SOCIEDAD

Un paseo sobre las olas para ver a Mardel desde el ojo de un catamarán

Con capacidad para 400 pasajeros, el Regina Australe fue botado en noviembre pasado y hace una semana comenzó a prestar servicios turísticos. Una perspectiva diferente para recorrer las playas.

 Por Carlos Rodríguez
Desde Mar del Plata

“Conozca Mar del Plata desde el mar.” El slogan es agitado, con visible orgullo, por las autoridades de turismo. La invitación, que apunta sobre todo a los visitantes que llegan del exterior, es para que suban a la cubierta de recreo del catamarán Regina Australe, una moderna embarcación con capacidad para 400 pasajeros que recorre, de punta a punta –día y noche–, las playas marplatenses y brinda una visión incomparable de la ciudad. Ayer, con un fuerte viento sur que hacía “galopar” la nave sobre un mar por momentos tumultuoso, una veintena de turistas, la mayoría de ellos procedentes de Colombia, se hacía fuerte sobre la cubierta, denominada “De las Constelaciones”. El resto de los viajeros prefería el refugio cálido de los dos pisos inferiores, “Del Descubrimiento” y “De la Reina”, donde se puede comer, organizar fiestas en el salón de baile o simplemente observar un panorama similar de la costa marplatense, pero bajo techo, sin el cielo como testigo y con un poco menos de vértigo.
“Cuando el mar está muy picado no salimos porque es un viaje de placer; hoy parecía calmo, pero había mucha turbulencia en el fondo (del mar), aunque de todos modos no hay peligro alguno”, explicó a Página/12 un integrante de la tripulación. Los hermanos Willam, Angela, Consuelo y Felipe Pomas, todos oriundos de Bogotá, junto con sus parejas y sus hijos, hasta completar el número 15, se sostienen con esfuerzo y sin claudicaciones sobre la cubierta al aire libre, mientras la nave avanza a una velocidad de nueve nudos (algo más de 16 kilómetros por hora), es decir, a un ritmo moderado. Los siete chicos que integran la troupe colombiana no les tienen miedo a las ondulaciones, que dan la sensación de que el catamarán está participando de una carrera con obstáculos.
Los pibes ruedan por el piso alfombrado, se agarran de los asientos fijos o de las barandas y, en forma invariable, todos se matan de la risa. “Es un viaje fantástico, una experiencia muy linda que permite apreciar la belleza de la ciudad”, sostiene Willam, mientras señala con picardía a Alejandro, de 10 años, uno de los chicos colombianos, que lleva puesta la camiseta del club de sus amores: Boca Juniors. “Es que con el Chicho Serna, Jorge Bermúdez y todos los colombianos que se ganaron todo en la Argentina, Boca se ha hecho muy popular allá en Colombia. En este viaje, que es el segundo que hacemos a la Argentina, hemos visitado la Bombonera para ver el partido a beneficio en el que jugaron (Diego) Maradona y (Lionel) Messi.”
El Regine Australe es una obra realizada en el astillero naval Federico Contessi, con 50 años de presencia en Mar del Plata, y fue botado en noviembre del año pasado. Todavía conserva, en su estructura de acero naval de 34,5 metros de eslora (largo) y 10 metros de manga (ancho), el típico “olor a nuevo”. Desde hace una semana comenzó a cumplir servicios, a razón de cuatro recorridas diarias de unas dos horas por vez, la última a las nueve de la noche, con cena a bordo incluida. Los mayores pagan 35 pesos por el paseo, los menores 20 y la excursión nocturna se eleva a 60 pesos, porque incluye el costo de la cena. Desde el piso intermedio se puede ver, paso a paso, el trabajo del capitán de la nave, Alberto del Río, y de la tripulación.
Los colombianos están encantados con la experiencia y también con Argentina. “Vinimos por primera vez hace tres años. En ese viaje que hicimos todos juntos fuimos a Buenos Aires y a San Carlos de Bariloche, porque era en pleno invierno. Ahora también estuvimos en Buenos Aires, que nos gusta mucho porque no tiene nada que envidiarles a las ciudades europeas, y después nos vinimos a Mar del Plata, porque nos habían hablado mucho de su belleza, de su comida y de sus playas. También nos gustó muchísimo”, afirma Angela. En ese punto reaparece Willam para hacer una aclaración que considera necesaria: “Los argentinos tiene una fama muy fuerte en el exterior, por su carácter y su soberbia, pero la verdad es que nos sorprendieron gratamente porque han sido todos muy amables, muy acogedores y nos llevamos una imagen distinta a la que teníamos de mentas”.
En el sector denominado “De la Reina”, los visitantes colombianos siguieron paso a paso la labor del comandante Del Río, a través de los amplios vidrios que cierran el puente de mando donde está el timón, que cuenta con piloto automático, ecosonda color que marca el nivel de turbulencia del fondo marino, equipos de radio VHF y BLU, girocompás y una serie de elementos técnicos relacionados con la seguridad. “Es una buena manera de conocer a Mar del Plata, desde el mar”, subraya Alejandra Contessi, quien se presenta como “algo así como la dueña” del nuevo atractivo turístico marplatense.

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La foto clásica de Mar del Plata, pero no tanto. La familia posa mientras le mueven el piso.
 
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