SOCIEDAD › 700 KILOS CAMUFLADOS DESDE EL PUERTO DE CAMPANA

Secuestran cocaína en España

El viernes pasado, las autoridades españolas secuestraron 708 kilos de cocaína camuflada en contenedores de carbón vegetal que habían salido desde el puerto bonaerense de Campana. La localización se hizo a través de un operativo de inteligencia que comenzó el 10 de mayo, con el secuestro de un primer cargamento procedente del mismo puerto, de 300 kilos de cocaína. España detuvo a cuatro argentinos, dos uruguayos y un español. La droga sería de procedencia boliviana. Según los investigadores locales consultados, la banda podría estar conectada con los policías de la Federal detenidos en mayo en la provincia de Salta con 120 kilos de droga. Además se investigan los controles en el puerto bonaerense: la exportadora del carbón había sido inscripta poco menos de un mes antes del primer envío y, de acuerdo con la normativa vigente, está obligada a pasar por los controles más rigurosos del “canal rojo” de la Aduana durante los seis primeros meses de actividad.
La primera parte de la operación recibió en España el nombre de Operación Ayala, en homenaje a Roberto Fabián Ayala, el futbolista argentino que juega en Valencia. La carga bajó en el puerto valenciano el 5 de mayo, oculta entre carbón vegetal, descargada por dos argentinos. La Brigada Central de Estupefacientes de España la descubrió cinco días después, en un depósito de la localidad de Aldaia.
La Aduana argentina recibió la información de sus pares españoles. Según ese informe, los supuestos líderes de la banda aún seguían en la Argentina y estaba claro que el cargamento había salido desde el puerto de Campana, una zona caliente sin control tecnológico suficiente sobre la salida e ingreso de contenedores. El puerto no sólo está bajo la lupa de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), sino de la fundación de Juan Carlos Blumberg. El padre de Axel tiene en carpeta el puerto y su zona de influencia en un informe sobre las supuestas relaciones del Poder Judicial local con el narcotráfico.
De acuerdo con fuentes de la Aduana consultadas por este diario, la carga debía haber seguido las pautas previstas para las empresas recién inscriptas. Durante los seis primeros meses de actividad deben pasar obligatoriamente por el canal rojo o canal de control. Los expertos dicen que esto no se hizo o, si se hizo, se hizo mal. El puerto no tiene controles tecnológicos como los scanners del aeropuerto, pero en cambio cuenta con un sistema distinto basado en el cálculo del peso específico de los materiales exportados. Los técnicos pesan una bolsa, luego multiplican por la cantidad total. Se supone que si peso y volumen no coinciden –como en este caso–, la carga no debería haber partido.
Si partió a pesar de los controles en mayo o gracias al escaso sistema de control, todo volvió a funcionar de ese modo poco después. El viernes las autoridades españoles se encontraron con la carga de 703 kilos embalada en las mismas condiciones y salida desde el mismo puerto.
Según pudo saber este diario, la DEA –muy preocupada por el affaire– tomó las riendas de la coordinación de las fuerzas de seguridad locales para dar con el paradero de los líderes de la banda. La Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y la ex PAN controlaban las zonas de salida del país bajo la hipótesis de eventuales intentos de fuga.
Por otro lado, en la investigación se analiza la conexión con la banda de policías de la Federal detenidos en Salta el 8 de mayo, tras un accidente automovilístico, cuando trasladaban 120 kilos de cocaína. En aquella ocasión no pudieron justificar la tenencia del cargamento, pero se sospecha que el destino era ese puerto de la provincia de Buenos Aires.
La hipótesis más firme bajo análisis indica que la cocaína que llegó a España entró al país como pasta base desde Bolivia. Fue cargada en Salta y luego trasladada a través de las rutas nacionales hasta el conurbano, donde se la procesó. Para los entendidos, esta opción puede incluir el auxilio de alguna fuerza de seguridad. La exportación de mil kilos de cocaína requiere de una logística importante y un lugar extremadamente protegido para el acopio, cercano al puerto de Campana.A pesar de que ésa parece ser la hipótesis más seria, desde la Secretaría de Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) no descartan otras posibilidades. Fuentes del organismo consultadas por este diario indicaron que aún se desconoce si el cargamento entró a Campana ya envasado y procedente desde alguno de los puertos de la Hidrovía del Mercosur que confluyen en el lugar.

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