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La AFIP está buscando evasores entre aquellos que giraron grandes sumas al exterior (más de 500 mil dólares durante el segundo semestre de 2001) y los que recuperaron más de 100 mil dólares del corralito por vía de amparos judiciales. En el primer caso, el resultado obtenido hasta el presente es que el 78 por ciento de los casos analizados arrojó diferencias no justificadas entre la propiedad de esos fondos y lo declarado ante la DGI. Mediante esta forma de “inducción”, se logró hasta el presente que 62 contribuyentes incluyeran en sus declaraciones juradas operaciones financieras por 174 millones de pesos e ingresaran, en consecuencia, un monto de 60 millones de pesos en concepto de impuestos a las ganancias y bienes personales. Lo más llamativo es que, entre los casos en que se verificaron diferencias, hubo 15 correspondientes a titulares de cuentas que giraron al exterior más de medio millón de dólares pero no estaban inscriptos en la DGI. La Fase II del plan antievasión, correspondiente a los “amparados”, arrojó como resultado hasta ahora un 49,6 por ciento de casos con diferencias no justificadas, que siguen en etapa de inspección o investigación. La AFIP promete continuar la cruzada con los titulares de tarjeta de crédito, cuyos volúmenes de gastos no tengan correlación con su nivel de ingresos. El organismo de recaudación está tratando de aprovechar los beneficios de la bancarización.