Pensar las relaciones de género, las desigualdades, los mandatos culturales y sociales de masculinidad y feminidad es prioritario para abordar las cuestiones de la violencia machista.
Las sindicalistas feministas crecemos en presencia en nuestras organizaciones.
Muchas veces nos preguntamos si hay o no más violencia contra las mujeres. Algo difícil de responder con plena certeza.