ECONOMíA › PROYECTO ARSAT, EMPRESA NACIONAL SATELITAL

Intenciones que vuelan alto

El Gobierno puso en marcha ayer la creación de una empresa satelital, que contará con el aporte estatal de 50 millones de pesos pero que luego se licitará entre empresas privadas. El Estado mantendrá la Acción de Oro. El proyecto de formación de la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (Arsat) fue remitido al Congreso para su aprobación.
El anuncio se hizo en la Casa de Gobierno, a través del ministro de Planificación, Julio De Vido. Néstor Kirchner firmó el proyecto enviado al Congreso ante los principales empresarios del sector telecomunicaciones. El proyecto es ambicioso: estipula que la nueva compañía podrá diseñar, construir, lanzar y poner en servicio satélites geoestacionarios de telecomunicaciones. También tendrá facultades para explotar, utilizar y proveer facilidades satelitales. “El objetivo será prestar servicios satelitales en lo que hace a la distribución de señal de televisión y radio, Internet, transmisión de datos, transmisión multimedial para locaciones con poco o ninguna infraestructura”, contó De Vido durante la presentación.
Arsat tendrá tres clases de accionistas. Los papeles “Clase A” serán retenidos por el Estado, que hará un aporte de capital de 50 millones de pesos. Conservará a su vez la Acción de Oro, que lo habilitará para tomar las decisiones estratégicas. El 98 por ciento de los papeles del Estado permanecerán en manos del Ministerio de Planificación, mientras que el 2 por ciento restante irá para Economía.
Las acciones “Clase B” quedarán para los empresarios y se distribuirán a través de un concurso público nacional e internacional o mediante la oferta pública de acciones en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y/o en los mercados extrabursátiles nacionales e internacionales. Por último, los papeles “Clase C” tendrán oferta pública en la Bolsa. Será el canal para financiar parte de los emprendimientos de la nueva compañía. Los poseedores de estas acciones no tendrán derecho a voto.
El lanzamiento de Arsat forma parte de la reconstrucción del Complejo Industrial Satelital Argentino, diseñado en la nueva política satelital anunciada por el Gobierno en agosto del año pasado, luego de que el Ejecutivo canceló el contrato con la empresa NahuelSat, concesionaria de la posición orbital 81 grados oeste, que corresponde a la Argentina.
El plan del Gobierno sería la puesta en órbita de dos satélites. Ambos se encuentran bajo construcción de la estatal Invap, a un costo total de aproximadamente 200 millones de dólares. Según trascendió, de esa fuerte inversión participará el Estado chino pero no a través de la capitalización en efectivo sino mediante la cooperación técnica y el aporte de diversos componentes.
Como sucedió hace poco más de un año con la creación de la empresa petrolera Enarsa, el Gobierno busca dotarse de un instrumento que podrá utilizar en forma efectiva o servirle simplemente como impulsor de acciones del sector privado, e incluso asociado a éste. Entre las empresas invitadas a participar del lanzamiento figuraron Telefónica, Cablevisión, CTI Móvil, Aeropuertos Argentina 2000 y el Grupo Clarín.

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