EL MUNDO › ARRESTARON A 50 SOSPECHOSOS POR
LOS ATENTADOS ANTICHIITAS EN IRAK

La vía carcelaria a las elecciones

Después de los sangrientos atentados del domingo surgieron discrepancias dentro del gobierno interino sobre sus posibles autores. Cincuenta sospechosos fueron arrestados mientras se discute si los terroristas, que mataron a 67 personas, eran o no iraquíes.

Por Patrick Cockburn *
Desde Bagdad

Las autoridades iraquíes arrestaron a 50 sospechosos en conexión con los ataques suicidas que mataron a 67 personas e hirieron a 175 en las ciudades santas de Najaf y Kerbala. Las declaraciones de la policía de que algunos de los arrestados habían confesado estar relacionados con la inteligencia iraní y siria no sonaron convincentes a los chiítas iraquíes, que creen que las bombas fueron obra de fundamentalistas musulmanes sunnitas. Los iraquíes están comenzando a debatir si no están cayendo en un conflicto interno entre las comunidades chiítas y sunnitas.
Walid al Omar, un empresario de Basora, en el sur chiita, dijo: “Los sentimientos dentro cada comunidad se están polarizando. No han llegado a un punto de ebullición pero pueden llegar en el futuro”. La elección del 30 de enero está profundizando las divisiones sectarias en Irak porque los chiítas, el 60 por ciento de la población, al que previamente le había estado negado el poder, participarán en ella y la mayoría de los sunnitas dice que no lo hará. Líderes chiítas han apelado a sus seguidores para que no lleven a cabo ataques en venganza, y por el momento están siendo escuchados por las bien pertrechadas milicias de su comunidad. En Najaf, donde la explosión se produjo en medio de una procesión fúnebre cerca de la santuario de Iman Alí, matando a 54 personas e hiriendo a 142, el jefe de policía, Ghalib al Jazaari, dijo que los arrestados incluían “elementos” relacionados con la inteligencia iraní y siria. Pero no existe ningún motivo por el cual aquellos que planearon el ataque en Najaf no hayan sido los mismos que lo ejecutaron.
La seguridad iraquí tiene muy poco éxito en detectar a la organización detrás de los terroristas suicidas. Muchos chiítas y sunnitas creen que las bombas fueron obra de los militantes salafistas o wahabistas que denuncian a todos los chiítas como infieles. Hay pueblos sunnitas y ciudades al sur de Bagdad en el área Latafiya que son conocidos por sus prejuicios sectarios. Las calles de Najaf, llenas de escombros, estaban casi desiertas ayer, aparte de las procesiones fúnebres de los que murieron el domingo.
El primer ministro interino, Iyad Allawi, se distanció ayer de las declaraciones de su ministro de Defensa, Hazem Shaalam, en relación a que Irán y Siria estaban apoyando a los insurgentes en Irak. Shalaam dijo que estos grupos estaban cooperando con las redes de Al Qaida en Irak y con su líder, Abu Musab al Zarqawi. Pero Allawi matizó: “El ministro de Defensa hablaba desde su propia perspectiva, no representa la posición del gobierno”. Aunque Estados Unidos y el gobierno interino iraquí han declarado frecuentemente que combatientes extranjeros eran los que lideraban los enfrentamientos en Faluja y otras ciudades sunnitas, no hay pruebas de que sean más que un factor marginal. Pocos de los prisioneros arrestados en Faluja por los marines de Estados Unidos eran no iraquíes, si bien los ataques del domingo, con su casi simultaneidad, tienen huellas del estilo de Al Qaida.
La elección de una Asamblea Nacional de 275 miembros el 30 de enero que resulte mayoritariamente chiita y kurda puede provocar aún más a los árabes sunnitas y producir más violencia. El Dr. Ghassan Atiyyah, un escritor iraquí y académico que presenta la lista de candidatos de grupos no sectarios en las elecciones, llamado el Bloque de Independencia Iraquí, dijo que no había razón para que la situación mejorara después de las elecciones. Afirmó: “Nos han dicho esto muchas veces antes, como cuando se formó el gobierno interino, pero las cosas siempre empeoran”.
La elección será el comienzo de un año de prolongado regateo político. La Asamblea Nacional elegirá primero a un presidente y a dos viceprimeros ministros entre sus miembros. Ellos nombrarán a un primer ministro y a los ministros. La Asamblea Nacional será luego responsable de redactar una Constitución para el 15 de agosto de 2005. Esta será votada en un referendo el 15 de octubre. Si es aprobada, habrá elecciones para un nuevo gobierno en diciembre. Si es rechazada, se elegirá una nueva Asamblea Nacional que nuevamente empezará a redactar una Constitución.Todo esto debe realizarse en un país tan peligroso que los ministros del gobierno son conocidos por pasar gran parte de su tiempo en el exterior, donde hacen discursos optimistas sobre el futuro de Irak. Es probable que haya un boicot en las elecciones en las áreas rurales sunnitas fuera de Bagdad. En la capital, mucha gente de clase media sunnita puede ir a votar, pero en áreas mixtas la gente puede no querer concurrir a los lugares de votación por temor a un posible ataque.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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Fuerzas de seguridad en medio de los escombros de un edificio de la ciudad de Najaf.
 
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