EL MUNDO › EE.UU. CONSULTA SOBRE SUS BASES MILITARES EN EUROPA

Un calendario ajustable a la necesidad

Por Bosco Esteruelas *
Desde Bruselas

Estados Unidos comenzó ayer de forma oficial consultas con sus aliados europeos y Rusia para comunicarles los planes de reajuste de bases en Europa, que despiertan inquietud en Alemania, país donde tiene desplegado el 75 por ciento de sus más de 100.000 soldados en el Viejo Continente. El plan, que contempla entre el establecimiento de bases móviles en el Este europeo, “no pretende debilitar ni nuestros compromisos ni las capacidades militares con la OTAN”, según fuentes oficiales norteamericanas.
“El calendario no está aún establecido y es un proceso que puede incluso durar varios años”, explicó ayer en Bruselas el número tres del Pentágono, Douglas Feith, quien junto con el subsecretario del Departamento de Estado, Marc Grossman, han sido enviados por el presidente George W. Bush a Europa para tranquilizar a sus socios atlánticos y a Rusia. Moscú teme que el eventual traslado de bases a los antiguos países del bloque socialista represente una amenaza directa a su territorio. “Haremos todo para cumplir nuestros compromisos con los rusos”, declaró Grossman después de una reunión con los 19 embajadores que integran el Consejo Atlántico. Rusia, que mantuvo una fuerte oposición al ingreso de los Países Bálticos en la OTAN, vio de algún modo disipados sus recelos tras lograr una relación permanente de privilegio desde el año pasado con el bloque militar aliado.
Los enviados de Bush realizan una primera gira de consultas, a la que seguirá otra durante la primera mitad del año que viene, a varias capitales. Esta primera incluye Moscú, Berlín, París, Londres, Roma, Madrid, Ankara, Varsovia, Bucarest, Sofía y Reikiavik. Las primeras medidas podrían ponerse en práctica a partir de la segunda mitad de 2004, antes de las elecciones presidenciales norteamericanas. Sin embargo, los representantes de Bush insistieron en que “ni hay calendario ni se ha tomado una decisión definitiva”. “No se trata de una cuestión de cifras, sino de mantener nuestras capacidades militares”, explicó Grossman.
El proyecto de reajuste militar fue esbozado ya por el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, a sus homólogos en una reunión informal el pasado octubre en Colorado Springs (EE.UU.). Forma parte de la filosofía de reforma de las fuerzas armadas que el propio Bush anunció al asumir la presidencia en enero de 2001. Uno de los promotores, el general James L. Jones, que desde hace once meses es comandante supremo de la OTAN en Europa y jefe de las fuerzas norteamericanas en territorio europeo, ha explicado que el plan no contempla propiamente una reducción sustancial de tropas, sino la creación de bases no permanentes en algunos países del Este, entre otros Polonia y Rumania. Jones ha adelantado que serán preservadas las bases más estratégicas en Europa Occidental.
Polonia no ha recibido todavía ninguna petición oficial, si bien su primer ministro, Leszek Miller, ya ha manifestado apoyo. La administración Bush no tiene intención de que la reforma suponga una drástica reducción de su presencia militar en Alemania, según analistas. El diario alemán Süddeutsche Zeitung aseguró recientemente que al menos el 80 por ciento de los 70.000 soldados norteamericanos desplegados en ese país seguirá allí.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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