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Por Mauricio Vicent*
Desde La Habana

El gobierno cubano ha responsabilizado a EE.UU. del secuestro, el martes, de una embarcación de la empresa GeoCuba en la localidad de Nuevitas, y del intento de apoderarse de otra, un día antes, en una localidad marítima de Pinar del Río, durante el cual resultaron muertas tres personas y un niño fue herido de gravedad. El intento de secuestro ocurrió el lunes en La Coloma, a unos 200 kilómetros de La Habana, cuando tres hombres armados trataron de robar un barco para llegar a EE.UU.
Según la versión oficial, los secuestradores, que iban acompañados de una mujer y sus dos hijos –de 17 y 10 años– se vieron envueltos en un tiroteo, a consecuencia del cual los tres hombres murieron y el niño de 10 años resultó herido de bala en la cabeza. Según las autoridades, las causas que provocaron el tiroteo no están claras, aunque la madre de uno de los secuestradores declaró ayer a la CNN que era probable que se hubiesen suicidado para no volver a la cárcel. Los tres habían estado en prisión por los delitos de “robo con fuerza” y “hurto y sacrificio ilegal de ganado mayor”, y uno de ellos estaba en busca y captura, según el Ministerio del Interior de Cuba.
Menos de 24 horas después del incidente de La Coloma, un grupo de personas secuestró un barco de la empresa estatal GeoCuba en el puerto camagüeyano de Nuevitas, a unos 600 kilómetros al este de La Habana. La nave, con alrededor de 27 personas a bordo, se dirigió a aguas de Bahamas. Las autoridades de la isla dijeron que su objetivo era llegar a EE.UU., y pidieron a ambos gobiernos la deportación de los secuestradores. Según Cuba, ambos casos “son fruto directo de la burda y grosera ley que desde hace casi 40 años otorga el excepcional privilegio de recibir asilo, residencia y derecho inmediato al trabajo a personajes de esta calaña que arriban ilegalmente a EE.UU.”.
La inmigración ilegal desde Cuba no es nueva, y aunque en los últimos meses descendió el número de ilegales que abandonan la isla, el empleo de violencia en estos hechos registró un aumento dramático. En los últimos 11 meses se informó oficialmente de 13 incidentes migratorios en los que la violencia estuvo presente en mayor o menor medida, incluyendo la toma de rehenes o el secuestro de aviones o embarcaciones, que en varios casos tuvieron un desenlace sangriento. Ocurre que el precio del contrabando humano es inasequible para los que quieren emigrar, que entonces acuden a la fuerza.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.