SOCIEDAD › LAS CORRECCIONES DE LA CáMARA A LAS MEDIDAS DISPUESTAS POR IERMINI

Beara sigue dando que hablar

Ante un pedido de aclaración de uno de los investigados por el derrumbe del boliche Beara, este diario amplía la información sobre las decisiones de la jueza Iermini. Se trata del arquitecto que debía verificar que las medidas fueran las correctas.

 Por Horacio Cecchi

El caso Beara, el boliche cuyo entrepiso se vino abajo el 10 de septiembre de 2010, provocando la muerte de Ariana Lizarraga y Paula Provedo, en Palermo, sigue dando que hablar. Después de la publicación en este diario de un fallo de la Sala 7, de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, en la nota titulada “Confirman sospechas por Beara” del 2 de enero pasado, se recibió un pedido de aclaración por parte de una de las personas mencionadas en el fallo y transcriptas en la nota de referencia. Se trata de Isaac Rasdolsky (arquitecto de Habilitaciones), encargado de verificar que la instalación real del boliche, incluyendo el entrepiso que se vino abajo, coincidiera con las estructuras y medidas ofrecidas por los dueños para que se habilitara el local. En la nota mencionada se consignó que se había confirmado el procesamiento de Rasdolsky. Y en realidad, su procesamiento fue renovado. Rasdolsky tenía razón. Pero hay más para aclarar.

Rasdolsky había sido procesado por la jueza Alicia Iermini por falsedad ideológica, aunque nunca le señaló que estaba acusado por ese delito. En cambio, le informó que lo investigaba por incumplimiento de los deberes de funcionario público, por cohecho y por homicidio culposo. En síntesis, la Cámara dijo que no puede acusar por un delito y procesar por otro diferente, anuló el procesamiento mal realizado (por falsedad ideológica) y le ordenó a Iermini que hiciera bien su trabajo. O sea, que lo investigara por los tres delitos mencionados, sobre los que no había avanzado.

Ahora, Iermini podrá procesar o sobreseer. Pero la Cámara no lo liberó de sospechas. El fallo indica que ordenó avanzar en las sospechas sobre las que Iermini no avanzó, en coincidencia con la apelación del fiscal del caso, Andrés Madrea.

La defensa del arquitecto había discutido su condición de funcionario porque, en realidad, no pertenece a la planta sino que fue sorteado como perito verificador. Madrea, en cambio, consideró que el sorteo no quita que intervino en representación del Estado. Y la Cámara hizo lugar al planteo del fiscal.

Las medidas que debía verificar Rasdolsky correspondían, entre otras, a la carga real que podía soportar el entrepiso y que ésta coincidiera con la carga declarada por los dueños del local. El derrumbe demuestra que existió algún fallo en algún lado. Según las medidas que constan en la causa, la carga admisible del entrepiso requerida reglamentariamente para el uso que se le daba era de 675 kilos por metro cuadrado. Pero de acuerdo con el análisis de los peritos de la UBA, la carga real admisible por la estructura existente del entrepiso era de 171 kilos por metro cuadrado.

De acuerdo con lo expuesto por el fiscal, quien señaló las declaraciones de los peritos de la UBA, la superficie utilizable para el baile era de 132,40 metros cuadrados en la planta baja y 90,38 en el entrepiso. Esto hace un total de 222,78 metros cuadrados. Los dueños sostienen que la medida solicitada para habilitar es de 423,57 metros cuadrados. Claro, en ese caso Beara hubiera sido habilitado como un boliche con baño y cocina, depósitos y oficinas bailables, porque la medida corresponde al total del local.

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En el boliche Beara se vino abajo el entrepiso y murieron dos jóvenes adolescentes.
Imagen: Leandro Teysseire
 
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