EL PAíS › MARTIN SABBATELLA JURA CON UNA FIESTA EN LA CALLE

El más progre del conurbano

Cuando Martín Sabbatella decidió enfrentar los comicios bonaerenses desde su propio partido vecinal y sin ningún candidato a gobernador encabezando su boleta, pocos se habrán imaginado que lograría su reelección como intendente de Morón. En un mapa dominado por el aparato justicialista y contra todos los pronósticos, el ex frepasista no sólo ganó con más del 50 por ciento de los votos, sino que aventajó por 30 puntos al hombre del PJ. Hoy por la tarde, frente a miles de vecinos y al Concejo Deliberante sesionando por primera vez en la plaza del municipio, Sabbatella jurará nuevamente en el territorio que, durante toda la década menemista, controló Juan Carlos Rousselot.
Apenas asumió en 1999, con tan sólo 29 años, levantó la bandera de la transparencia: creó una oficina anticorrupción –sin antecedentes en la provincia–, convocó a audiencias públicas para discutir los principales contratos de concesión de servicios y publicó su declaración patrimonial de bienes. Fue así como durante los primeros años de su gestión, Sabbatella debió soportar una mala relación con el ex gobernador Carlos Ruckauf. Sin embargo, desde que Felipe Solá se hizo cargo de la conducción de la provincia logró construir un vínculo más que aceptable.
Por considerarlo fiel exponente de lo que él llama la “vieja política justicialista”, Eduardo Duhalde es el blanco preferido de las críticas de Sabbatella que, aunque no se declara abiertamente como kirchnerista, aparece ligado a la figura del Presidente en la empresa de conformar un espacio político transversal. Otra que ve con buenos ojos su reelección es Elisa Carrió. Mientras critica al resto de los referentes de centroizquierda, la líder del ARI suele defender públicamente al intendente de Morón, a quien, incluso, intentó convencer para que se sumara como candidato de su partido durante las últimas elecciones.
A pesar de las propuestas para integrar distintas listas, Sabbatella decidió finalmente encarar solo su reelección. Con las tijeras como símbolo del corte de boleta y el mensaje implícito del “corte” final a la corrupción y a las viejas prácticas políticas, logró imponerse en todas las mesas del distrito. Del 52,7 por ciento que lo eligió, un 16 no votó a nadie para gobernador, mientras que un 18 por ciento de quienes votaron a Felipe Solá cortó la lista del PJ para incluirlo en lugar del candidato oficial Juan Zabaleta. Este record de cortes provocó la también inédita situación de que un intendente obtuviera en su municipio más votos positivos que el propio gobernador.
Militante del Partido Comunista durante su escuela secundaria, frepasista en el gobierno de la Alianza, Martín Sabbatella buscará seguir siendo por cuatro años más la figura más progresista del conurbano bonaerense.

Informe: Martina Noailles.

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