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“El mayor riesgo era no hacer nada”, dice la Iglesia del Diálogo

Maccarone y Casaretto reivindicaron la acción de la Iglesia. Elogiaron a Duhalde y cuestionaron a “otros estratos del Gobierno”. También criticaron a los que quieren que haya “un derrumbe total”.

 Por Washington Uranga

Hablando ayer en el marco del 39º Curso de Rectores organizado por el CONSUDEC (Consejo Superior de Educación Católica), los obispos católicos Juan Carlos Maccarone, Jorge Casaretto y Artemio Staffolani reivindicaron la acción de la Iglesia en el marco del llamado Diálogo Argentino y señalaron que “el presidente de la República está muy interesado en el Diálogo”, aunque “no sabemos si en todos los estratos del Gobierno existe el mismo interés”. Los obispos desestimaron toda acusación de “complicidad” con el Gobierno y aceptaron que existe un riesgo “de quedar complicados”, pero subrayaron que “el mayor riesgo era no hacer nada” ante la situación que vive el país. “Frente a la realidad de alguien que estaba herido (el país), casi moribundo, no podíamos pasar indiferentes”, dijo Maccarone, aludiendo a la parábola evangélica del buen samaritano que socorre al herido. Casaretto mostró su convicción de que la reforma política tiene que ser la base de los cambios que deben producirse en el país.
Maccarone criticó el pensamiento de quienes tienen una visión “casi mítica” de que “aquí hay que esperar un derrumbe total y ahí va a nacer un país nuevo”. Admitió también que alguien le señaló que “ustedes con esto que hacen le están cerrando las piernas a una parturienta. Aquí hay que esperar que todo se pudra. A mí parece que esa posición es una claudicación de la inteligencia, por una parte, y demuestra falta de fe en el hombre, por otra”.
Para el obispo de Santiago del Estero, “el país tiene que surgir de lo que tiene, no de lo que no tiene” y señaló que ante el momento que se vive hay que trabajar con la gente que hoy está al frente del país, porque “no podemos pensar en un principio de pureza original”. Cuando se los consultó si no temían ser “usados por el gobierno” Maccarone respondió que “podemos quedar complicados” pero “tenemos la libertad para tomar la palabra y la hemos tomado, y pienso que la misma libertad tendremos para seguirla tomando en la medida que el Diálogo siga avanzando”.
El propio Maccarone describió la experiencia del Diálogo Argentino como “a veces esperanzadora, a veces fascinante y a veces aterradora”, en tanto que Casaretto insistió en el diagnóstico de “una sociedad muy fragmentada, porque los argentinos somos muy individualistas”. El obispo de San Isidro dijo también que “todos los sectores le echan las culpas a otros, pero hay muy poco reconocimiento de las propias culpas. Hay proyectos, hay frondosos aportes en cuanto a proyectos –siguió diciendo el obispo– pero en consonancia con esto no están claras las renuncias, las renuncias al poder y tampoco las renuncias personales”. En otro momento de su encuentro con los educadores católicos Maccarone dijo que en la sociedad argentina hay contradicciones muy fuertes y “falta de liderazgo en las acciones y aún para liderar la protesta en un sentido positivo”.
Casaretto puso el acento en la necesidad de la reforma política porque “si logramos que los políticos cambien” pueden surgir de allí nuevas posibilidades. Aceptó también que mucha gente les pregunta “¿cómo es posible que esta dirigencia que puso al país en estas condiciones ahora lo cambie?”, frente a lo cual insistió en que “tenemos que creer que hay capacidad de conversión”, subrayó que “hay que respetar las instituciones” y que hay que demandar “a estos mismos políticos que se generaron privilegios que hoy cambien a través de una reforma política y del Estado”. El obispo presidente de Cáritas dijo además que “a nivel económico hay posiciones muy desencontradas y rígidas” que hacen muy difícil llegar a acuerdos, no obstante lo cual “la economía se tiene que someter a la política, como lo señala la doctrina social de la Iglesia”. Para los tres obispos, la base del cambio en el mediano y largo plazo está en la educación y por eso solicitaron “una educación para todos y que incluya a todos”. Casaretto recordó que si bien iniciaron su labor pensando en el mediano plazo “con la idea de contribuir a un proyecto de país” pronto advirtieron que esa tarea no es posible si no antes no hay soluciones urgentes para los problemas coyunturales y que esa ha sido la postura que demandaron del gobierno y del Poder Legislativo. “Como decía un director técnico de fútbol tiempo atrás –acotó Maccarone refiriéndose a Reinaldo Merlo, entrenador de Racing– hay que ir paso a paso. Y ganaron el campeonato”, concluyó.

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Juan Carlos Maccarone y Jorge Casaretto, convencidos de estar haciendo lo correcto.
“Frente a la realidad de alguien que estaba casi moribundo, no podíamos pasar indiferentes”, dijo Maccarone.
 
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