ESPECTáCULOS › LOS NUEVOS PASTORES ELECTRONICOS RENOVARON SUS METODOS PARA ACERCARSE A POTENCIALES FIELES

Para triunfar en la vida, primero hay que saber sufrir

Un pastor que combate contra The Matrix, otro que evangeliza sólo a empresarios y un tercero que propone técnicas de autoayuda. La nueva prédica que invade la TV aprovecha formatos insólitos para reclutar adeptos. El marketing gana terreno en el proselitismo religioso.

 Por Julián Gorodischer

Llegaron los nuevos pastores electrónicos: uno evangeliza a ejecutivos, otro coordina grupos de autoayuda y uno más combate contra una réplica de The Matrix que concentra todo el mal del mundo. ¿Qué es lo nuevo? “Cruza de prédica cristiana con megashow a lo Disney: el discurso de la fe dejó de funcionar si no va pegado al entertainment”, asegura el periodista Alejandro Seselovsky, autor de la investigación Cristo, llame ya (recién editada por Editorial Norma). El nuevo zapping evangélico comienza en la trasnoche de CVN, allí donde el pastor ahora se hace llamar “conferencista”. A la caída del veterano Paulo Roberto, siguió una camada de veinteañeros de traje, esmerados en hacer entendible su portuñol y monotemáticos en su alusión al amor (por las tardes) o a la fortuna al caer el sol. La prédica de Momento empresarial, tal el título del flamante programa, se aplica sólo a ganar dinero: el pastor de la Iglesia Universal del Reino de Dios entrevista a ejecutivos y a señoras de tailleur que, ya iluminados, mejoraron el sueldo o ascendieron a la condición de entrepreneur.
Momento empresarial promueve la acumulación, reemplaza el formato del caduco Pare de sufrir, relega las fábulas dramatizadas en pos de testimonios más acordes con la Argentina de hoy: “¡Ella... duplicar... salario!”, tartamudea el pastor en su extraño cocoliche para el Mercosur. Ahora La misa se oficia en una sala de conferencias, con mesa larga y sermón leído en la pantalla de la Notebook. ¿Qué cambió? “La gracia también es material –afirma el antropólogo Pablo Semán–. Hace por lo menos cuatro décadas que generaciones de pastores evangélicos se vienen educando en ideas que desafían tradiciones profundamente arraigadas como la santidad de la pobreza y la virtud de la austeridad.” Si las dramatizaciones moralistas de Pare de sufrir (el ciclo precursor de la Iglesia Universal...) eran pequeñas comedias sobre drogadictos enderezados e infieles arrepentidos, las de Momento empresarial dan un paso más allá: reducen el protagónico sólo a la franja ABC 1, quitan a la prédica todo factor espiritual en una revolución que acerca el templo a la Bolsa de Valores. ¿El riesgo? “Si vos andás mal económicamente es que no estás bendecido –dice Semán–. Y así estimulan la ostentación y convierten al diezmo en una obligación sagrada.”
Extinguido el Pastor Giménez, ahora ningún colega ignora que la Iglesia Universal... pisa fuerte y paga en reales, y entonces florecen las opciones para ponerse al día. Alejandro Gómez fundó el grupo de baile Jesus Warriors, que recluta jóvenes en Ciudad Oculta para entrenarlos en break dance y números musicales que, después, se exhiben ante estadios repletos. Dice que así retira a los chicos de las drogas y desmiente que se llamen guerreros por andar molestando por ahí sino porque “dícese de aquel que se juega por lo que cree”. ¿Y los lazos entre el break dance y el sermón? “Todo lo que es música, ropa, coreografía y arte está conectado con la prédica: siempre bailar se conectó con Dios...”, dice Alejandro, que prepara su ingreso a la TV en imitación tardía de un programa-boom de los ‘90. “Presentamos en Canal 7 un proyecto parecido a Jugate conmigo –dice Gómez–; se llamará Te desafío e intentará transmitir valores. Lo conducirá Lali Gómez, mi esposa, como una Cris Morena pero evangelizadora. Pero aquí el premio de los equipos ganadores será hacer un trabajo social. ¡Vamos a terminar cantando todos juntos el tema Color esperanza.” Cumplir o no cumplir las reglas del juego/ hacer trampa o ser un competidor leal: el nuevo manual del devoto sub-21 los integra al star system: ahora salen por TV, admiran al grupo rockero cristiano Rescate, y viven su propio sueño a lo Popstars en las huestes de Jesus Warriors.
También el pastor Dante Gebel fue consciente de que tenía que ligarse a la farándula y estrenos, y en su número contra The Matrix (“hay que combatirla con valores y principios familiares”, dice) pelea contra el infierno mismo con prédica y poses robadas al Neo de Keanu Reeves. Elpastor showman llenó el Luna Park (2003) y el estadio de Vélez (2004) y condujo el programa Línea abierta en el Canal Luz, de Telecentro. Su as en la manga es el monólogo veloz y avispado que mecha el consejo evangélico con el chiste sobre maridos y esposas. “Entramos a la TV recomendados por el Puma Rodríguez y Palito Ortega –recuerda–. Y me empezaron a ver como una mezcla de Roberto Pettinato y David Letterman. Yo me dedico a hablar del matrimonio, de las diferencias entre el hombre y la mujer: lo presentamos en Hollywood para la comunidad latina, y fue un éxito con 2500 personas por función.” En sus shows se lo ve dialogando con el conductor mexicano Don Francisco, la presentadora de talk shows Cristina y los protagonistas de las telenovelas de Univisión (que aparecen en una pantalla) y luego repitiendo la cháchara sobre “valores pero sin hacer Familia Ingalls porque nunca los arengo. ¡Terminan aplaudiendo de pie!”
El zapping evangélico culmina en los mediodías de América, donde los hermanos Bernardo y Alejandra Stamateas inauguran un formato híbrido entre la prédica y la terapia de autoayuda. Aquí, el pastor se legitima en su condición adicional de “psicólogo” y convoca a charlas sugerentes tales como Soy una sufridora permanente y/o Quiero ser algo en la vida. “Es una estrategia para atraer a nuevos fieles desprevenidos –comenta Alejandro Seselovsky–. Van buscando un consultorio y se topan con un templo. Tal vez se quedan.” Gastón Ieras, colaborador de los Hermanos (que reposan durante febrero), justifica el aggiornamento: “¡Hay que tener un pie sobre la Tierra! –dice–, por eso hablamos de problemas reales de gente real. Pero advertimos que es sólo el complemento para una terapia.” La sufridora es atraída por Alejandra, cercana a la doctrina de Louise Hay de repetición de eslóganes frente a un espejo o al posterior lema Me gusta ser mujer que proclamó Nacha Guevara. Seselovsky sigue disparando: “Este es un pastor que no vende a Cristo: te atrae por tu problema, una adicción, una pelea conyugal, y te convoca al Centro Terapéutico de la calle José Bonifacio, que en realidad es una iglesia. Ni de orar, ni de salmos, ni de la biblia. No hablan de religión porque hoy es piantavotos”.

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Los ciclos televisivos evangélicos proponen una suerte de terapia de autoayuda.
 
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