El gobierno turco ordenó ayer el cese de actividades de 370 organizaciones no gubernamentales (ONG) a las que acusa de “vínculos con el terrorismo”, y retomó con ello la ola de represión y represalias desatada tras el fallido golpe de Estado del 15 de julio pasado, que incluyó el arresto del editor en jefe del diario Cumhuriyet.
El ministerio del interior informó en Ankara mediante un comunicado que las asociaciones clausuradas, repartidas en 39 provincias del país, fueron cerradas al amparo del estado de excepción decretado tras el fallido golpe militar, en una decisión tomada “para proteger la seguridad general y el orden público”. Un total de 153 de esas organizaciones están acusadas de tener vínculos con la cofradía del predicador islamista Fethullah Gülen, radicado en Estados Unidos y a quien Ankara acusa de haber urdido la fallida asonada.
De hecho, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró en una entrevista emitida ayer por la emisora Al Jazeera en su portal web en turco que Estados Unidos debería extraditarlo a Turquía sin pasar por el proceso de extradición. “Cada vez que EE.UU. nos ha pedido (entregar) a un terrorista, se lo hemos dado, se lo damos, pero ellos lamentablemente no nos han dado a este terrorista”, dijo Erdogan en referencia a Gülen.
“Lo hicimos porque somos socios estratégicos y, al serlo, creo que si alguien reclama a un terrorista, hay que dárselo, y hemos cumplido nuestra palabra. Pero esa gente (en referencia a los gülenistas) entra y sale de América y de los países occidentales y no nos los dan. No me parece correcto”, concluyó el jefe de Estado.
El ministerio del interior agregó que otras 190 asociaciones están relacionadas con el proscrito Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda. Otras 19 -de acuerdo a Ankara- tienen vínculos con el Partido-Frente Revolucionario Liberación del Pueblo (DHKP-C) y otras 8 con el grupo islamista radical Estado Islámico (EI).
Según la nota oficial, están en curso las investigaciones sobre las ONG cerradas, cuyos nombres no detalla. 
Más temprano, la policía turca detuvo al presidente del consejo editorial del diario Cumhuriyet, Akin Atalay, a su llegada al aeropuerto de Estambul, contra quien pesa una orden de arresto desde el mes pasado.
A Atalay se le acusa de colaborar a la vez con el PKK y Gülen.
El 31 de octubre, 11 periodistas de Cumhuriyet fueron detenidos, y hace una semana, nueve de ellos pasaron a prisión preventiva bajo la acusación de colaboración con el terrorismo.
El arresto de la cúpula directiva de Cumhuriyet, el diario más antiguo de Turquía y uno de los más prestigiosos, con una línea editorial de centro-izquierda liberal, suscitó protestas tanto en Turquía como en el extranjero. El jueves mismo, el líder de la oposición, el socialdemócrata Kemal Kilicdaroglu (CHP), visitó la redacción de Cumhuriyet en Estambul para expresar su respaldo al equipo del periódico.
La Sociedad Turca de Periodistas (TGC) ha criticado que se acuse de lazos con la cofradía gülenista a medios que obviamente no tienen ninguna relación con ella.
Desde la intentona golpista el pasado 15 de julio, 170 medios han sido clausurados, se han cancelado las credenciales de prensa de 777 periodistas, 105 informadores se encuentran en prisión y más de 2.500 han perdido su trabajo.
En Turquía rige, además, un estado de emergencia que otorga al gobierno poderes adicionales, después del fallido golpe, y que la oposición considera que se está utilizando para eliminar a críticos con el poder.
Aunque estas medidas afectaron en un primer momento sobre todo al imperio mediático de los seguidores de Gülen, en octubre también se clausuró una decena de diarios de ámbito de la izquierda kurda.
Un director anterior de Cumhuriyet, Can Dündar, se encuentra exiliado en Alemania después de haber pasado tres meses en prisión preventiva.
Dündar y el periodista Erdem Gül fueron condenados a cinco años de cárcel por “revelación de secretos de Estado”, en un reportaje que documentaba un envío de armas de Turquía a Siria, pero la sentencia fue más tarde anulada por el Tribunal Supremo.