DEPORTES › UNA REUNION EN INTERIOR DECIDIRIA LA SUSPENSION DEL FUTBOL

En el Gobierno se piensa en parar la pelota

El domingo tienen que jugar Boca y River, pero la consigna gubernamental es evitar que haya más víctimas en el fútbol. Por eso, hasta Eduardo Duhalde tendría algo que decir en la reunión prevista para hoy a las 10.30.

 Por Pablo Vignone

El espanto que provoca en el Gobierno la posibilidad, como horrible colofón de la escalada de violencia que ya causó tres muertos en los últimos quince días, de una nueva tragedia en el Superclásico entre Boca y River, el próximo domingo, dominará la reunión que, con la probable presencia del presidente Eduardo Duhalde, sostendrán hoy a las 10.30 en el Ministerio del Interior. No se descarta que, si el temor a un desborde predomina en las conversaciones, se adopte la decisión de suspender la actividad durante el fin de semana. “En el Gobierno hay preocupación, se van a tratar todas las soluciones posibles, y no se descarta ni la suspensión ni nada”, dijeron a Página/12 fuentes gubernamentales.
La gravedad de la situación, según la entiende el Gobierno, estuvo marcada por el nivel de los asistentes al encuentro que determinó convocar a la reunión de hoy el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; el ministro del Interior, Rodolfo Gabrielli; el secretario de Seguridad, Juan José Alvarez; y el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández. “No sería raro que se decida la suspensión del fútbol, por lo menos para el próximo fin de semana en todo el país”, dijo una fuente del ministerio político a la agencia Télam.
Tampoco sería raro que de la reunión de esta mañana participe también el secretario de Turismo de la Nación, Daniel Scioli, que viene bregando por imponer penas más severas como modo de combatir la violencia en el fútbol, un proyecto que no cuenta con el visto bueno generalizado en el Gobierno.
“No se trata de imponer penas más severas sino de cumplir las leyes que están en vigencia” dijo a Página/12 una alta fuente gubernamental, con acceso al presidente Duhalde, que hace una semana respaldó esta visión. De todas maneras, el proyecto de ley de Scioli estaría siendo analizado por el secretario Fernández.
“Es muy difícil seguir jugando al fútbol en estas condiciones –opinó Scioli ayer–. Ya son batallas campales. Hay emboscadas y algunos van directamente a matar.”
Al fútbol no le caerá bien una posible suspensión, independientemente de la complicación que surgirá de replantear el calendario, ya apretado por la disputa del Mundial, en Corea y Japón, a partir del 31 de mayo, dentro de poco más de dos meses y medio. Especialmente a la televisión, cuyos intereses serán sin duda perjudicados.
Pero no pocos ven en esto una pulseada entre el Gobierno y la TV, cuya presión llevó a que tanto Racing como Independiente jugaran el fin de semana en horarios nocturnos, a contramano de lo que se había decidido dos semanas antes para evitar vendettas luego de la muerte del hincha de Independiente, Gustavo Rivera.
De todas maneras, el trámite correrá sólo por vía oficial: Julio Grondona, presidente de AFA, está con la cabeza en otra cosa. Ayer viajó a Zurich, donde hoy se reúne la Comisión de Finanzas de la FIFA, de la que él es titular, en lo que será una prueba de fuego para la continuidad en el cargo de Joseph Blatter, el mandamás de la multinacional del fútbol.
La Comisión estudiará el balance del último año, sobre el que existe gran controversia: mientras Blatter asegura que la FIFA perdió sólo 42 millones de dólares a causa de la quiebra de su socia ISL, sus adversarios quieren impulsar una investigación, convencidos de que el rojo se estira hasta los 350 millones.
La de esta mañana en el Ministerio del Interior no será, sin embargo, la única reunión que trate el tema de la posible suspensión del fútbol. La Comisión de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires formalizó una convocatoria para las 16, a la que sí fue invitada la AFA –concurrirá en representación de Grondona el tesorero de la entidad, Héctor Domínguez, titular de Gimnasia– y los presidentes de Boca, Mauricio Macri, y River, José María Aguilar, además del secretario general del gremio de los futbolistas, Sergio Marchi, la Asociación Argentina de Arbitros y un representante de la Policía Federal. Además, el vicepresidente primero de la Legislatura porteña, Cristian Caram, solicitará a la Justicia Contravencional la suspensión del fútbol en la Ciudad de Buenos Aires hasta tanto existan las correspondientes garantías de seguridad, durante un plazo mínimo no inferior a los 30 días (ver aparte).
La preocupación se generó a propósito de la disputa del Superclásico, el próximo domingo, para el cual –en caso de que no se suspenda el fútbol– se prevé un enorme operativo de seguridad para evitar incidentes. Algunos rumores señalaban el domingo que unos 1500 efectivos policiales participarían del operativo, pero dirigentes de Boca deslizaron ayer que no se contratarían más de 900 policías, en función de los costos que se originan en el diseño del operativo.
Si el efecto plancha que el fútbol opera sobre la sociedad continúa ejerciendo su atracción sobre el Gobierno, no es menos cierto que la posibilidad de un nuevo desastre opere en contrario de los deseos de mantener aceitada la maquinaria del fútbol. Se verá hoy.

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Los incidentes del domingo, con heridos graves y detenidos, motivaron la reunión de hoy en Interior.
 
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