ECONOMíA › LAS SIETE POTENCIAS OCCIDENTALES PROMETEN TRABAJAR JUNTOS PARA SALVAR EL SISTEMA FINANCIERO

El G-7, toda la artillería o la última bala

Estados Unidos y la Unión Europea buscaron disimular sus contradicciones con una fuerte declaración de compromiso: actuar unidos frente a la crisis. No dijeron cómo, aunque cada miembro insiste con los caminos ya ensayados fronteras adentro.

 Por Sebastián Premici

Desde Washington

El grupo de las siete principales potencias del mundo, incluido el gobierno norteamericano, anunció al mundo que aplicará todas las herramientas necesarias para “solucionar el sistema bancario”. Al cierre de las Bolsas, el G-7 emitió un comunicado indicando que sus países intervendrán para descongelar el mercado de crédito, evitar que los bancos quiebren, mejorar el sistema de garantías entre los Bancos Centrales y las diferentes entidades financieras y, en caso de ser necesario, relanzar los mercados secundarios para hipotecas. Todas medidas que ya venían realizando de facto. Mientras que Henry Paulson, titular del Tesoro estadounidense, dijo que “están estudiando estrategias para adquirir participaciones en las instituciones financieras que lo necesiten”. Es decir, avanzar con más nacionalizaciones, como comenzaron a realizar desde hace algunas semanas. Hoy se reunirá nuevamente el G-7, con la presencia de George Bush. Después de estos anticipos, en Washington esperan que se den detalles de cómo avanzarán con estas medidas de manera coordinada (sin cortocircuitos entre los países), con los ojos puestos en el lunes, cuando vuelvan a abrir los mercados.

Desde que estalló la burbuja de las hipotecas subprime, la primera potencia del mundo vive bajo la emergencia económica. Los funcionarios de los distintos países que asisten a la reunión anual del FMI –que hoy quedará formalmente inaugurada– mantienen por estas horas “reuniones de emergencia”, como bien se encarga de resaltar la CNN. El objetivo es encontrar una solución de último momento a la crisis financiera. Ayer hubo anuncios de mayor estatización por parte de Estados Unidos y mayor intervencionismo por parte de los países europeos, medidas que siempre criticaron, cuando se trataba de Latinoamérica. Pero ahora, los tiempos (y las necesidades) parecen estar cambiando.

Diferentes analistas internacionales señalaron ayer que todas estas medidas tendrán sentido si la administración Bush y el resto de los países europeos del G-7 logran avanzar de manera coordinada y conjunta, sin mucha idea de lo que eso signifique. Sin embargo, antes de que el G-7 anunciase sus medidas, las posiciones dentro del grupo estaban divididas. Inglaterra se encargó de presionar para que los siete países adoptasen las medidas propuestas por su país (que los Estados otorguen garantías para el préstamo entre bancos), mientras que desde la Casa Blanca se había, dicho por la mañana que Estados Unidos seguiría actuando como hasta ahora, “utilizando las herramientas necesarias” para resolver la crisis.

“El mundo ha cambiado y esto implica que las personas se den cuenta que también está cambiando la vieja manera de hacer política económica”, señaló ayer un funcionario inglés del G-7, en una charla informal a la que accedió PáginaI12. Si la cooperación internacional sirve de algo, “será para estabilizar en primera medida los mercados mundiales, como pre condición para movernos hacia adelante”, agregó el funcionario.

¿Cuáles son las pretensiones de Inglaterra en este asunto? Según el funcionario, otorgar o garantizar la liquidez para que los bancos puedan funcionar; fortalecer el sistema financiero (donde cada país debería tomar sus propias medidas); dar confianza para que los bancos puedan prestarse dinero entre sí; y que el G-7 y el G-20 trabajen conjuntamente. Algo bastante cercano a lo anunciado ayer.

“¿Qué pasa si no pueden coordinar estas acciones (es decir, profundizar el intervencionismo estatal para salvar el sistema bancario)?”, se preguntaban ayer diferentes analistas en Washington. “¿Podrán funcionar las acciones individuales de cada uno de los países?”, seguían preguntándose.

“Las acciones individuales pueden funcionar pero como este es un problema global, lo que se necesitan son soluciones globales. Hay que actuar pronto y el G-7 tiene que llegar a un acuerdo”, señaló el funcionario británico.

Por su parte, hoy también se reunirá el G-20 (del que participa Argentina). Este encuentro no estaba en la agenda original de la reunión del FMI pero fue solicitada de urgencia por Paulson. Hechos los anuncios, quedan por resolver los detalles, es decir, el nuevo plan de salvataje en sí.

Compartir: 

Twitter

Henry Paulson, secretario del Tesoro de EE.UU., junto a funcionarios europeos, camino a la reunión.
Imagen: EFE
 
ECONOMíA
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.