SOCIEDAD › UN CABO DEL EJéRCITO DENUNCIó QUE FUE VIOLADO POR SUS COMPAñEROS

El asado que derivó en abuso

Un grupo de militares celebraba la despedida de soltero de un cabo en el Regimiento 7 de Arana, cerca de La Plata. Pero el festejado terminó convertido en víctima. Según denunció en la Justicia, fue abusado y violado con una botella.

Un cabo del Ejército denunció haber sido violado por quince de sus compañeros de armas en la unidad bonaerense en la que todos ellos revisten y mientras transcurría su propia despedida de soltero, durante la madrugada del miércoles al jueves. El suboficial, un hombre de 25 años cuya identidad permanece bajo reserva, radicó la denuncia en la Comisaría 3ª de Los Hornos, tras lo cual comenzaron las actuaciones del Juzgado Federal Nº 3 de La Plata, a cargo de Arnaldo Cora-zza, mientras que la justicia militar inició una investigación para determinar posibles sumarios y sanciones. Durante la tarde de ayer, la fiscal Leila Aguilar permaneció en la unidad militar tomando declaración a los implicados, quienes, hasta tanto no haya resolución por parte de la Justicia civil o militar, continúan brindando servicio normalmente. Sobre la causa sigue vigente el secreto de sumario.

Los hechos denunciados involucran a suboficiales del Regimiento de Infantería Mecanizado 7 Coronel Conde, de Arana, una localidad cercana a La Plata. De acuerdo con fuentes cercanas a la causa, la violación habría transcurrido al promediar un asado en el que no faltó el alcohol, cuando un grupo de compañeros llevó al suboficial a un cuarto habitualmente usado para almacenar equipamiento, lo obligó a bajarse los pantalones y lo violó con una botella de vino. Sin embargo, voceros del Ejército explicaron a este diario que las versiones de los distintos acusados y de la propia víctima parecen diferir en detalles sobre el devenir de los acontecimientos, los emplazamientos de las acciones y los elementos que tomaron parte de ellas.

Para recoger versiones y despejar dudas, durante toda la tarde de ayer la fiscal Aguilar tomó declaraciones en el comando de la unidad, que permaneció aislado, mientras que el resto del regimiento trabajó con normalidad.

El Ejército “no hará un comunicado oficial porque rige el secreto de sumario”, explicó el coronel José Colombo a Página/12, al tiempo que aclaró que, sin embargo, se ha iniciado un sumario a raíz de la denuncia y que, “por la importancia de los hechos que involucra, es llevado adelante por el 2º jefe de la unidad”. Desde los cambios en el código de justicia militar operados bajo la gestión de Nilda Garré al frente del Ministerio de Defensa, ésta debe proceder a sus investigaciones y sumarios de manera paralela al desarrollo de las acciones de la Justicia civil. De allí que, como señaló Colombo, se hayan comenzado “a realizar las diligencias pertinentes, mientras la fiscal Aguilar tomaba declaraciones”. El juez Corazza, por lo demás, ordenó la realización de peritajes médicos al suboficial que denunció la violación.

El meollo de la denuncia, sin embargo, parece radicar en el esclarecimiento de versiones que, aun cuando difieren en detalles, no niegan que la violación haya sucedido. “No se puede comprobar exactamente lo que pasó, hay dudas sobre la forma en que se produjo. Unos dicen que fue en un lugar, otros que fue en otro; uno dicen que el elemento que se usó en la violación fue un palo, otros una botella de vino”, ejemplificó el vocero militar.

El Regimiento de Infantería donde todo sucedió es una unidad militar a la que los suboficiales implicados concurren en la mañana y se retiran por las noches, de manera que no viven allí, sino que cumplen un horario laboral. Eso implica, según fuentes cercanas a la investigación explicaron a este diario, que en el lugar, y entre camaradas, se desarrolla habitualmente una vida social “como en cualquier empresa, en cualquier oficina”. De todas formas, Colombo negó que este tipo de evento formaran parte de la agenda usual de la unidad, sino que “aquí se ha tratado de un hecho puntual, un ágape, tengo entendido que un asado, que se desmadró y a partir de ahí pasó esto”.

Los acusados por el cabo denunciante permanecerán en funciones y en sus puestos usuales hasta que la Justicia se expida. “Hasta que no se compruebe la culpabilidad, no haya algún detenido, no corresponde ninguna acción para separarlos. Una vez que se expide la Justicia, empiezan las sentencias”, señaló el vocero militar.

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Imagen: Guadalupe Lombardo
 
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