EL MUNDO › EVO MORALES, LIDER COCALERO DEL MOVIMIENTO AL SOCIALISMO

“Quieren liquidar los movimientos sociales”

Por Pablo Stefanoni
Desde La Paz

Otra vez, Evo Morales queda como un outsider de la política boliviana, papel en el que no se siente incómodo. “Las acusaciones del presidente son poco; a mí semanas, meses, me trataron se asesino, de narcotraficante con spots televisivos, esto no es nada frente a lo que he soportado”, enfatiza. Y vuelve a señalar que “nadie ha pedido la renuncia del presidente”; con ella, el primer mandatario “sólo ha querido chantajear”. Morales denuncia que se “quiere liquidar a los movimientos sociales y el MAS” y sostiene que el reciente acuerdo de gobernabilidad es un “retorno a la megacoalición de Goni”. En una entrevista con la prensa internacional de la que participó Página/12, el dirigente cocalero recorrió los principales aspectos del nuevo escenario político.
–¿Por qué el MAS no firmó el pacto de gobernabilidad?
–Primero, porque el acuerdo prioriza la “agenda de enero” (autonomías regionales) y deja a un lado la Asamblea Constituyente, que debería ser la prioridad número uno. Y segundo, porque es un acuerdo entre el Ejecutivo y los partidos que gobernaron con Gonzalo Sánchez de Lozada. Es un show del gobierno que no va a resolver absolutamente nada, el acuerdo debería ser con los sectores sociales. Este acuerdo es para garantizar la agenda de la oligarquía.
–¿Evo se está radicalizando, como sostienen los medios?
–Cuando no quieren respetar el mandato del pueblo que plantea recuperar la propiedad de los hidrocarburos, estamos en la obligación de hacer respetar ese mandato junto a los movimientos sociales.
–¿Cómo se llegó al Pacto por la Dignidad y Soberanía del Pueblo Boliviano, firmado con la central obrera y la confederación campesina?
–Pese a las diferencias, siempre nos hemos juntado cuando es importante para hacer fuerza común. Sin embargo, a veces hay cierto egoísmo de líderes, pero la coyuntura nos obliga a unirnos. Aunque hay diferentes caminos, todos queremos llegar al mismo objetivo, que es acabar con este modelo económico y este sistema político. Las propias bases reclaman unidad.
–Después del acuerdo, ¿pronostica más tranquilidad o más conflictos?
–Mucho depende del Poder Ejecutivo y del Parlamento. Si priorizan la “agenda de octubre” puede bajar la tensión. Pero si Carlos Mesa, como ahora, está en una alianza con la oligarquía, con las transnacionales y, especialmente, con los partidos que sostuvieron a Sánchez de Lozada, en todo caso la situación puede agravarse.
–Hoy el presidente Mesa amenazó con el procesamiento a los bloqueadores, ¿cuál es su respuesta?
–Sería importante que primero meta presos a los bloqueadores de la economía nacional, que son el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Si realmente está hablando de los bloqueos de caminos, por qué no empieza por procesar a los bloqueadores de la oligarquía cruceña, que incluso bloquearon el aeropuerto internacional. Pero como éstos son sus aliados (de Mesa), seguramente va a meter presos a los dirigentes sindicales que están bloqueando con una actitud patriótica para que los recursos naturales vuelvan a manos de los bolivianos. Es una lucha entre las transnacionales y la gente del pueblo que quiere a su país.
–¿Espera una política de mano dura?
–Cuando Carlos Mesa convoca para mañana (por hoy) a una concentración en las plazas (contra los bloqueadores), prácticamente está convocando a la confrontación. Estamos investigando si esta convocatoria a la división del país constituye una violación de la ley. Y, en ese caso, podríamos promover un juicio de responsabilidades.
–¿Se arrepiente de no haber aceptado la renuncia del presidente Mesa?
–Jamás hemos pedido renuncia, sabíamos que era un show, un renunciar para no renunciar, sino para distraer y perjudicar la aprobación de la ley de hidrocarburos. Pero se equivocó, finalmente el pueblo se dio cuenta de qué pretendía Mesa. Se sintió víctima de los movimientos sociales y entonces buscó victimar a estos movimientos.
–¿Van a continuar los bloqueos?
–Mientras no se apruebe la ley, los movimientos sociales van a continuar las medidas de presión. Ayer (por el martes) eran 20 los puntos de bloqueo y hoy (miércoles) son 35.
–Algunos medios sostienen que Evo es el “gran perdedor” en esta crisis y que estaría “más aislado”.
–Yo no creo en los analistas ni creo en las encuestas. Muchos medios son conocidos por ser parte de la oligarquía, no los periodistas sino los dueños. En los hechos siento que tengo varios “jefes de campaña”: la Condoleezza (Rice) y el propio Palacio Quemado de Bolivia.
–¿Cómo ve el nuevo escenario, se avanza hacia mayor represión?
–Carlos Mesa prepara tres cosas. Primero, mano dura contra los dirigentes sindicales, pero para meter presos a todos los bloqueadores debería contratar el estadio Capriles. Segundo, veo que está preparando un estado de sitio y, quién sabe, un autogolpe, pero el movimiento indígena va a resistir tanto un autogolpe como un golpe de Estado. Si le pasa algo a algún dirigente será responsabilidad de este gobierno.

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