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El entrenador de Estudiantes, Carlos Reinaldo Merlo, deberá prestar declaración testimonial en una causa judicial donde se investiga el rol que cumplió durante un “apriete” que un sector de la barra brava del club le efectuó al plantel profesional en el country que la entidad posee en la localidad de City Bell. Este hecho se relaciona directamente con la puja interna que sacude a la hinchada del equipo platense y que fue el detonante de los violentos sucesos que se produjeron el domingo 27 de febrero en la tribuna visitante del estadio de Banfield.
Ese día, el micro que llevaba a los jugadores de Estudiantes hasta la cancha de Banfield fue interceptado por un grupo de hinchas en las inmediaciones del country de City Bell donde el equipo de La Plata se entrena y se concentra. Merlo reconoció haberse bajado del micro con el propósito de dialogar con ellos. “Hablé con quien tenía que hablar para que el micro siguiera su marcha. Soy el jefe del grupo y me vi en la obligación de hacerlo. Quería saber qué pasaba y me dijeron que querían hablar con los dirigentes porque no habían podido hacerlo durante esa semana”, contó Merlo a los medios de prensa que cubrían un entrenamiento de Estudiantes en los días posteriores a este hecho.
Tras estas declaraciones, el Coprosede, el organismo de la provincia de Buenos Aires que controla la seguridad en los espectáculos deportivos, presentó una denuncia en la Unidad Fiscal de Investigaciones número 3 de La Plata para que se investigara la participación del entrenador en estos hechos. El fiscal Marcelo Martini decidió citar a Merlo para que prestara declaración testimonial el martes de la próxima semana.
Según fuentes consultadas por Página/12, los hinchas le habrían exigido dinero, pero el plantel respondió que se lo entregó a otro grupo de hinchas. Cuando ambos sectores se encontraron en el estadio de Banfield, se produjo una gresca que determinó la suspensión del encuentro por espacio de doce minutos. Esos violentos incidentes motivaron otra denuncia del Coprosede, pero en la UFI número 16 de Lomas de Zamora.
Los líderes de ambos grupos mantienen una disputa por el control de la barra brava que se remonta a mediados del 2004, cuando fue detenido el entonces jefe Omar Alonso, quien actualmente se encuentra alojado en el penal de Ezeiza acusado por posesión de drogas.
El pasado domingo, cuando Estudiantes recibía a Argentinos en La Plata, la policía realizó, horas antes del partido, un operativo en el cual detuvo a 25 personas por averiguación de antecedentes. El representante legal del Coprosede, Gustavo Lugones, le aseguró a este diario que uno de los líderes de la barra es defendido por el mediático penalista Fernando Burlando, muy vinculado a la vida política de Estudiantes.
Producción: Leonardo Castillo.