Entrevista con el músico San Ignacio
Se inició en la música electrónica durante su adolescencia, fascinado por el sampleo. Pero al poco tiempo de empezar asomó otra musicalidad, otras búsquedas: la de las músicas y tonadas populares de la región. Así, San Ignacio, en su reciente disco Sencilla es mi canoa como mis afectos, amplía su universo musical. Esta vez, poniendo el ojo en las diversas formas que, para él, puede tomar y entenderse la chacarera. Las canciones de San Ignacio son, sobre todo, instrumentales. La palabra, cuando aparece, es breve, se repite como un mantra: puede ser un fragmento de un discurso de Raimundo Ongaro o CFK, un pasaje de un poema de Vicente Luy o Arnaldo Antunes, un pequeño escrito basado en Rilke. Mantras, palabras que se repiten, reinvención de un estilo para este siglo.