Improvisación, falta de inversión, ausencia de apoyo logístico y operativo. En Latinoamérica el fútbol femenino está varios escalones debajo que en Europa. Los logros siguen dependiendo de personas excepcionales, como la ecuatoriana Vanesa Araoz, “la directora técnica más joven del mundo”, como se la presentó en el 1º Congreso Latinoamericano de Liderazgo de la Mujer en el Deporte y Desarrollo Fútbol Femenino. Aunque ella misma, y varias de las presentes en el encuentro, llamaron a unirse para empujar el cambio que lleve al fútbol femenino a donde todas lo sueñan. 
María José Fabri Genskowsky, Ejecutiva de Fútbol Femenino en Chile, contó que en su país hay un torneo nacional de 21 equipos de fútbol femenino y se juegan muchos partidos al año “pero con falencias”: “no hay infraestructura, faltan médicos, hay que estar mendigando canchas”.
En Chile, solo un club, el Colocolo, paga a las jugadoras pero no es un sueldo, no llega a los 100 dólares. Fabri Genskowsky planteó la necesidad de que se controle el apoyo que se da a los equipos femeninos porque “una cosa es tener un equipo y otra apoyarlo. Si las jugadoras no están bien preparadas no van a llegar”. 
Nair Ackerman, Match Commisionner en FIFA, comentó que si bien en Uruguay hace 20 años que se fundó el fútbol femenino “no es la panacea”. “Hoy unos 600 clubes en todo el país tienen unas 5000 jugadoras entre los 6 y los 13 años, mientas que tienen 60 mil varones”, explicó.
Lo que las jugadoras necesitan, valga la redundancia, es jugar. Pero esa verdad de perogrullo parece una utopía para muchos equipos. “No hay competencias a nivel de Conmebol, por eso los resultados no son buenos”, dijo Ackerman. También se refirió a la improvisación con que se maneja la federación. El próximo 6 de diciembre Uruguay será sede de la Primera Copa Libertadores de Fútbol Femenino, algo que se confirmó hace tres semanas. “La falta de planificación de la Conmebol nos afecta directamente. No es serio”, se quejó.
Ricardo Pinela, Vicepresidente y Socio Fundador del Club deportivo UAI Urquiza, coincidió con el diagnóstico. “Nadie mira el futuro”, planteó. Y hacia allí hay que mirar, dijo, porque “se va a profesionalizar”. Según Pinela, hoy Boca Juniors, River Plate y San Lorenzo tienen los mejores equipos de fútbol femenino pero el problema es que el deporte no está federalizado. “Los equipos del interior no pueden competir para jugar copas internacionales. Tiene que haber más competitividad para que el torneo de fútbol femenino sea más importante”.
María Sol Muñoz, Representante de Conmebol en FIFA, fue largamente celebrada como la esperanza de género en ese espacio. Dijo que Conmebol hizo una evaluación del fútbol femenino en la región y “la necesidad más importante es desarrollar el deporte en niñas, ya desde el colegio hay que empezar a hacer partidos mixtos, no solo por ellas, sino por ellos, para que las incorporen”. Muñoz invitó a subir al panel a su compatriota, Vaneza Araoz, con 27 años la directora técnica de fútbol femenino más joven del mundo, que hoy está a cargo de la selección nacional de Ecuador. Araoz coincidió en que “si no hay fútbol en la base, no va a crecer; hoy las jugadoras se inician a los 14 años y es tarde”. Explicó que las mejores categorías son las sub 17, ya que en la sub 20 las jugadoras dejan para estudiar.