El oriundo de Rosarito, en Baja California, es capaz de meter tantos sentidos por barra que sus batallas ganan peso en diferido.
De inspirarse en Tini a colaborar con Bizarrap, su camino fue rápido y sinuoso, pero siempre tuvo una estación en Los Mina, el peligroso barrio del que salió.
Un ganador sobre el escenario, cabildeos de madrugada, un empate virtual, y la disputa entre un jurado y una presentadora.
Lejos del estereotipo del rapero seguro de sí mismo, el santafesino encuentra su principal herramienta en la argumentación.
Mientras lidera invicto FMS Argentina y se prepara para una nueva Red Bull Batalla Internacional, se hizo tiempo para sacar un disco.