el suburbio de Nanterre en París. Si el caso llega a juicio y es declarada culpable, la mujer de 49 años podría enfrentar tres años de prisión y una multa de 75,000 Euros. Los fiscales abrieron una investigación en dicimebre de 2015 sobre una serie de correos gráficos de los medios sociales hechos por Le Pen que incluían una fotografía del cuerpo decapitado de periodista James Foley. 

Las otras imágenes muestran un tanque pasando por sobre un hombre en un overall naranja de prisionero y la de un hombre quemado vivo en  una jaula. “¡Daesh es ESTO!” escribió Le Pen junto con las imágenes, utilizando el acrónimo árabe del grupo. Como diputada de la Asamblea Nacional Le Pen tiene algo de inmunidad ante la fiscalía, pero en noviembre en el comité interpartidario en el parlamento francés le quitó la protección sobre los tres tuits. Unos tuits de un líder de la ultra derecha fueron recibidos con una reacción violenta y los padres de Foley dijeron que estaban  perturbados por el uso de la político  de la foto de su hijo.

Foley, un periodista independiente, fue capturado en Siria en 2012 y decapitado en agosto de 2014. John y Diane Foley dijeron en una declaración: “Nuestra familia fue informada esta mañana que Marine Le Pen, una política francesa, tuiteó una imagen vergonzosa no censurada de nuestro hijo. Estamos profundamente perturbados por el uso insospechado de Jim para el propio beneficio político de Le Pen y esperamos que la fotografía de nuestro hijo y las otras dos fotografía sean bajadas de inmediato”, dijeron. Más tarde, Le Pen borró las imágenes, diciendo que desconocía la identidad de la víctima. Los medios tradicionales se abstuvieron en gran parte de mostrar gráficos del incidente. Le Pen ha denunciado anteriormente la investigación de los tuits como “interferencia política”, pero no ha hecho ningún comentario público sobre los cargos. El ser acusada es el último golpe para Le Pen, cuyo partido está en crisis después que ella perdiera la presidencia francesa el año pasado. 

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.